Madrid. El presidente de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), Juan Ignacio Lema, anunció ayer que se dan por "rotas" las negociaciones con los controladores aéreos para llegar a algún tipo de acuerdo en la elaboración de un nuevo convenio. Una problemática que podría desembocar en nuevos problemas en los aeropuertos en Semana Santa, como ya ocurrió en Navidades. Para tratar de dale solución al conflicto, Lema anunció que ha solicitado la intervención de Aviación Civil con el fin de garantizar la funcionalidad del sistema aéreo, según él porque "es el órgano que debe conocer la situación y tomar las medidas oportunas".
El presidente de AENA responsabilizó de la ruptura al "bloqueo que ha realizado el sindicato de controladores en las conversaciones" que mantienen desde el 11 de enero. Para Lema, "nos hemos encontrado con una estrategia por parte de los controladores que es inaceptable". El próximo 31 de marzo expira el convenio actual y la controvertida norma sobre las horas extras. En concreto, actualmente los controladores trabajan 1.200 horas, unas 28 semanales, más 400 horas extraordinarias al año, que se pagan al triple de la hora normal. Mientras tanto, AENA apuesta por ampliar el volumen de horas ordinarias y limitar las extraordinarias. Una petición que radica en rebajar los costes anuales de navegación aérea de los 300 millones de euros hasta 500, y atribuye a los salarios de los controladores buena parte de la responsabilidad. Los controladores, según ha anunciado Lema, se quedan en un recorte de 185 millones, algo que AENA tilda de "inaceptable". Por otro lado, el colectivo ha solicitado aumentar la masa salarial. En concreto, la petición radicaba en pasar de los 780 millones de euros para 2009 a 820 millones de masa salarial en el 2010, 840 en 2011 y 910 en 2012, "totalmente en contra de lo que AENA quiere", según Lema. El planteamiento de la asociación que preside se basa en conseguir situar los gastos al nivel de los cinco grandes países de Europa.
Tal y como están las cosas, Lema ha asegurado que "no hemos podido aceptar ninguna de las peticiones que han hecho porque no cumplían ninguno de los objetivos marcados por esta dirección". Respecto al riesgo de que se produzca ante esta ruptura una huelga por parte de los controladores, Lema indicó que será la autoridad oportuna (Aviación Civil) quien adopte las decisiones destinadas a garantizar la seguridad del tráfico aéreo y su funcionamiento.
El ministro de Fomento, José Blanco, confirmó que AENA había dado traslado de la situación a Aviación Civil al objeto de "garantizar el derecho de los ciudadanos a poder volar con tranquilidad". Blanco aseguró que "garantizar el funcionamiento de los aeropuertos es mi obligación". Para lograrlo, espera que todas las partes actúen conforme a la ley y "no causen perjuicios ni a los ciudadanos ni a la que es la industria más importante de nuestro país, el turismo", dijo. Con respecto a la decisión de AENA de dar por rotas las negociaciones, Blanco precisó que se ha producido "después de comprobar la inviabilidad de seguir negociando" tras no haberse dado ningún paso en 60 reuniones.