Vitoria. De poco ha servido la puesta en marcha en la calle San Antonio de una nueva oficina de atención ciudadana para quienes requieren la ayuda de los servicios sociales. El Ayuntamiento admitió ayer que el tiempo medio para obtener una primera cita es de 36 días; una espera que se debe al aumento de demanda experimentada como consecuencia de la crisis. Pese a todo, el Gobierno municipal insiste en que la citación "está controlada".

La preocupación entre los grupos de la oposición por el ritmo de funcionamiento de estos servicios, sin embargo, es más que evidente. El PNV afirmó ayer que han constatado el alto nivel de saturación que sufren las empleadas sociales, que aseguran estar sometidas a una "gran presión". "Hasta el punto de que se tienen que llevar el trabajo a casa", aseguró la concejala jeltzale Nerea Melgosa.

Las oficinas en las que trabajan reciben cada semana una media de 41,2 nuevos casos de gente que demanda ayudas, sobre todo, por problemas de tipo económico o de inserción laboral. Como consecuencia de este aumento de demanda, se han llegado a acumular hasta 392 expedientes por cada trabajadora. Uno de los centros con mayor carga de trabajo, según explicó el PNV, es el de Arana, que a la espera de que abran la oficina del barrio de Salburua, tiene que atender a la demanda de toda esta zona este de la ciudad. En el Pilar e Iparralde, la sobrecarga de trabajo también es importante ya que cada empleada tiene en sus manos 377 y 366 casos, respectivamente.

El Departamento municipal de Intervención Social, sin embargo, califica de "positiva" la respuesta que están dando los Servicios Sociales de Base. El titular del área, Peio López de Munain, insiste en que se está trabajando a un buen ritmo gracias al esfuerzo de los profesionales y de la apertura, en abril de este año, de una oficina de refuerzo en la calle San Antonio. De hecho, explicó que las prestaciones se están pagando "en plazo". "Un dato significativo es que pese al aumento de demanda, el plazo de citación se ha mantenido; lo tenemos controlado, no como otras ciudades como Bilbao o San Sebastián", añadió.

Sin embargo, los datos que disponen a día de hoy es de un tiempo de espera de citación de hasta 36 días, frente a los 30 días que había que esperar en octubre de 2008. Por este motivo, Melgosa acusó al concejal del Departamento de Intervención Social de "echar balones fuera". "La situación no está controlada, estamos peor que antes", añadió.

Los Servicios Sociales de Base de Vitoria, que son la puerta de entrada al sistema, atendieron el año pasado a 12.044 familias, un 23,4% más que en 2007, debido sobre todo a problemas de tipo económico o laborales. Asimismo, el Servicio Municipal de Urgencias, que funciona las 24 horas los 365 días al año y que ofrece la primera acogida en situaciones de crisis a quienes lo precisen, atienden a 4.000 personas, el 73,3% de ellos transeúntes. Los perceptores de Renta Básica, por su parte, aumentaron un 22% -4.242 personas- y los de Ayudas de Emergencia Social un 14% -4.561 beneficiados-. Además, otras 3.435 personas recibieron las dos ayudas del Gobierno Vasco, que son tramitadas por el Ayuntamiento.

asociaciones Por otra parte, tanto PNV como EA denunciaron ayer que el Ayuntamiento haya suspendido el convenio que venía manteniendo con asociaciones como Gizarterako, que se dedica a la atención de prostitutas, Bizitza Berria, que trabaja para la integración de personas sin hogar, u otras como Ostatu, Erantzi, Arabako Gorrak o Bidegurutzea.

En concreto, acusan al área de Intervención Social de escudarse en la excusa de las competencias para dejar de colaborar con dichos colectivos. El Gobierno municipal, sin embargo, insiste en que para no perjudicar a estas asociaciones va a ampliar en 2010 la convocatoria de ayudas. La formación jeltzale plantea que se prorrogue el convenio hasta junio de 2010, que será cuando se aclare qué asociaciones son competencia de Gobierno Vasco, Diputación o Ayuntamiento.