Copenhague. La cumbre de Copenhague trabajaba ayer con un borrador para financiar los efectos del cambio climático en los países pobres mediante un fondo gestionado por un mecanismo aún por designar, en medio de fuertes presiones para lograr un acuerdo concreto antes de su clausura, el viernes.

El documento, que circulaba en la conferencia, no contenía cifras ni porcentajes y subrayaba que el nuevo fondo "respaldará proyectos, programas, medidas y otras actividades" para mitigar los efectos del cambio climático, así como transferencia tecnológica para ello.

El mecanismo "deberá proporcionar acceso efectivo, simplificado y mejorado a los recursos financieros en el momento adecuado, incluido el acceso directo", apunta el texto. Sin embargo, no precisa el monto que deberá ser transferido a los países receptores, la manzana de la discordia de esta cumbre y motivo de un serio enfrentamiento entre los Estados ricos y las naciones en desarrollo encabezadas por el grupo G77 de no alineados.

Según José Antonio Hernández de Toro, portavoz de Oxfam Internacional, al texto le faltan los porcentajes y cantidades, que deberán establecer los ministros de Medio Ambiente cuanto antes para que los jefes de Estado y de Gobierno, que comenzaron a llegar ayer a Copenhague, puedan refrendarlo.

La presión para alcanzar un acuerdo, tras haber llegado ya algunos de los 110 jefes de Estado y de Gobierno, crecía por momentos, mientras los grupos de trabajo se reunían para buscar un consenso, dificultado aún por las enormes divergencias entre los países ricos y pobres sobre las medidas contra el cambio climático.

Por la tarde se suspendió hasta nuevo aviso un pleno para analizar la tareas del Protocolo de Kioto, el documento vigente hasta 2012 que regula las emisiones de gases contaminantes para 37 países industrializados y que las naciones en desarrollo quieren que tenga alcance global.

Para apoyar las reivindicaciones sobre un acuerdo vinculante en Copenhague que estipule cuotas globales de emisiones, las manifestaciones se sucedieron por cuarto día consecutivo en la capital danesa con un nuevo total de más de 1.300 detenidos, que en su gran mayoría fueron puestos ya en libertad.