El Cairo. El grupo terrorista Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) afirmó ayer en un comunicado que los tres cooperantes españoles secuestrados en Mauritania se encuentran bien de salud y anuncia que serán tratados "de acuerdo con la ley islámica".

El anuncio figura en una nota de AQMI, difundida en los foros de grupos islamistas en Internet y en la que se reafirma la reivindicación hecha en un mensaje de audio reproducido anteayer, martes, por la cadena qatarí Al Yazira.

Los tres cooperantes españoles, Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez, fueron secuestrados el pasado 29 de noviembre a unos 150 kilómetros de Nuakchot, cuando viajaban en un convoy por la carretera que une esa capital con la ciudad mauritana de Nuadibú.

El comunicado de AQMI, de dos páginas, que lleva fecha del 7 de diciembre y que tiene el sello de Al Andalus, la oficina de información del grupo terrorista, confirma también que tiene en su poder al cooperante francés Pierre Camatte, secuestrado en Mali.

Relata que los muyahidines (combatientes radicales islámicos) que perpetraron estas operaciones se encuentran ya en "sus bases de seguridad", en una región no detallada. También anuncian que los secuestrados "están bien de salud y tratados de acuerdo con la ley islámica". El comunicado vincula la seguridad de los rehenes a la de los captores y "de los hermanos musulmanes", y cierra con los habituales llamamientos a la guerra santa y en favor de la liberación de sus presos.

triste regreso Por otra parte, los compañeros de los tres miembros de la ONG Barcelona Acció Solidària secuestrados han pedido "discreción" en las negociaciones para su libertad y agradecieron el apoyo y solidaridad de la sociedad y los medios de comunicación.

La expedición, integrada por 38 cooperantes, llegó sobre las 10.00 horas de ayer a El Prat, donde fue recibida por el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, cuya esposa, Belén Cosín, formaba parte de la Caravana Solidaria. Su representante, Antoni Camps, recordó que "no estamos todos, nos faltan tres compañeros pero ahora es el momento de ser fuertes". Añadió que el "gran reto" es estar pendientes de las gestiones que el Gobierno pueda hacer, y después de conocerse que Al Qaeda ha reivindicado el secuestro, lo único que queda es "condenar esta acción y estar al lado de los familiares".