BUCAREST. "En tu lugar no lo haríamos", escuchó el ladrón cuando se sentó al volante para intentar llevarse el vehículo detenido. El conductor había dejado las llaves puestas para bajar un momento, y el delincuente no se dio cuenta desde fuera de que el bus transportaba a una unidad de la policía, debido a los cristales oscuros. El ladrón intentó todavía huir, en vano.