Gernika. Los ochos arrantzales vascos del Alakrana revivieron ayer en Gernika los 47 días de pesadilla a manos de los piratas somalíes en aguas del Índico. Visiblemente tranquilos llegaron acompañados de sus familiares y posaron a la entrada del juzgado para los medios gráficos sobre las diez de la mañana. Relataron ante el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, los tratos vejatorios a los que fueron sometidos y los momentos de miedo y angustia que han sentido en carne propia durante su duro cautiverio. "Pasamos miedo porque en cualquier momento nos podían pegar un tiro", afirmaron. Uno a uno los arrantzales explicaron al juez cómo se produjo el abordaje, la convivencia con los piratas y el momento de la liberación. "Hemos pasado mal. Los piratas nos han tratado peor que a animales. Ellos son animales y a nosotros nos han tratado igual", afirmaba con rotundidad Bittor Bilbao, jefe de maquina del Alakrana.

Según este arrantzale de Bermeo, el "peor momento" del secuestro fue cuando tuvieron noticia de que el Ejército español había capturado a dos de los corsarios. "Los piratas pensaban que estaban muertos y nos decían: "Si esos vienen muertos, vosotros vais muertos; si ellos regresan con un pie cortado vosotros vais con un pie cortado". Ese fue sin duda el peor de los momentos, el del artista de Zapatero", explicó el jefe de máquina.

En relación a esta detención se pronunció también el jefe de cocinero, el bilbaino Ángel María Diego Arrizabalaga, quien aseguró que cuando la tripulación se enteró de que Abdu Willy y Raageggesey Adki Haman iban a ser traslados a España fueron conscientes de que el Gobierno "la había cagado con todo el equipo". Todos los arrantzales vascos mostraron su enfado ante la "penosa" actuaciónde los Ejecutivos vasco y español. "La gestión del Gobierno ha sido asquerosa", declaró con rotundidad el maquinista. "Pido al Gobierno que cumpla con lo prometido porque de no ser así, pobrecitos de los barcos que caigan en manos de los piratas", sentenció el maquinista.

Los marineros vascos, que agradecieron a los medios de comunicación "la ayuda y el apoyo prestado durante su cautiverio". Por su parte, Gaizka Iturbe, engrasador del buque, hizo un llamamiento en favor del militar, autor de los disparos al pirata detenido y que según la tripulación del Alakrana ha sido apartado de su puesto: "lo hizo en defensa propia, para ayudarnos. Que vuelva a su puesto", afirmó. Para Andoni Gotxi uno de los momentos que recuerda con gran tensión fue cuando los piratas se pusieron a disparar al barco. "No sabíamos para dónde iban los tiros. Nos podía tocar a cualquiera", comentó. Ninguno de los marineros se va a presentar como acusación particular en el juicio contra los dos secuestradores detenidos. En cuanto al momento en que recobraron la libertad, el jefe de cocina, Ángel María Diego, recordó que no supieron lo que estaba pasando porque permanecían confinados dentro del atunero y todo ocurrió en poco tiempo. "Lo primero que vimos fueron helicópteros y militares. Todos fue rápido", explicó. Los arrantzales confesaron que han tratado de adaptarse a la nueva situación, tras su puesta en libertad, a lo largo del fin de semana con el apoyo de familiares y amigos. "Algunos están mal. Con la tensión alta, tocados psíquicamente", explicó José Luis Vildosola, ayudante de cocina.