El calor abrasador de estos días de verano está siendo un auténtico quebradero de cabeza para muchas personas. Cuando las temperaturas se disparan, el día a día se hace mucho más difícil aguantar en el hogar, por lo que solemos apostar por ventiladores, aires acondicionados y otros tantos recursos.

No obstante, cada herramienta hay que usarla con cabeza y tomando algunas precauciones con las que evitar efectos secundarios o problemas de salud. Todo ello repasando cómo usar correctamente cada dispositivo para ahorrar sustos. 

¿Cómo quitarse el calor en verano?

El Doctor Carlos Valderrábano, conocido en las redes sociales como @drcarlos.pediadad, comparte una serie de consejos para elegir el mejor remedio contra el calor en verano, analizando sus ventajas e inconvenientes.

  • Ventilador

No hay ninguna duda de que el ventilador es uno de los aparatos más usados en la temporada estival en todo hogar. Eso sí, hay que recordar que no se aconseja ponerlo con el aire apuntando directamente al rostro porque puede resecar las vías respiratorias y causar molestias. 

En cuanto a su limpieza, si acumula polvo, existe el riesgo de esparcirlo por las habitaciones y que personas con alergias o problemas respiratorios sufran. 

Del mismo modo, hay que saber que el ventilador tan solo ayuda a mover el aire en días de calor, siempre y cuando el ambiente esté bien aireado. 

Ventilador en el salón de un hogar Lidl

  • Aire acondicionado

El aire acondicionado es otra opción a tener en cuenta. Para que siga siendo seguro, hay que mantener los filtros limpios. De lo contrario, el moho o el polvo pueden aumentar el riesgo de alergias. 

Para un buen uso, la temperatura ideal debe estar entre los 23 y los 25 grados, sin muchos contrastes, para que los cambios de temperatura no afecten a la salud y así evitar irritaciones, sequedad nasal y molestias en la garganta.

Aire acondicionado. Archivo

  • Purificadores de aire

Los purificadores de aire son un aliado muy interesante para quienes sufren de alergias o asma. Son útiles por su función de filtro de partículas como el polvo, el polen o el humo, pudiendo mejorar la calidad del aire en sitios cerrados. 

Asimismo, no hay que olvidar que el uso correcto de los purificadores debe ir acompañado de la ventilación natural. Por no hablar de que la efectividad dependerá del tipo de modelo y el entorno en el que esté.

Vista de un purificador de aire Ikea

No es el aparato, es el uso

Ante tantas opciones, conviene plantear esta pregunta: ¿cuál es el mejor remedio para hacer frente al calor en verano? Fácil. El secreto, más allá del aparato que vayamos a utilizar, es cómo lo hacemos. 

Es decir, actuar con responsabilidad y cabeza, evitando que el aire pegue directamente a la cara, manteniendo el aparato limpio y asegurando una buena ventilación del espacio, son los pasos que hay que dar para que el remedio no vaya a más. 

Otros consejos son mantenerse bien hidratado, y más si el aparato reseca el ambiente. Todo esto ocurre porque el cuerpo necesita agua para funcionar correctamente en las jornadas más calurosas del año.