Las ojeras son una decoloración de la piel que se encuentra debajo de los ojos. Son una preocupación estética común, pero también pueden ser un aviso de problemas de salud.

Las causas de las ojeras son diversas y van desde factores genéticos hasta hábitos de vida y condiciones médicas.

En muchos casos, las ojeras son simplemente el resultado del cansancio o la falta de sueño.

Causas de las ojeras

  • Genética y estructura facial: Algunas personas son más propensas a desarrollar ojeras debido a su genética. La piel alrededor de los ojos es extremadamente delgada, lo que hace que los vasos sanguíneos que se encuentran justo debajo de la superficie sean más visibles, creando la apariencia de sombras oscuras.
  • Falta de sueño: La privación de sueño es una de las causas más comunes de las ojeras. Cuando no dormimos lo suficiente, la piel puede volverse más pálida, lo que permite que los vasos sanguíneos oscuros debajo de los ojos se noten más.
  • Edad: A medida que envejecemos, la piel pierde colágeno y grasa, lo que hace que las ojeras sean más evidentes. La piel se vuelve más delgada, y los vasos sanguíneos subyacentes se hacen más visibles.
  • Hábitos de vida: El consumo excesivo de alcohol, fumar o una dieta pobre en nutrientes esenciales también puede contribuir a la aparición de ojeras. Estos hábitos pueden afectar negativamente la circulación y la salud general de la piel.

Sin embargo, las ojeras pueden ser más que una simple señal de cansancio o malos hábitos. En algunos casos, su presencia puede estar relacionada con problemas de salud más serios, como la anemia, la retención de líquidos, la insuficiencia renal o el hipotiroidismo.

Anemia

La anemia es una condición en la que el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos o hemoglobina, lo que lleva a una reducción en el transporte de oxígeno a los tejidos.

Una de las manifestaciones más visibles de la anemia es la fatiga extrema, pero las ojeras también son un síntoma común. Cuando los niveles de hierro son bajos, la piel puede volverse más pálida y delgada, lo que resalta aún más los vasos sanguíneos debajo de los ojos. Además, la falta de oxígeno en los tejidos puede dar lugar a una coloración azulada o grisácea debajo de los ojos.

Retención de líquidos

La retención de líquidos puede causar inflamación y hinchazón en varias partes del cuerpo, incluidos los ojos.

Cuando los líquidos se acumulan en la zona periorbital, las ojeras y las bolsas debajo de los ojos se vuelven más pronunciadas.

La retención de líquidos puede estar relacionada con una mala alimentación rica en sal, desequilibrios hormonales o problemas renales. Las personas con problemas cardíacos o que toman ciertos medicamentos también pueden experimentar este síntoma.

La acumulación de líquido tiende a empeorar por la mañana y puede disminuir a lo largo del día.

Insuficiencia renal

La insuficiencia renal es una condición en la que los riñones no pueden filtrar los desechos y el exceso de líquido de manera eficiente.

Este mal funcionamiento provoca una acumulación de líquidos y toxinas en el cuerpo, lo que puede manifestarse a través de hinchazón facial y ojeras.

Además, el desequilibrio de electrolitos y proteínas en la sangre afecta la apariencia de la piel, dándole una apariencia apagada o deshidratada, lo que puede empeorar las ojeras.

Las personas con insuficiencia renal crónica a menudo notan que sus ojeras son más persistentes y no desaparecen incluso con un buen descanso.

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo, una condición en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, puede afectar la piel y el área alrededor de los ojos.

Esta enfermedad ralentiza el metabolismo del cuerpo, lo que puede provocar una retención de líquidos y una disminución de la circulación sanguínea.

Como resultado, las ojeras y la hinchazón debajo de los ojos se vuelven más evidentes. Además, el hipotiroidismo puede causar sequedad y engrosamiento de la piel, lo que contribuye a una apariencia más oscura y opaca debajo de los ojos.

¿Qué hacer si tienes ojeras?

Si bien las ojeras no siempre son una señal de un problema grave, es importante prestar atención a otros síntomas que puedan acompañarlas.

Si las ojeras son persistentes y se presentan junto con síntomas como fatiga extrema, hinchazón o cambios en la piel, es recomendable consultar a un médico para descartar afecciones como anemia, insuficiencia renal o problemas de tiroides.

Mantener una dieta equilibrada, hidratarse adecuadamente y adoptar hábitos de sueño saludables también puede ayudar a mejorar la apariencia de las ojeras.

En resumen, las ojeras pueden ser un indicativo de algo más que una simple falta de sueño.

Si bien muchas veces son benignas, en algunos casos pueden estar relacionadas con condiciones de salud que requieren atención médica.