“Si no sabemos qué es el pene (no, no es un músculo), ¿cómo vamos a conocer sus dolencias? ¿O a prevenir y tratar la disfunción eréctil? ¿O a entender el peso de la mente en la erección?”, se pregunta la especialista. En Todo lo que necesitas saber sobre el pene y nunca te atreviste a preguntar la doctora Madurga, con más de treinta años de experiencia, además de responder a los tabús, expone temas casi desconocidos, como la evolución vital del pene o las rutinas para asegurarle un porvenir largo y sano. “Los hombres también tienen un cáncer de próstata que puede ser curable si se coge a tiempo. Por eso, a partir de los 50, deben ir al urólogo para, con un simple análisis de sangre, poder saberlo y ser curados”, añade.
QUIÉN ES
Blanca Madurga Patuel (Valencia, 1959) cuenta treinta años de experiencia como especialista en Urología. Titular en el Hospital Puerta del Mar y profesora asociada de la Universidad de Cádiz, ha viajado por medio mundo enseñando técnicas quirúrgicas urológicas. Es la primera mujer en coordinar el grupo de Urología funcional, femenina y urodinámica de la Asociación Española de Urología.
Doctora Madurga, ¿uróloga o andróloga? ¿o ambas?
Ambas a la vez. El andrólogo es un urólogo especializado en andrología.
Llamativo título el de su libro, porque usted explica muy bien lo que al parecer todo el mundo ya conocía, ¿o no es así y en realidad es un gran desconocido?
El pene es un gran desconocido; todos los hombres lo conocen, lógicamente, se lo miran, lo tienen, se lo tocan, pero no saben muchas veces cómo funciona o por qué ha dejado de funcionar o no funciona correctamente como ellos desearan.
Al pene, situado entre el tabú y el chiste, ¿le queda espacio para colocarse como miembro destacado de la salud humana?
Por supuesto, nosotros estamos en este mundo por sexo. El sexo forma parte de nuestra vida y es una parte muy importante; desde chiquititos. Lo primero que hace un bebé cuando le quitas el pañal es tocarse sus genitales, porque les da gusto y es natural en ellos. Cuando esto falla, el problema merma mucho la calidad de vida de una persona.
¿Por qué dice que nunca nos atrevimos a preguntar sobre el pene? ¿Quizá por el tabú “púdico” de herencia judeo-cristiana? ¿Complejos, vergüenzas …?
Más bien complejos y vergüenza, porque parece que un hombre que tiene algún problema a nivel sexual es menos hombre. Hay una cultura del falo muy grande y tiene que cumplir siempre, tiene que estar siempre todo correcto y a disposición todo el día. Como se dice del valor de un soldado, que se le supone. El hecho de que puede haber algún problema les causa trauma, vergüenza. Ellos mismos hacen muchos chistes sobre este tema y por eso se lo callan con frecuencia.
¿Y por qué tanto chiste sobre lo que desconocemos? ¿Quizá para despertar sonrisas cómplices o incómodas?
Exacto, para reírse del tema; por eso cuando algo no va bien, no funciona bien, ellos son los primeros en callarse y avergonzarse, porque se acuerdan del chiste o de esa persona que dice mira ese no funciona, como si fuera un delito, una vergüenza.
Por cierto, ¿el tamaño importa? ¿es cierto que el tamaño de pene y de la nariz están relacionados?
Hay un trabajo que demuestra que el tamaño del pene y la nariz están relacionados, no con otras partes del cuerpo, pero con el de la nariz sí que se ha encontrado relación genética. El tamaño no importa, lo que de verdad importa es saber utilizarlo, pero es cierto que siempre hay una cultura reverencial al falo en la sociedad, no solo en la occidental. En realidad, a partir de un tamaño determinado, que son los 6 centímetros, que ya permite tener una penetración, lo que de verdad importa es saber utilizarlo.
¿Acaso tiene algo que ver el tamaño con la fertilidad? y ¿a mayor tamaño, mayor placer?
Pues no. A mayor tamaño lo que puede haber es un morbo, más excitación de la pareja. Pero no tiene por qué haber mayor placer en modo alguno; lo que tiene que saberse es por una parte utilizarlo bien y, por otra, no basar toda la sexualidad en la penetración, porque eso es muy pobre desde el punto de vista sexual.
En todo caso, ¿el pequeño tamaño de su pene puede llevar a un varón a desajustes psicológicos?
Sí. En los niños desde pequeños se están comparando en el colegio: a ver quién mea más lejos, quién la tiene más grande, sobre todo en el niño gordito, que visualmente no le sale el pene hacia fuera, y entonces puede ser motivo de burla, lo que puede desencadenarle vergüenzas y burlas y ser motivo de grandes traumas.
¿Escribir sobre algo socialmente “tabú y chistoso” de forma amena y rigurosa le ha resultado difícil?
Bastante difícil, porque para mí la salud sexual masculina y el pene no es ningún chiste ni ninguna broma por los problemas que puede causar para la salud y la calidad de vida. Lo que me ha resultado un poco más difícil es hacerlo entendible, porque los médicos, entre nosotros y cuando escribimos artículos médicos, tendemos a tener un lenguaje grandilocuente. Quitarse ese lenguaje científico de encima y escribir sin que sea soez ni maleducado me costó un poco al principio, aunque luego le cogí el ritmo y me salió más coloquial y entendible.
Adolescentes y jóvenes en especial necesitan mejor información/formación sexual, ¿dónde conseguirla, en la escuela, internet, tal vez en la pornografía…?
Abogo por el valor de la formación y la educación dentro de la familia, con refuerzo, por supuesto, en las instituciones. La pornografía es un muy mal maestro, porque no es real; las películas porno son películas de ciencia ficción. En una mente en formación, normalizar el porno como lo habitual, a lo único que llevará, por comparación, es a la frustración.
"Hay que hacer campañas de prevención para las enfermedades de transmición sexual, la de ‘Póntelo, pónselo’ fue fantástica”
Las ETS siguen en aumento, ¿por qué? ¿Quizá más desde que se sabe que el VIH no es mortal?
Sí. Muchísimo, porque cuando apareció el VIH hubo campañas institucionales buenísimas; yo siempre hablo del Póntelo, pónselo que me pareció fantástica y supernecesaria. Pero eso se ha olvidado, no se ha vuelto a repetir y la gente deja de hacerlo. Hay que hacer campañas de recordatorio de que no solo está el VIH. Además, aunque haya tratamientos que hacen que este virus no sea potencialmente mortal, lo mejor es la prevención. Porque están subiendo la sífilis y otras enfermedades que en principio no son mortales pero que pueden acarrear problemas muy serios, como infertilidad u otros problemas de índole sexual.
Dedica una gran parte de su libro a la disfunción eréctil. ¿Más que una patología original es consecuencia de malos hábitos de vida, obesidad, hipertensión, diabetes, tabaco, alcohol...?
La disfunción eréctil forma parte de la vida; está la disfunción precoz, cuando aparece en adultos jóvenes, pero sobre todo hay que tener en cuenta que nosotros ahora vivimos muchos más años y lógicamente envejecen todas las partes del cuerpo, y el pene es una parte de él. Lo importante es la prevención, alargar la vida sexual de nuestro miembro con unas buenas costumbres, con una buena alimentación, con un ejercicio que se relacione a nuestra edad y condición física, para que este problema aparezca lo más tarde posible. Y cuando aparece, la ciencia nos está dando cada vez más medios para poder combatirlo y poder tener una relación con mayor calidad a mayor edad.
Disminuye la calidad del semen: menor número y peor calidad de los espermatozoides. ¿Hay remedios para evitar el aumento de la infertilidad?
Hay medios que podemos poner de nuestra parte, como una alimentación saludable; hay cosas que a nivel individual no podemos controlar y que influyen mucho, como es la contaminación ambiental y en numerosas ocasiones los conservantes que se añaden a nuestra alimentación.
"Hay un trabajo que demuestra que el tamaño del pene y la nariz están relacionados”
¿Por qué cree que se tiene la idea de que la práctica/placer sexual no es para sesentones y mayores? ¿Necesitamos más formación e información?
Sí. No solo hemos alargado nuestra cantidad de vida, sino también nuestra calidad de vida. Hay quienes al encontrarse bien quieren seguir jugando al pádel, ir en bicicleta y quieren seguir teniendo su vida sexual. No hace tanto tiempo que, sobre todo en varones, era bastante más corta que en las mujeres. Un hombre a partir de lo 60-65 años con su jubilación laboral tenía casi que jubilarse también sexualmente; ahora todo esto ha cambiado, también porque las mujeres reclaman más sexo. Hasta hace no mucho, las mujeres venían a las consultas con 50 o 60 años diciendo “dele algo a este hombre para que me deje tranquila, que a mí ya no me apetece tener sexo”. Las mujeres también hemos evolucionado de forma positiva y el hombre ya no se jubila del sexo a los 60, y hace muy bien.
Las emociones y también el deseo sexual están regidos desde el cerebro. Dicen que la salud mental poblacional está en deterioro, ¿podría ser debido en parte a una baja calidad de la salud afectivo sexual?
A los cambios de cultura; estamos cambiando mucho nuestras costumbres. Los cambios y la veloz evolución que vivimos hace que las relaciones ahora mismo no sean como las de nuestros padres. A los 18 tenías que emparejarte, a los 25 casarte y a los 26 tener tu primer hijo. Todo esto ha cambiado muchísimo y, en consecuencia, nuestras costumbres y nuestras relaciones sexuales incluidas, obviamente, también han cambiado.
Hablar de la salud de pene y próstata haría pensar que los hombres fueran los lectores preferentes de su libro. ¿Pero también nos interesaría leerlo a las mujeres?
Sí, porque las mujeres también tenemos que conocer su sexualidad. Debemos de intentar conocer lo que nos gusta para intentar compartirlo con nuestra pareja y así mejorar la calidad de las relaciones.