El Colegio Oficial de Podólogos de Euskadi ha lanzado una serie de consejos sencillos y prácticos para cuidar los pies durante la época invernal y ante el mal tiempo generalizado, que incluyen la recomendación de evitar exponer a los pies a fuentes de calor directas, como braseros, calefacción o secadores, porque los cambios de temperatura favorecen la aparición de lesiones como los sabañones.

Desde el Colegio han señalado que en el invierno los pies se resienten y que el frío produce una vasoconstricción de los capilares, es decir, los pequeños vasos por los que fluye la sangre, se cierran.

"En los pies encontramos muchas de estas terminaciones, y al ser la parte más alejada del corazón, el aporte de sangre no se realiza con la misma fluidez que a otras partes del cuerpo. Es relativamente normal tener los pies fríos por momentos durante el invierno. Si hay problemas vasculares, la dificultad será mayor", han advertido.

En este contexto, desde el Colegio Oficial de Podólogos del País Vasco recomiendan que el calzado no comprima en exceso los pies, ya que "esta situación dificulta la circulación y un pie en cuyas venas la sangre no fluye correctamente, es susceptible de sufrir un mayor enfriamiento". Si se comprime mucho, advierte, "las venas no se rellenan de sangre y se pierde calor".

También aconsejan evitar exponer a los pies a fuentes de calor directas (brasero, calefacción o secador) porque los cambios de temperatura favorecen la aparición de lesiones como los sabañones, un tipo de inflamación que hace que la piel se enrojezca y se hinche.

Tras señalar que "los pies húmedos favorecen la sensación de frío", los podólogos recomiendan usar calzado que impermeabilice y mantenga los pies secos.

Asimismo, destacan que el movimiento y la actividad física, "aunque sea de un nivel moderado, favorece una microcirculación y evita la pérdida de calor corporal y por ende también en los pies".

Otras recomendaciones son ingerir líquidos suficientes, ya que, "a pesar de la poca apetencia que genera el frío un estado de deshidratación también favorece la pérdida de calor en el organismo", apuntan los podólogos.   

CALCETINES TÉRMICOS

Asimismo, aconsejan utilizar calcetines térmicos, de lana o algodón, en vez de nylon; masajear los pies para aumentar la temperatura en los pies y, por tanto, la sensación de calor; no fumar en exceso porque este hábito dificulta la circulación sanguínea; y solo usar las botas de agua en días de lluvia, ya que este calzado de goma "permite que los pies no se mojen por la lluvia, pero hace que el pie sude y lo moja".

Por último, recomiendan descalzarse al llegar a casa para "dejar que la piel respire, siempre y cuando se camine por una superficie limpia y no se tengan alteraciones estructurales que necesiten estabilizarse con tratamientos ortopédicos o similares", y caminar descalzo durante unos minutos.