¿Cómo afecta el embarazo a nuestros dientes?
Estos cambios se manifiestan también en la cavidad bucal que plantean determinados cuidados estomatológicos en la gestante para prevenir enfermedades bucales, siendo la más frecuente la enfermedad periodontal que afecta del 35% al 100% de las embarazadas.
Las gestantes generalmente experimentan un incremento del apetito, pero no siempre reciben una dieta balanceada que asegure una buena nutrición sin comprometer su estado físico, porque generalmente consumen muchos carbohidratos en sus diversas presentaciones dando lugar al incremento significativo del peso corporal y, por otro lado, la ingesta de azúcar da lugar a la aparición de lesiones cariosas o al agravamiento de las ya existentes.
Durante la gestación, se producen ciertos cambios y/o alteraciones en el organismo. En primer lugar, las modificaciones endocrinas, seguidas de las cardiovasculares y las respiratorias.
La principal alteración en la boca se presenta a nivel de encías: gingivitis generalizada caracterizada por importante inflamación y sangrado profuso debido a la acción de las hormonas esteroideas sexuales que inducen a la vasodilatación y a la formación de nuevos vasos sanguíneos. Otras manifestaciones son la presencia de caries, la mayor acidez de la saliva por el vómito frecuente, la acumulación de saliva, y los labios secos y fisurados.
Mención especial debe de tener la denominada gingivitis del embarazo, que aparece durante el segundo mes y alcanza su punto máximo en el octavo mes, siendo el resultado del aumento de la progesterona y el épulis del embarazo llamado también tumor del embarazo, que se presenta en mujeres gestantes como consecuencia de los cambios hormonales durante este periodo. Es frecuente que desaparezca después del parto, y si no lo hace requiere tratamiento quirúrgico. Son tumoraciones benignas y de crecimiento lento.
Su evolución comienza a partir de la papila interdentaria (zona de unión de dos piezas dentarias). Son dolorosos al comienzo, debido a la presión que ejercen, presentan una coloración más rojiza que los tejidos que lo rodean y su superficie es lisa. Es importante el diagnóstico de un especialista y el bebé no corre ningún riesgo.
Tratamiento odontológico
En primer lugar debe considerarse el tratamiento preventivo que consistirá en optimizar la higiene oral del paciente, mediante el control de la placa bacteriana, mejorar la técnica de cepillado dental, reforzar el uso del hilo dental y mejorar la dieta.
Para realizar determinados tratamientos dentales se recomienda esperar por lo menos hasta el segundo trimestre.
Frente a la necesidad de tomar radiografías, es recomendable evitarlas, pero si fuera estrictamente necesario, se harían a partir del segundo trimestre, con la protección debida mediante el delantal de plomo.
Asimismo, es preciso evitar la administración de fármacos salvo en casos sumamente necesarios, y con la autorización de su ginecólogo o de su médico.
Es conveniente hacer una visita mensual a su odontólogo durante todo el embarazo y hasta finalizar la lactancia para evitar que tenga problemas en su boca.