Los fotoprotectores con color están de moda. Ahora ya te puedes echar una fotoprotección solar antiedad y con color, lo que a la larga favorece un mayor cuidado de nuestra piel. Eso sí, ¿por llevar color estas cremas son igual de eficaces que las que no lo llevan?

Todas las dudas a este respecto las despeja la doctora Mayte Truchuelo, dermatóloga del Grupo Pedro Jaén (Madrid) quien asegura en una entrevista con Infosalus que "los fotoprotectores con color protegen de igual manera" que aquellos que no lo tienen.

Es más, precisa que los tenemos con filtros físicos que reflejan la luz solar; con filtros químicos, que absorben y modifican dicha radiación solar para que no nos perjudique; y con filtros biológicos, que añaden además enzimas reparadoras del ADN o antioxidantes para compensar el daño solar.

"La eficacia de un fotoprotector no depende del color, sino de los ingredientes de su formulación. La eficacia de los productos con color o sin color es exactamente la misma. A la hora de escoger uno u otro nos guiaremos entonces por las preferencias cosméticas", asevera la experta y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venerología (AEDV).

Asimismo, la experta en dermatología cosmética informa de que los fotoprotectores solares con color tienen los mismos compuestos que los fotoprotectores sin color y, además, incorporan pigmentos generalmente de origen mineral, como son el óxido de titanio, o la mica.

En este contexto, Truchuelo continua señalando que la creciente evidencia sugiere que los protectores solares con color pueden ser particularmente importantes para las personas propensas a la hiperpigmentación o al melasma.

"Algunos fotoprotectores con color, precisamente por la presencia de esos pigmentos orgánicos y si tienen una adecuada formulación, pueden proteger frente a la luz visible. Con esto es posible protegernos frente a la aparición de manchas solares como el melasma, o la hiperpigmentación, que están relacionadas con la exposición a pantallas táctiles como el móvil ordenadores", agrega.

En qué fijarse

Con todo ello, la experta dermatóloga del Grupo Pedro Jaén indica que al comprar un fotoprotector solar con color nos deberemos fijar en primer lugar que proteja frente a radiación ultravioleta A, ultravioleta B, luz visible y luz infrarroja.

Después, en que sea libre de grasa y no comedogénico, sobre todo si tenemos la piel mixta o grasa. "Finalmente nos fijaremos en la galénica, que es ver si nos gusta más fluido más compacto, en polvos etcétera", sentencia la especialista en dermatología cosmética.

Desde la AEDV recuerdan en este punto que se debe elegir el fotoprotector en función del fototipo de piel de la persona, del lugar en el que se encuentre, y de la actividad que se mantenga.

"Si deseas prevenir los efectos a largo plazo de la UV, deben ser filtros de amplio espectro que cubran el espectro UVA, lo cual puede lograrse con cualquier tipo", mantiene la entidad científica española.