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Euskal Herria insólita

Santuario del Yermo: El poder milagroso del agua

Viejas y nuevas creencias, convertidas todas ellas ya en tradicionales, comparten espacio y rituales en este conjunto monumental que recibe al caminante que quiera renovar los ritos de antaño

Santuario del Yermo: El poder milagroso del aguaAitor Ventureira San Miguel

Los dulces cordales herbosos del pico Kamaraka, cobijan un paraje cargado de misterio, de magia y de antiquísimos ritos de carácter acuático. Se trata del Santuario de Nuestra Señora del Yermo, ubicado en la localidad alavesa de Laudio. En realidad, se trata de un conjunto de edificaciones de carácter religioso compuesto por el Santuario de Santa María y las ermitas de Santa Lucía y San Antonio, además de un bello campanario exento. El templo principal es el de Santa María, edificado con piedra de sillería, formado por dos naves con bóvedas de crucería, datado en el siglo XVI. El pórtico se abre mediante seis arcos de medio punto, donde se sitúa la portada, y cuenta igualmente con el citado campanario exento. Pegada al templo, se encuentra la ermita de Santa Lucía y, a unos metros, el Humilladero de Santa Apolonia, que es más conocido como ermita de San Antonio y data del siglo XVIII. Pero vayamos paso a paso y caminemos para descubrir los secretos atávicos de este precioso y místico paraje.

En este paseo partimos del propio santuario del Yermo, denominación que nos habla de lo desamparado y deshabitado del lugar, algo que contrasta con la belleza que nos regala. Aparcamos el vehículo junto a la iglesia y comenzamos a caminar siguiendo las indicaciones que nos dirigen hacia el monte Ganekogorta. Nada más comenzar la caminata, el sendero asciende por una zona de prados salpicada con ejemplares de espino albar, el árbol sanjuanero, para rápidamente internarnos en el bosque. Salimos del mismo y topamos con una pista mientras el panorama comienza a abrirse frente a nosotros. La ruta se interna en un pinar para alcanzar un cruce, donde optamos por seguir a la derecha. Vamos descubriendo interesantes paneles informativos que nos ubican el paraje en el que estamos, dentro del llamado ‘Cinturón de Hierro de Bilbao’. Una zona que se creó para proteger la capital vizcaina durante la guerra civil española. El sendero gana en ascenso para, siguiendo las indicaciones hacia el pico Kamaraka, alcanzar el propio cordal cimero de la cumbre. Llegamos a la cima, donde nos espera un buzón sobre los 782 metros de altura y unas impresionantes vistas, que podemos disfrutar. Picos como Ganekogorta, Oiz, Jara, Gorbeia, Mugarra… se nos presentan magnéticos.

Tradiciones y ritos

Tras disfrutar del panorama sin par, debemos descender, para lo que bajamos diagonalmente en dirección al visible pinar que se ubica más abajo, al que llegamos sin dificultad y encontramos una pista para alcanzar sin pérdida el conjunto monumental del Yermo.

Ficha práctica

  • ACCESO: En la localidad de Laudio, alcanzamos la rotonda de Aspiunza. Conducimos por la calle Bitorika y, sin necesidad de llegar al centro del pueblo, seguimos por las calles La Viña Vieja y Lamuza. En esta última calle, vemos la señal hacia Santa María del Yermo.
  • DISTANCIA: 4 kilómetros.
  • DESNIVEL: 300 metros.
  • DIFICULTAD: Media. Ruta corta pero con fuertes repechos.

Una vez concluida la ruta hacia lo alto del Kamaraka, toca disfrutar de la tradición ancestral de la montaña. En este paraje, es más que posible que se diera algún tipo de culto pagano, cristianizado por los templos católicos. De aquellos cultos han quedado posos que, si bien diluidos en la tradición cristiana, siguen susurrándonos su origen ancestral. Cultos cuyo origen desconocemos y que tan solo podemos llegar a intuir y, por ello, son tan profundamente hechizantes. Poco a poco, estos ritos han ido desapareciendo, perdiéndose, quedando relegados a determinados parajes que los convierte en insólitos en la geografía de nuestra tierra. En el caso del Yermo, encontramos varios de ellos; tal vez el más conocido está unido al agua. El agua ha sido vista por nuestros ancestros como un elemento sagrado, fruto de vida. Sin agua no somos nada y eso lo sabían quienes nos precedieron; pero, además, a sus ojos el agua mana del interior de un elemento tan importante como es la Ama Lurra. La Madre Tierra, que es la principal deidad del universo mágico de los vascos; morada de deidades y de antepasados, y generadora tanto del agua como de los alimentos que nos sustentan.

En uno de los vértices del humilladero de San Antonio puede verse una marca, concretamente una piedra en el suelo, que asemeja una pisada humana que, según la leyenda, corresponde a la Virgen María. La tradición nos dice que debemos tomar en nuestra boca agua recogida en la fuente bajo la ermita de Santa Lucía o de una fuente cercana al Humilladero para depositarla sobre la oquedad. Este rito debía repetirse por tres veces para evitar el dolor de muelas durante un año. Cabe recordar que Santa Apolonia es la patrona de los odontólogos, mezcla de cultos cristianos y paganos.

Sucede algo muy curioso con esta huella ya que, según se cuenta, inicialmente estaba en el templo principal del conjunto monumental, pero el obispo, allá por el 1723, vio una irreverencia en este ritual acuático. Cabe pensar que el religioso sintiera una amenaza en esa herencia pagana en este viejo ritual, ¿quién sabe? El caso es que ordenó desplazarla al lugar donde hoy la vemos; sin embargo, no logró eliminar las trazas de las antiguas creencias que aquellas gentes tenían grabadas a fuego en su alma.

Otro ritual, al margen de los cultos acuáticos pero igualmente unido a la propia huella de la Virgen, nos dice que debemos introducir un pie descalzo en la misma si queremos conseguir novio o novia, un ritual unido a la fertilidad. 

El Santuario del Yermo, un interesante paraje insólito de la vieja tierra de los vascos, donde aún podemos renovar las atávicas creencias de nuestros antepasados.