Sus espectaculares dimensiones y la belleza de su trazado la convierten en el cañón más bello de Navarra. Viento, agua y tiempo han ayudado a que sea una de las más salvajes e inaccesibles, un refugio de gran valor ambiental.

El río Zaraitzu [Salazar] se halla a escasa distancia de entregar sus aguas al río Irati, junto a Irunberri, pero aun así tiene fuerza, en este tramo bajo de su curso fluvial, para enfrentarse a los perfiles rocosos de la sierra de Leire que se atraviesa, tendida de este a oeste, en su camino hacia el sur para tallar estos seis kilómetros de cañón.

Para admirarla, esta sencilla ruta lleva a uno de los miradores naturales más extraordinarios de Navarra.

Para tomar la justa proporción de sus paredones, que rozan los doscientos metros de acantilado, y ver una perspectiva en conjunto de la hoz del Zaraitzu nos resistimos a la facilidad que la antigua carretera a Nabaskoze ofrece, desde su mirador junto al arcén, y nos dirigimos a pie desde las inmediaciones del despoblado de Iso hasta el mirador natural de Peña Cornota.

Asomarse a las soledades de la foz de Arbaiun se grabará en la memoria como de uno de los paisajes más fascinantes contemplados.

Iniciamos la ruta junto a la carretera NA-2160 en el alto de Iso, un pequeño caserío que quedó despoblado en 1973, de apenas tres casas, algunas de la cuales se han recuperado, junto a la iglesia de San Fructuoso.

De vocación agrícola, también produjo carbón, aprovechando las hayas y encinas, que vendían en Iruñea y Zangotza.

Este pueblo, del que algunos de los vecinos en su marcha migratoria acabaron en Arizona, no es necesario alcanzarlo sino llegar al puerto conocido como el Alto de Iso.

El conjunto rural sólo es accesible desde la carretera NA-178, una variante para evitar el puerto de Iso.

Al coronar dicho paso, en la ladera de la sierra de Leire, hallamos una amplia campa a la derecha del puerto, accediendo desde Irunberri, donde dejamos el vehículo para iniciar el recorrido por camino de tierra hacia Monteidorra.

En breve, una señal nos indica que nos adentramos en la Reserva Natural de la Foz de Arbaiun.

Se trata de un profundo cortado en la vertiente norte de la sierra de Leire en cuyos cantiles, con muchas repisas y oquedades, habita una de las mayores colonias de buitre leonado de la península.

Asimismo, hay que estar preparados para distinguir al águila real o la perdicera, el alimoche o el quebrantahuesos, grandes rapaces que pueblan la foz junto al búho real.

Cantiles de los paredones del barranco JUAN CARLOS MUÑOZ Y MAR RAMÍREZ

Al alcanzar un cruce de caminos, seguimos recto para quedar envueltos por el robledal en una senda ancha que asciende suavemente.

Llegamos al paraje del Llano de los Robles y divisamos a lo lejos Bigüezal. Apenas queda medio kilómetro para alcanzar el borde del desfiladero por Peña Carnota.

La senda se estrecha en los últimos pasos como preparando al caminante para el sobrecogimiento que produce asomarse a los cortados.

Al llegar al borde del cantil, sólo resta mucha prudencia en nuestros pasos alrededor de Peña Cornota y el tiempo que cada cual requiera para disfrutar plenamente de la contemplación detallada de los acantilados de la foz, de las aves que la sobrevuelan y la rica vegetación que la tapiza profusamente convirtiéndola en el confín pirenaico donde la influencia mediterránea se mezcla con el ambiente atlántico.

Veremos la densidad del bosque galería que la orla allá en el fondo del tajo y la de las laderas que, según la orientación y el especial régimen de microclimas, provoca que albergue una rica y diversificada vegetación.

Así, mientras en los lugares más secos y expuestos se divisa la densidad del carrascal y la coscoja, en los vallejos y rincones que concentran humedad se distingue el verdor de los quejigos, que en otoño visten sus mejores colores.

Comparten color y espacio en la ladera con hayas, arces, tilos y avellanos componiendo un llamativo bosque mixto.

Conviene realizarla desde mediodía al atardecer, cuando la foz adquiere sus mejores luces, evitando tener el sol de cara como ocurrirá por la mañana. De regreso al punto de partida, ahora sí, nos asomamos a la foz desde el mirador de Iso.

Ficha técnica

  • Tipo de recorrido. Ida y vuelta, dificultad baja.
  • Punto de partida. Alto de Iso, carretera NA-178 entre Irunberri y Nabaskoze.
  • Distancia. 5,5 km.
  • Tiempo. 1 h 30 min.

No te puedes perder. Hay que acercarse al interior de la hoz desde Usun. Caminamos hacia el final de la foz al encuentro del río. Un sencillo paseo llega a la ermita de San Pedro. Un puente cruza sobre el río situándonos en la margen izquierda donde se ubica el templo. Sobrepasado el que fuera el primer monasterio que se documentó en Navarra en el año 829, de bello crismón románico y uno de los mejores conservados en Navarra, seguimos para asomarnos sobre las aguas esmeraldas desde la canaleta sobre el río.

Por la vertiente opuesta la senda asciende a los campos de labor ofreciendo una bonita vista del final de la foz. Podemos cerrar este recorrido con un trazado circular retornando al pueblo de Usun (3,5 km).

RUTAS POR EUSKAL HERRIA

NAVARRA Foz de Arbaiun

Del libro Rutas a foces, gargantas y desfiladeros de Juan Carlos Muñoz y Mar Ramírez

Editorial: Sua Edizioak