Grecia ha vivido un verano horrible con olas de calor y unos incendios descomunales a los que siguieron unas dramáticas inundaciones que han dejado muy tocado al país heleno. Unos desastres naturales que han provocado una escasez de pastos para los animales, para los que han podido sobrevivir a tantas desgracias. Y claro, los animales se buscan la vida para poder alimentarse, como ha hecho un rebaño de ovejas, que ha comido algo que no debía y que no estaba pensado para ellas.
En Amyros, un pequeño pueblo de la región de Magnesia, en el centro de Grecia, un pastor se dio cuenta de que sus ovejas, casi todas, tenían unos comportamientos extraños que no había visto nunca en ellas. Y pronto encontró la explicación: los animales, hambrientos tras no encontrar sus pastos habituales, llegaron hasta un invernadero propiedad de una empresa farmacéutica en el que se cultivaba marihuana con fines medicinales. Para las ovejas se trataba de unas plantas más, y procedieron a engullirlas, nada menos que 100 kilos.
Para los propietarios del invernadero ha sido el remate a un cúmulo de desgracias. "Con la ola de calor perdimos una gran parte de la producción. Después llegaron las inundaciones y nos quedamos sin el resto. Y al final un rebaño de ovejas ha entrado, no sabemos cómo, en el invernadero, y se ha comido lo que quedaba", explicaba uno de ellos a un diario local.