El Gobierno vasco se dispone a romper otro de los grandes tabúes en la negociación de las competencias que le corresponde gestionar en virtud del Estatuto de Autonomía de Gernika, y que llegan ya con 46 años de retraso. La Comisión Permanente liderada por el lehendakari Pradales y por el presidente Sánchez acordó el pasado martes que se abra el melón de los aeropuertos, que se ponga en marcha una subcomisión para estudiar distintas fórmulas con el objetivo de que las instituciones vascas puedan “coparticipar” en la gestión, conectividad y competitividad de los aeropuertos de interés general ubicados en Loiu, Foronda y Hondarribia; y que el resultado de esos trabajos se presente como máximo en cuatro meses de plazo. La gestión de los aeropuertos ha sido durante décadas una de las materias intocables para los sucesivos gobiernos españoles, como lo eran hasta hace poco la gestión de las prisiones (que ya tiene asumida el Gobierno vasco desde octubre de 2021), o la gestión del régimen económico de la Seguridad Social (que se empieza a desbrozar con acuerdos sobre las prestaciones no contributivas del cuidado familiar). En el caso de los aeropuertos, el proceso de privatización del operador Aena, del 49%, ha añadido mayores dificultades al proceso. Pero todos estos factores que pueden servir para desalentar a las partes tienen un claro contrapeso: el trabajo exploratorio que ha venido realizando el PNV desde el año pasado en el Congreso de los Diputados.
En diciembre de 2024, quedaba registrada en la Cámara estatal la enmienda del PNV al proyecto de Ley del Gobierno de Pedro Sánchez que modifica las leyes de Navegación Aérea y Seguridad Aérea. La enmienda 31 de los jeltzales proponía crear una filial vasca de Aena con participación de la comunidad autónoma. “Se autoriza a Aena para la constitución de una sociedad filial con participación de la comunidad autónoma de Euskadi cuyo objeto será la ordenación, dirección, coordinación, explotación, conservación, administración y gestión de los aeropuertos de interés general ubicados en el territorio de la citada comunidad autónoma y de los servicios afectos a ellos. Por acuerdo del Consejo de Ministros se llevará a cabo la creación de la citada sociedad filial que ostentará a efectos legales la condición de gestora aeroportuaria de los tres aeropuertos sitos en la comunidad autónoma de Euskadi”, decía.
El PNV proponía vehiculizar esta petición a través de una disposición adicional cuarta en el real decreto ley 13/2010 de privatización parcial de Aena, y que precisamente contempla ya en su artículo 10 la posibilidad de crear “sociedades filiales”. En concreto, ese artículo dice que “corresponderá a Aena Aeropuertos, S.A. la explotación de todos los aeropuertos y helipuertos integrados en la red atribuida a su gestión, sin perjuicio de que pueda llevar a cabo la explotación individualizada de cualesquiera de ellos” mediante “la creación de sociedades filiales”. El PNV se agarró a esa percha para concretar una filial vasca.
En la votación de las enmiendas que se produjo ya este año, la propuesta del PNV no salió adelante y no contó, por tanto, con el respaldo de los socialistas. Obtuvo 27 votos a favor, 303 en contra y 4 abstenciones. La réplica de los socialistas al PNV corrió a cargo de Milena Herrera García, quien no llegó a confrontar de manera abierta con los jeltzales, no citó de manera expresa su enmienda, e interpretó, en cambio, que otras enmiendas añadidas al proyecto van en la dirección de impulsar una gestión más participativa y próxima a los territorios, algo que reconoció que es necesario. De todos modos, fuentes del departamento de Autogobierno que dirige Maria Ubarretxena confirman a Grupo Noticias que se mantiene el espíritu de la propuesta del PNV en las negociaciones que va a mantener con el Gobierno español.
Los argumentos de la parte vasca, las rutas transoceánicas, competitividad...
Este asunto lo conoce de primera mano la actual portavoz del PNV en el Congreso, Maribel Vaquero, que se encargó de gestionar esta propuesta antes de ser proclamada al frente del grupo jeltzale y antes de que se produjera una reasignación de tareas. Le tomó el testigo Nerea Renteria, quien defendía durante el debate en el Congreso que “en otros países se han implementado estos sistemas de gestión compartida con éxito”, y Euskadi debe “participar activamente en sus infraestructuras estratégicas”.
Renteria aclaró que el PNV no pretendía “la ruptura” con el Estado, y dio tres argumentos para respaldar la creación de la filial vasca: “En primer lugar, por la eficiencia y la especialización. La gestión aeroportuaria requiere conocimiento detallado de las necesidades locales; un modelo descentralizado permitirá una planificación estratégica más acorde con las demandas de nuestra economía y nuestra sociedad. En segundo lugar, el impulso económico y logístico. La capacidad de Euskadi para influir en la administración de sus aeropuertos potenciará el desarrollo industrial, el turismo y el comercio, garantizando que estas infraestructuras estén alineadas con los objetivos de la comunidad autónoma. Y, en tercer lugar, el compromiso con la sostenibilidad. Euskadi cuenta con una firme estrategia medioambiental y creemos que la participación directa en la gestión aeroportuaria permitirá una integración más efectiva de medidas sostenibles en la planificación y operación de estas infraestructuras”.
El departamento de Autogobierno pone en valor que el acuerdo para crear una subcomisión y presentar unos resultados en cuatro meses ha sido muy peleado. Maria Ubarretxena dijo este jueves en Euskadi Irratia que ha sido un pacto “de último minuto”. “La puerta a que el Gobierno vasco o Euskadi pueda tomar parte en la gestión de los aeropuertos siempre ha estado cerrada. Se ha visto como un paso la conexión a Nueva York, pero tomar parte en la gestión nos abre la puerta a otros países, a los vuelos transoceánicos, a diferentes rutas y también en términos de transporte logístico en Foronda. Aena está cotizada al 49% por empresas privadas, y ha sido un obstáculo para la participación vasca, pero ahora el acuerdo supone estudiar cómo se puede materializar la participación vasca, y va a tener participación en los tres aeropuertos”, dijo. La Constitución atribuye al Estado la competencia de los aeropuertos de interés general en el artículo 149.1.20, pero el Estatuto también reconoce atribuciones a la parte vasca en el 10.32.
Seguridad Social
Ubarretxena siguió presionando a Sumar para que transfiera las prestaciones y subsidios de desempleo e incluso pidió a Lander Martínez que, si cree que Euskadi lo tiene que gestionar, “que hable con su partido y lo facilite”. Dejó caer, además, que el ministerio de Trabajo le proponía un acuerdo a medias, y por eso no se aceptó. Por otro lado, en materia migratoria, recordó que aún hay herramientas que la comunidad no tiene, como la gestión de los permisos de residencia.