El foro de seguridad que ha puesto en marcha el Gobierno de Pradales, Basque Segurtasun Foroa, comienza a aterrizar, a bajar a suelo, a través de reuniones concretas para sentar en torno a una mesa a los diferentes agentes implicados en esta tarea. En el transcurso de un año, tendrán lugar 31 sesiones de trabajo, sobre todo, en las 24 comarcas que cuentan con una comisaría de la Ertzaintza. Tras la inauguración a cargo del lehendakari Pradales la semana pasada, el consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, será quien lidere esta fase de contactos, y este miércoles abrió la espita con una reunión en Gueñes. En declaraciones a los medios de comunicación, lanzó dos mensajes: por un lado, ha tomado nota de la “preocupación” ciudadana por determinados tipos de delitos que afectan a la integridad física de las personas, especialmente de las mujeres, y hay propósito de mejora; y, por otra, realizó la primera declaración de intenciones al apostar por la “coordinación” entre todas las instituciones para que la ciudadanía se sienta segura.
“La seguridad es un servicio público, y tenemos la obligación de escuchar a la sociedad y saber lo que espera de un servicio público como este. La sociedad está indicando algunas preocupaciones con respecto al presente y futuro. Hay una preocupación por los delitos, por la integridad física de todas las personas, especialmente de las mujeres; los fenómenos meteorológicos extremos como los incendios, el calor o las inundaciones; y la ciberseguridad. Se trata de escuchar a la sociedad y ver cómo podemos mejorar la respuesta que estamos dando desde las instituciones”, dijo Zupiria.
Ese fue su diagnóstico preliminar, pero también apuntó ya un objetivo nuclear para esta dinámica. Aseguró que la primera medida que hay que poner en marcha es “coordinar bien a todas las instituciones y trabajar juntas para que la ciudadanía se sienta segura en las calles y se sienta protegida”. “La ciudadanía nos demanda que estrechemos la colaboración institucional entre gobierno, diputaciones, ayuntamientos, la Ertzaintza, las policías locales, bomberos o todos los cuerpos de voluntarios del país y otro tipo de entidades, empresas y el sector educativo. Tenemos que responder a esa demanda estrechando la relación. Y ese es el objetivo de estos encuentros”, sostuvo. Se ha elegido Enkarterri para empezar esta fase de encuentros porque es un área extensa que está atendida por la comisaría de la Ertzaintza de Balmaseda, aunque Zupiria no quiso conceder una mayor singularidad a este emplazamiento vinculándolo con algún tipo de delito o demanda específica.
La reunión tuvo lugar en la casa de cultura de Sodupe. Zupiria realizó una exposición con un power point en una sala que contó con la presencia de miembros de protección civil, la Policía municipal, Ertzaintza o Cruz Roja, sentados en corrillo en varias mesas. Estuvieron presentes varios responsables de la Ertzaintza de Enkarterri y Bizkaia, alcaldes y concejales de la comarca, y algunos agentes del mundo empresarial y social. Tras la exposición de Zupiria, comenzó una dinámica "participativa", según informó el Gobierno vasco, para conocer de "primera mano" cuáles son los principales retos a juicio de esos agentes.
El objetivo de estos encuentros es elaborar un diagnóstico de la situación para enriquecer el Plan de Seguridad Integral 2026-2030, con una perspectiva amplia que incluya no solo la mirada más clásica de la seguridad ciudadana vinculada a delitos como los robos y la violencia machista, sino también a las emergencias por climas extremos, los actos multitudinarios, la garantía de suministros y otras preocupaciones que puedan poner encima de la mesa los agentes implicados. Zupiria comienza ya a recabar y tomar nota de las primeras aportaciones e inquietudes, empezando por Gueñes y con la intención de que los testimonios recabados allí sean representativos de Enkarterri.
Sumar esfuerzos
La coordinación entre instituciones se presenta como uno de los elementos clave en este debate para implicar a todos los agentes aludidos (desde las policías municipales hasta los bomberos y las diferentes infraestructuras o la judicatura), y para afinar el intercambio de información, la persecución del delito, la detección de amenazas o la celebración de juicios más rápidos, una idea que no mencionó este miércoles Zupiria pero que ha estado presente más de una vez en su discurso. Tener una relación fluida puede salvar vidas en materia de violencia machista y, en ese sentido, ya están interconectados los sistemas EBA y Viogen-2, es decir, los expedientes y evaluaciones de riesgo de los Gobiernos vasco y español.
El consejero reconoció el aumento de ciertos tipos de delitos (sobre todo, los datos son llamativos en el caso de las agresiones sexuales, que según el informe 2024 del Estado de la Seguridad Pública en Euskadi se elevaron en un 29%, quizás también porque ahora se denuncia en mayor medida). “Es un hecho innegable que algunos tipos de delincuencia han venido creciendo desde la época de la pandemia y exige una colaboración. Es importante la labor policial, la colaboración con la justicia, y es uno de los objetivos de este foro de la seguridad”, argumentó.