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Primer aniversario como lehendakari

Pradales construye su propio relato de lehendakari en solo un año de mandato

En su primer año pasa de ser un gran desconocido a tener una alta valoración entre los líderes políticos. No ha dudado en asumir riesgos para un “gobierno de acción” en un escenario de incertidumbre

Pradales construye su propio relato de lehendakari en solo un año de mandatoEP

Cuando el 22 de junio del pasado año Imanol Pradales juró el cargo de lehendakari en Gernika-Lumo era un gran desconocido para el votante medio y en general para quien no seguía la letra pequeña de la actualidad política vasca. Su ganada reputación como gestor tras su paso por la Diputación vizcaína no le granjeó popularidad, ni mucho menos aseguraba que fuera un líder de gobierno, ni tampoco tranquilizaba a muchos de los suyos de que fuera el antídoto que devolviera a su partido a los niveles de aceptación electoral de antaño después de que las elecciones autonómicas se resolvieran con un empate a 27 escaños con EH Bildu y solo un puñado de miles de votos más que la coalición abertzale. Un año después Pradales ha disipado todo tipo de dudas ante propios y extraños sobre su solvencia y crédito al frente de Ajuria Enea. Ahora es ampliamente conocido y, si se hace caso al último Sociómetro, recibe la nota más alta entre los líderes de los partidos vascos

La tarjeta de presentación de Pradales está escrita con sus propios renglones. En este año ha logrado desbaratar los comentarios e insinuaciones que le presentaban como un clon de su predecesor, Iñigo Urkullu, tanto en las formas como en sus recetas políticas. Y, si bien es cierto que en el aspecto formal tienen algunas similitudes evidentes y en sus discursos comparten las esencias del ideario jeltzale –entre otras razones porque ha heredado de su antecesor un escenario de estabilidad institucional y una situación económica y social favorable–, Pradales se esmera en proyectar otro look y modus operandi, y es innegable que tiene su propia narrativa y sus propios esquemas y discursos. En un año se ha hecho con las riendas del Gobierno y con el cargo de lehendakari y ha marcado su propio perfil, ha inventado su propio estilo y se ha creado su traje a medida de lehendakari.

También el método ha variado: Pradales asume más riesgos, porque como dijo él al inicio de su andadura como lehendakari era mejor fallar que arrepentirse por no intentar hacer algo. “Desde el primer día dejé claro que prefería intentarlo y equivocarme que no hacerlo”. Tal vez porque no le queda otra si quiere afrontar las principales demandas puestas sobre la mesa en los últimos tiempos. Ya lo avanzó el propio lehendakari: “Somos un Gobierno de acción en un escenario de incertidumbre, que mira a los problemas de frente, arriesga y ofrece nuevas respuestas”.  

Proyecta una imagen de líder dialogante y lo ha llevado a la práctica manteniendo una relación directa con los partidos políticos y los principales agentes económicos y sociales de Euskadi, demás de con el tejido industrial, en un contexto de gran volatilidad e incertidumbre económica global por las medidas arancelarias adoptadas por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el genocidio de Israel sobre Gaza que ha eclipsado y relegado al olvido la invasión rusa de Ucrania y sus devastadoras y fatídicas consecuencias.

La primera apuesta arriesgada la tomó nada más hacerse con el cargo ya que aumentó la estructura de gobierno con cuatro departamentos, en una muestra de ambición para llegar más lejos a la hora de atacar a los problemas de manera más sectorial si cabe.

BICEFALIA

Ajuria Enea-Sabin Etxea. La bifecalia habitual en el PNV ha coincidido con una renovación en un corto lapso de tiempo de los mandatarios jeltzales: el lehendakari del Gobierno español (Imanol Pradales) y el burukide del partido (Aitor Esteban, que sustituyó en abril a Andoni Ortuzar). Ajuria Enea y Sabin Etxea han seguido alineados sin grietas ni roces, buscando cada uno su ámbito propio, pero también los intereses compartidos, lo que ha preservado el difícil equilibrio de la bicefalia.


DESACUERDOS ENCAUZADOS

Eneko Andueza. PNV y PSE-EE llevan nueve años consecutivos cogobernando juntos siempre con lehendakari jeltzale. Sin embargo, este arranque de legislatura ha registrado momentos de tensión y de diferencias entre los socios. Sobre todo, por las andanadas del secretario general de los socialistas de la CAV, Eneko Andueza, contra Pradales y el PNV por sus desacuerdos en temas como el decreto de universidades, el papel de la inmigración en Euskadi o la conexión ferroviaria del Tren de Alta Velocidad con Nafarroa. Los dos partidos han logrado encauzar esos episodios de alta tensión echando pelillos a la mar y recordando expresamente que la coalición goza de “una buena salud”.

Osakidetza

En un acto reciente, Pradales afirmó que el 54% del programa comprometido por su partido, el PNV, y por los socios del PSE-EE ya está en marcha: “Estamos cumpliendo la palabra dada. Es nuestra obligación”. Y puso como ejemplo algunas cifras como la superación del millón de cotizantes a la Seguridad Social, la reducción de las listas de espera de Osakidetza, tanto en intervenciones como en ambulatorios, o la gratuidad del transporte público para menores de 12 años. 

También ha puesto las bases para ahormar acuerdos para desbloquear los convenios en Ertzaintza y de la enseñanza pública, así como poner en marcha las palancas necesarias para paliar el grave problema del acceso a la vivienda, la propuesta de desburocratización de la administración, la creación de una Alianza Financiera público privada en áreas estratégicas como la automoción o la fabricación avanzada, la defensa, promoción y revitalización del euskera o el cupo energético. A todo ello hay que añadir las transferencias estatutarias pendientes y ya cerradas con el Gobierno de Pedro Sánchez.

En un contexto internacional y estatal tan caliente en los últimos tiempos y tan llenos de ruido, Pradales ha buscado todo tipo de rendijas para colar su mensaje con voz clara y directa. No lo ha tenido fácil con los titulares copados por las estridencias de Trump, las barbaries de Netanyahu, los excesos de Isabel Díaz Ayuso. No es una competencia fácil para un gobierno y un lehendakari refractarios a la desmesura, la polarización y los extremismos políticos

En su agenda no ha dudado en incluir cuestiones de orden internacional como las medidas para combatir en Euskadi y en Europa la guerra arancelaria proclamada por el presidente Trump o el populismo y los extremismos alumbrados en Europa. 

Tampoco le ha temblado el pulso a la hora de señalar y combatir los discursos ofensivos de Madrid contra el autogobierno vasco o el euskera, como ha ocurrido este mes con las manifestaciones de la presidenta de la Comunidad de Madrid contra la utilización del euskera y su gesto de despojarse de los pinganillos y marcharse de la sala cuando el lehendakari tomó la palabra en la Conferencia de Presidentes. 

Pacto ético

En Euskadi el clima es diferente a la polarización rampante del Estado. Para afianzarlo Pradales presentó a los partidos un pacto ético con el que pretende crear un cortafuegos que evite el contagio de la política del ruido y el barro que se ha adueñado en el ruedo ibérico. La sombra de la corrupción que acecha sobre la política española ha alcanzado su cénit con las grabaciones publicadas sobre la trama Koldo, en la que también aparecen implicados los dos últimos secretarios de organización del PSOE José Luis Ábalos y Santos Cerdán. Pradales, que cogobierna con los socialistas, ha pedido alejar ese “ambiente político bochornoso”.

“El debate público forma parte de nuestro modelo de gobernanza. En este sentido, agradezco la crítica constructiva que recibimos por parte de distintos agentes de la sociedad y de los grupos de la oposición. Agradezco la forma y el respeto que, en general, se está manteniendo en el debate público vasco”, proclama Pradales y añade que esta idea es importante porque no todo vale en política. “El insulto, la descalificación personal, el mal tono o la polarización no debieran tener cabida en nuestra acción diaria. Debemos evitar que el bochornoso ambiente político que se respira en Madrid llegue a Euskadi porque, en ocasiones, también aquí vemos ligeros 'tics' populistas y demagógicos. Debemos evitarlos a toda costa”, ha subrayado en una de sus últimas intervenciones públicas.

La sombra de la corrupción se agranda en torno a Pedro Sánchez con los últimos audios publicados sobre Cerdán. Nunca como ahora la amenaza de un final abrupto de la legislatura de Sánchez parece tan difícil de sortear, a pesar de la más que sobradamente demostrada capacidad de aguante del presidente español ante las graves adversidades. El Gobierno vasco, y el PNV, tienen acordados con el español el cierre del Estatuto de Gernika con sus transferencias pendientes, siempre con el autogobierno y la bilateralidad en la relación Euskadi-Estado como telón de fondo. 

Pradales ha labrado una potente relación con el presidente español con quien, en solo un año, se ha reunido hasta en cuatro ocasiones y con aparente satisfacción por ambas partes. En este lapso, el Gobierno vasco ha cerrado los traspasos de meteorología, permisos de trabajo para extranjeros, ordenación y gestión del litoral, gestión de la actividad cinematográfica y audiovisual y vigilancia de orden público en puertos y aeropuertos. 

transferencias Quedan pendientes de transferir una veintena de materias, entre ellas las políticas pasivas de empleo, puertos y aeropuertos de interés general y la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. Un eventual adelanto electoral dejaría en el aire el futuro de estas transferencias, así como otros compromisos adquiridos por el Gobierno de Sánchez en el acuerdo de investidura con el PNV en materia de reconocimiento de Euskadi como nación.

Al igual que Urkullu, Pradales ve clara la importancia de colocar a Euskadi en el ámbito europeo y reforzar las relaciones con instituciones clave como la Comisión Europea. Por ello se ha multiplicado para participar en diferentes foros europeos y abordar cuestiones estratégicas como la transición energética, las conexiones internacionales, la defensa del euskera o la macrorregión Atlántica.