Junto a la cuestión nacional y el autogobierno, el lehendakari Imanol Pradales ha priorizado en este su primera año al frente del Gobierno vasco la búsqueda de soluciones a las principales preocupaciones materiales de la ciudadanía vasca. Son varios los frentes que ocupen con letra en rojo su agenda diaria de trabajo y entre ellos la situación de Osakidetza ocupa un lugar preminente. En este terreno, los principales frentes de trabajo son la reducción de las listas de espera, la provisión de médicos y la mejora de los servicios públicos de salud.

El plan de choque puesto en marcha, según datos ofrecidos por el consejero del ramo Alberto Martínez, ha logrado hasta la fecha la reducción de la demora en la Atención Privada a 1,7 días y las listas de espera quirúrgica por debajo de los 60 días. Previsiblemente este mes de junio se sellará el pacto vasco de Salud, con la incógnita de si firmarán todos los agentes que forman parte de la mesa.

La vivienda siempre es uno de las preocupaciones principales de todos los gobiernos pero en este año se ha convertido en el tema estelar del Ejecutivo vasco. La escasa disponibilidad de vivienda, en propiedad o alquiler, ha encendido las alarmas y el Gobierno vasco acaba de registrar en el Parlamento una Ley de Medidas Urgentes que pretende acelerar la construcción de vivienda.

Pacto educativo

Educación ha sido también una de las patatas calientes de la pasada legislatura y del comienzo de esta. Finalmente, el Departamento liderado por Begoña Pedrosa ha cerrado un acuerdo con los sindicatos basado en la subida salarial del 2% aplicable desde el mes siguiente a la firma del convenio hasta agosto de 2026 y del 2,5% en los dos próximos cursos, lo que supone una subida del 7%.

Además, se ha acordado una fórmula de adelanto de la edad de jubilación, contemplando la posibilidad de adelantarla 18 meses, acumulando reducciones de jornada desde los 60 años hasta la edad de jubilación. 

Otro de los frentes abiertos también desde la pasada legislatura ha sido el de las protestas de los ertzainas. El conflicto se cerró a comienzos de año con un acuerdo con contempla la subida salarial de un 10% de media para los agentes