Albares insiste en que el euskera tiene que ser oficial en Europa
En un carta a los diarios del Grupo Noticias, el ministro ve “irreversible” el camino de la oficialidad
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, reitera el compromiso del Gobierno español por la oficialidad del euskera, catalán y gallego en las instituciones de la Unión Europea. Para el titular de exteriores se trata de un “camino irrenunciable para el Gobierno e irreversible”.
Albares aboga porque las tres lenguas puedan ser utilizadas en Europa en pie de igualdad que el resto “porque más de veinte millones de europeos viven en territorios donde se hablan estas lenguas y porque todas nuestras lenguas son profundamente europeas y porque la historia y la literatura europea no se entiende sin Cervantes, tampoco sin Salvador Espriu, Rosalía de Castro o Bernardo Atxaga”.
En un artículo publicado este domingo en la sección de Opinión de los cuatro diarios del Grupo Noticias, el ministro asegura que euskera, catalán y gallego forman parte de “nuestra identidad nacional” y que, en consecuencia, deben ser oficiales de la Unión Europea. Subraya que no se trata de una reivindicación caprichosa, sino que responde a un anhelo muy extendido y a una realidad objetiva. En este sentido, recuerda que casi un millón de europeos hablan euskera, unos tres millones hablan gallego y más de diez millones hablan catalán, muchos más que otras lenguas oficiales de la Unión Europea.
“Tienen que ser oficiales en Europa porque más de 20 millones de europeos viven en territorios donde se hablan estas lenguas”
Asimismo, resalta que la oficialidad tiene encaje en la Constitución española ya que tiene como objetivo declarado proteger “sus culturas y tradiciones lenguas e instituciones” y también se refiere a “la riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España” que hay que respetar y proteger. Albares coge el guante y asegura para el Gobierno de España, “proteger y promover nuestras lenguas es una obligación y una respuesta al mandato constitucional”.
Además de una obligación, el ministro de exteriores asegura asumir la oficialidad de las tres lenguas como una “convicción” democrática y cívica, irrenunciable, “porque no podemos renunciar a nuestra identidad nacional”, e irreversible, “porque va más allá de un momento coyuntural”. Por todo ello declara que “no se puede gobernar España dando la espalda a más de veinte millones de españoles y a la Constitución española”.
Votación aplazada
El pasado 27 de mayo, el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea aplazó la votación que planteaba el Gobierno español para reconocer la oficialidad del euskera, catalán y gallego a la vista de que algunos países no estaban por la labor y por tanto no se iba a conseguir el requisito necesario de que ni un solo país de los Veintisiete del club comunitario votará en contra. De este modo, la opción de que puedan ser reconocidas oficialmente sigue viva a la espera de una próxima votación a finales de este mes.
En este contexto, Albares destaca que la oficialidad no responde solo a una demanda interna sino que además es la consecuencia de una “aspiración” amparada por el Tratado de la Unión Europea que, en su artículo 3.3, señala que la Unión respetará la riqueza de su diversidad cultural y lingüística y, en su artículo 4, establece la obligación de que la Unión respete la identidad nacional de los estados miembros.
“El reconocimiento de nuestras lenguas no es solo una obligación, es una convicción profunda”
Ante los recelos de los países del club de los Veintisiete que no apoyaron la oficialidad, el ministro trata de disipar las dudas y señala que esta aspiración “no debe suponer inquietud alguna para nuestros socios comunitarios, ya que hemos establecido unos criterios que impiden que sea un precedente para aquel Estado que no lo desee”. Así, Albares asegura que España correría con los gastos de la oficialidad de dichas lenguas a partir de 2027. El Estado se ha ofrecido a pagar los gastos que serían de unos 132 millones de euros al año.
El ministro apremia a Europa a “recorrer juntos”, con España, el camino a la oficialidad e incluye a los partidos políticos y grupos parlamentarios en este viaje, en alusión sobre todo y sin citarlo al PP que ha maniobrado con diplomacia paralela con sus partidos hermanos en Europa para boicotear la oficialidad. “Tenemos que hacerlo unidos en defensa de nuestra Constitución y desde el orgullo de nuestra identidad nacional”, apostilla Albares en la carta enviada a los diarios del Grupo Noticias.