EH Bildu está inmersa en un viraje hacia posiciones más flexibles en materia energética, y se abre a respaldar la construcción de grandes parques fotovoltaicos y eólicos bajo determinadas condiciones y con el control público. Este giro, como ya sucedió con el autogobierno o las vías pacíficas, no ha llevado consigo que EH Bildu haga autocrítica sobre las posiciones que ha mantenido históricamente la izquierda abertzale, que arremetía con carácter general contra cualquier macroproyecto. El PNV lleva días recriminando esa actitud, pero este lunes Pello Otxandiano ha eludido cualquier responsabilidad en el retraso a la hora de implementar esas tecnologías o en el insuficiente nivel de producción energética en la comunidad autónoma vasca. El portavoz parlamentario de EH Bildu se escudó en que su grupo no ha tenido responsabilidades de gobierno a nivel nacional y, aferrándose al sentido más literal de la palabra, cree que no ha bloqueado nada en los ayuntamientos que dirige porque se ciñen a los informes que emiten los secretarios municipales.
A Otxandiano le plantearon el debate energético en una entrevista en ETB-1, donde criticó la alta dependencia de los tres territorios de la CAV, porque “solo producimos el 6% de la energía que consumimos”. “Llegamos muy tarde y sin hacer los deberes”, señaló. En Nafarroa, “la situación es diferente”. Otxandiano no llegó a apuntar de manera explícita a los sucesivos gobiernos vascos, al PNV ni al PSE, aunque de manera indirecta sí lo hizo cuando criticó que no esté aprobado el plan territorial sectorial de renovables, y que sea prácticamente “imposible” alcanzar los objetivos de la Ley de Transición Energética (la que su grupo pactó con PNV y PSE en el tramo final de la legislatura de Urkullu, y que defendía que las energías renovables supongan un 32% en 2030). “Hay unas responsabilidades”, se limitó a decir, sin poner siglas. Además, aludió a los “más de cien proyectos” pendientes de aprobación en los tres territorios, que generan “inquietud” entre los vecinos.
Esa referencia a la “inquietud” vecinal fue la que dio pie a ETB-1 a preguntar cómo se pueden apaciguar esas dudas, ante lo cual Otxandiano recetó un “control público importante” y un proceso de escucha hacia esas comunidades de vecinos. Admitió que “hay que concienciar a la gente” y hacer “pedagogía política” para defender esta apuesta porque solo así se podrá garantizar que el país siga siendo industrial. Fue entonces cuando preguntaron a Otxandiano si EH Bildu ha hecho algo mal en los últimos años. “EH Bildu no ha tenido responsabilidades de gobierno”, zanjó. Cuando le insistieron con la idea de que ha habido confrontación en determinados municipios y los ayuntamientos han “bloqueado” proyectos, Otxandiano respondió que “difícilmente se puede bloquear” porque eso hubiera supuesto abrir un proceso judicial, y los ayuntamientos de EH Bildu “en general” lo que han hecho es “no ir en contra del criterio del secretario municipal”. Por ello, concluyó que no se puede poner el foco en los ayuntamientos porque “no tienen competencias ni capacidad”, y estas son “infraestructuras de país o de Estado”.
Hacer pedagogía
Por lo tanto, EH Bildu no reconoció ninguna responsabilidad en los retrasos o la falta de soberanía energética de la comunidad autónoma. Lo que sí reconoció, a futuro, es que “se puede hacer pedagogía” y EH Bildu “lo está haciendo” y seguirá por ese camino en los próximos meses, con vistas al pronunciamiento final que realizará en septiembre. Reconoció la preocupación inicial con la que recibió el ataque a la vivienda de su hermano, responsable de sostenibilidad en Fagor, pero apostó por abordar todos los debates.