El lehendakari, Imanol Pradales, ha criticado que Madrid "se ha convertido en una suerte de capital total que drena los recursos de la periferia", y ha advertido que se está tensionando el modelo territorial.

En una entrevista recogida por Europa Press, Pradales cree que se está dando una "centralización del poder económico y financiero y no una distribución del mismo".

"Es una inercia. Es una tendencia que va más allá del color político de los gobiernos españoles. Es una corriente de fondo", ha remarcado Pradales, que dice que "Madrid se ha convertido en una suerte de capital total que drena recursos de la periferia".

Según apunta, esta concentración se da también en el ámbito de la conectividad, que es un factor "fundamental" de competitividad y para el crecimiento. Como ejemplo, señala que Euskadi no tiene un aeropuerto con capacidad de conexión transoceánica o que sigue desconectado de la alta velocidad ferroviaria.

Pradales alude a que las mayoría de las inversiones relacionadas con los data center o instalaciones similares se ubican en Madrid y también, en el caso de los fondos europeos, es "Moncloa quien decide su distribución" en base "a un criterio político que se establece desde Madrid".

En su opinión, esta distribución de recursos y oportunidades que "tiende a la centralización" impide abordar "una financiación de las autonomías más equilibrada y equitativa". "Se esta tensionando claramente la estructura territorial", añade.

También ha aludido al hecho de que las inversiones extranjeras "no vayan más allá de la sala VIP de Baraja" y que se "decida todo desde Madrid, lo que "plantea un problema".

Pérdida de opciones

Todo ello, junto a la falta de un aeropuerto transoceánico y del AVE, en el caso de Euskadi "está generando una pérdida de opciones de desarrollo industrial, tecnológico, científico, logístico o de movilidad, que van en contra de su desarrollo".

"Se está tensionando el modelo terrritorial. Y no sólo me refiero a Catalunya o Euskadi. Vemos que surgen quejas desde la Comunidad Valenciana. La propia Andalucía también levanta la voz", indica Pradales que afirma haberle trasladado a Sánchez esta preocupación.

El Lehendakari asegura que es importante que el Estado español "no juegue nuevamente al centralismo y al jacobinismo en esta cuestión troncal, sino que se apoye en el conjunto de los ámbitos territoriales que tienen capacidades".   

"Respeto" al concierto vasco

Preguntado sobre el debate en torno a la financiación catalana, Pradales ha pedido "respeto" al Concierto económico vasco y también al eventual pacto que se llegue sobre la financiación catalana.

Pradales ha calificado, textualmente, de innecesario que se adjetive como solidario una posible reforma de la financiación para Catalunya, en referencia explícita a las declaraciones del expresidente de la Gerneralitat, Pere Aragonès, en su discurso de despedida de la presidencia catalana.

"Cada uno puede denominar su modelo como crea más oportuno, pero la apostilla para contraponerlo a un presunto modelo insolidario creo que fue absolutamente desacertada", ha dicho.

Ha destacado que, con el Concierto vasco, Euskadi aporta el 6,24% de las cargas asumidas por el Estado en todos sus conceptos, incluida la deuda; que lleva una "gestión rigurosa y responsable de los recursos públicos y de las capacidades fiscales propias"; y que asume un riesgo porque las aportaciones al Estado no disminuyen si la economía vasca no crece.   

"Exceso de tensión" en la legislatura

Respecto a la legislatura en el Congreso, ha opinado que hay un "exceso de tensión que dificulta el diálogo", pero cree que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere "una legislatura larga" y, a su juicio, hará "lo que tenga que hacer para mantener sus socios.

Pradales dice que sería "deseable" que se aprobasen los Presupuestos porque, de lo contrario, va a ser "muy complicado mantener dos años seguidos a un Gobierno sin presupuesto aprobado y sin capacidad legislativa". "Por el bien de la estabilidad, es lo deseable", añade.

Asimismo, ha reiterado la necesidad de desplegar completamente el actual Estatuto de Gernika, y abordar después una renovación del marco estatutario que "garantice la bilateralidad" en la relación con el Estado con, entre otras cuestiones, la capacidad de Euskadi de tener voz propia en Europa y garantías para el autogobierno.