El expresident catalán Carles Puigdemont ha dado este sábado por hecho que será detenido al regresar a España, lo que ha prometido que hará cuando, "en muy pocos días", tenga lugar el debate de investidura en el Parlament: "Si se salen con la suya, imagino lo que me espera y sé lo que debo hacer".

En una carta de tres páginas publicada en la red social X, el expresident también asume que si es arrestado -sobre él pesa una orden de detención nacional, tras no aplicársele la amnistía por el delito de malversación-, su estancia en prisión puede ser larga.

"Sé que mi retorno puede comportar la detención e ingreso en prisión, quién sabe por cuánto tiempo", indica Puigdemont, que asegura que no dejará que se le use como "objeto de negociación" ni que su eventual encarcelamiento sirva para "abonar ninguna decisión política que comporte renunciar a la lucha" por la independencia de Cataluña.

Puigdemont señala que el hecho "relevante" en caso de ser detenido será "la evidencia de que en España las amnistías no amnistían, hay jueces dispuestos a desobedecer la ley y el Gobierno español se lo mira con la indolencia del resignado".

"Quien crea que esto no tendrá consecuencias, se equivoca. Verme encarcelado ha sido el sueño frustrado de los perseguidores españoles durante siete años. Para hacerlo deberán violar muchas cosas", prosigue antes de resolver que esta "actitud antidemocrática y antiliberal de los aparatos del Estado no es intrascendente" para la causa de la independencia.

El expresident, líder de Junts, denuncia ser objeto de "un golpe de Estado híbrido" en el que "los poderes del Estado han usado un nivel de violencia política incompatible con la democracia", al tiempo que asegura que defenderá la independencia "sin ninguna renuncia", es decir, mediante la "negociación bilateral cuando se den las condiciones" o con "la acción unilateral cuando sea la única alternativa al alcance".

Asevera también que si no se le aplica la amnistía es porque los jueces "incumplen" la norma, que cuenta con un redactado que "cierra la puerta a interpretaciones perversas", de modo que acusa a la judicatura de estar "en rebeldía contra las instituciones democráticas".

Esta carta llega el día después de que las bases de ERC avalaran, con un 53,5 % de apoyo, votar como president al socialista Salvador Illa. Una decisión que "hace que la detención sea una posibilidad real en muy pocos días", según denuncia Puigdemont.

El expresidente catalán acusa a ERC de haber emprendido en los últimos años "campañas de desprestigio" contra su figura y asegura que un ejecutivo presidido por Illa sería "un Govern de carácter españolista", "alérgico a la plena normalización de la lengua catalana y que no tendrá ninguna capacidad de negociación real con el Gobierno español para resolver un conflicto histórico".