Los retos que afronta Euskadi son comunes y globales, y por tanto no deben afrontarse de forma individual sino que debe primar la colaboración interinstitucional. Un trabajo en común que, además, redundará en un mejor resultado. Esta fue la tesis que defendió el lehendakari, Imanol Pradales, tras reunirse este lunes con los diputados generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, Ramiro González, Elixabete Etxanobe y Eider Mendoza, respectivamente, en Ajuria Enea, en lo que supuso su primer acto oficial tras la toma de posesión de los consejeros del Gobierno vasco el martes de la semana pasada. 

Tras dicha reunión a cuatro, que inicia una ronda de contactos con autoridades, partidos políticos y agentes sociales a los que presentará su proyecto, Pradales explicó que durante el encuentro pudieron “concretar los detalles del programa de Gobierno y hablar sobre la situación de Euskadi y de cada territorio”, una vez acaba de arrancar la XIII legislatura en la CAV.

En la comparecencia que ofreció por la tarde, con los tres diputados y diputadas generales sentados en primera fila frente a él, el jefe del Ejecutivo vasco dijo que todos ellos llegaron a “la misma conclusión: no podemos trabajar de forma individual los retos que presenta nuestro pueblo”. Defendió por ello que “los problemas que puedan tener nuestros vecinos y vecinas también son nuestros, y debemos enfrentarnos a ellos con ese espíritu y visión. La unidad y el trabajo en equipo nos hace fuertes”, certificó.

“No podemos trabajar de forma individual los retos que presenta nuestro pueblo”

Imanol Pradales - Lehendakari

Por ello, aludiendo al valor y a la importancia de mantener reuniones como la que se desarrolló este lunes, el lehendakari dijo que “para conseguir esa unión es imprescindible conocer y compartir entre las instituciones los proyectos, problemas y oportunidades que hay presentes en los distintos territorios”.

Un trabajo en común y conocimiento compartido que deben ir encaminados a alcanzar los retos de la triple agenda que marcará los ejes de su gestión, y que ya avanzó en el discurso que pronunció el pasado 25 de junio, en el acto de jura del cargo de los consejeros y consejeras: “Nuevo bienestar, Euskadi global y Euskadi humanista”, insistió.

También enumeró los cuatro “saltos cualitativos a los que Euskadi deberá hacer frente la próxima década”, en referencia a un pacto por la industria, nuevo equilibrio intergeneracional, fortalecimiento democrático-comunitario y revitalización del euskera. “Saltos que requieren amplios acuerdos”, sentenció.

Pradales se refirió también a la importancia de trabajar cerca de la ciudadanía. “Debemos estar conectados con la sociedad vasca política y emocionalmente. Es nuestra responsabilidad lograr que ese vínculo sea cada día más estrecho y más fuerte”, defendió. Abogó por ello por escuchar a las personas y a los colectivos sociales y por transmitir “la ilusión por construir un país mejor”, y hacerlo además “desde la seriedad y la autoexigencia en nuestra labor institucional”.

Prioridades, todas ellas, compartidas por las partes presentes en la reunión. El lehendakari concluyó llamando “a que todas las instituciones públicas de Euskadi compartan también este camino”. 

Los tres diputados y diputadas generales no intervinieron pero antes tuvieron oportunidad de pronunciarse sobre el encuentro en Ajuria Enea. Es el caso de la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, quien coincidió con Pradales en la “necesidad de colaborar” para afrontar el futuro. Añadió que hasta ahora el trabajo en común con el Gobierno vasco ha sido muy fructífera y dijo no tener dudas de que seguirá así en el futuro.

El máximo representante foral en Araba, Ramiro González, le agradeció la “inmediatez” con la que se reunieron y dijo confiar en poder “avanzar juntos desde la colaboración” y “bajo el liderazgo del lehendakari en esta nueva etapa”. Todo ello para “mejorar Euskadi, reforzar la senda de trabajo conjunto para atender a las necesidades de las personas y mejorar su calidad vida”.

Prudencia

Durante el turno de preguntas, Imanol Pradales tuvo oportunidad de extenderse sobre la reforma fiscal. Tras instar a “esperar a que las propias diputaciones forales pongan encima de la mesa cuáles son, en su caso, los ajustes necesarios” para abordar dicha reforma, se comprometió desde el Gobierno vasco a “colaborar, favorecer y coordinar” este trabajo. El objetivo es que Euskadi cuente con una fiscalidad “más acorde a los tiempos y a los retos que tiene el país”, entre los que enumeró la transición energética, la demográfico-social, la digital, el reto de la vivienda o la emancipación de la juventud.

Insistió en que “es en las Juntas Generales donde se deciden y aprueban estas cuestiones” y apostilló que al Ejecutivo vasco le corresponde “una labor de coordinación y, en su caso, de armonización”. Aclaró que “estamos en una fase previa”, ya que “las diputaciones forales están analizando cuestiones que tienen que ver con las anteriores reformas fiscales de 2014 y 2018”.

Preguntado sobre si en los próximos presupuestos se va poder contar con más recursos, el lehendakari admitió que para el año que viene le gustaría contar con un presupuesto más amplio que el actual -que ya ha sido récord-, porque “las demandas sociales se van ampliando”.

“Hoy estamos ante un escenario donde el criterio compartido de los diferentes organismos internacionales, estatales y también vascos, es que podemos cerrar el año 2024 con un crecimiento de la economía de en torno a un 2%, veremos cómo cierra el ejercicio”, aseguró. Tras afirmar que “la economía no está yendo mal”, llamó a “ser prudentes” y a actuar de forma “coordinada y desde el consenso también con las diputaciones forales”.