Salvo cataclismo, Pedro Sánchez va a ser investido como presidente español este jueves en el Congreso, y los miembros del Gobierno vasco van a estar esperando a sus ministros con el teléfono, el bolígrafo y el papel en la mano. El portavoz del gabinete de Urkullu, Bingen Zupiria, ha dejado ver este martes el deseo de la parte vasca de arrancar "cuanto antes" las conversaciones para cumplir los compromisos que ha asumido el PSOE con el PNV a cambio de su respaldo a la investidura, unos compromisos que se tienen que vehiculizar en muchos casos entre ambos gobiernos. Zupiria se ha referido en concreto a las tres transferencias que se tienen que cerrar de inmediato, en tres meses, en materia de trenes de Cercanías, convalidación de títulos extranjeros de educación superior, y tareas de inclusión en el campo de la acogida de personas.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Zupiria no ha querido entrar en ninguna clase de especulación sobre la fecha de las elecciones vascas una vez descartada la repetición de las generales. Se ha limitado a desear que el Gobierno español arranque cuanto antes y que Sánchez pueda nombrar a sus ministros para conocer quiénes son los interlocutores. Ambos gobiernos van a contar con una comisión permanente para negociar los traspasos que recoge el Estatuto de Gernika, que se va a reunir cada seis meses con presencia del lehendakari y el presidente español, y cuya composición también desconoce por ahora la consejería de Autogobierno, como es lógico, porque aún no hay investidura ni los ministros han sido designados o han tomado posesión.

Poco oculta ya el Gobierno vasco su expectación por que arranquen estas negociaciones tras dos años y medio de parálisis en el cumplimiento de las transferencias pendientes. El último paquete que recogía el calendario prometido por el gabinete de Sánchez se pactó a mediados de 2021 y estaba encabezado por el traspaso de prisiones. Desde entonces, solo se ha pactado el IMV, que no estaba en el cronograma porque era una materia de nueva creación. Al margen de esta parálisis de dos años y medio, el PNV ha denunciado las más de cuatro décadas de incumplimiento del Estatuto, pero es cierto que la interinidad a la que parecía abocada ya la legislatura estatal añadía una preocupación más.

Negociaciones

Además de las transferencias, el Gobierno vasco tiene pendiente de abordar otras cuestiones como fijar las tasas de reposición para los funcionarios en la Comisión Mixta del Concierto y ampliar la capacidad fiscal de las diputaciones. En estas negociaciones, van a emerger con fuerza las figuras de la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, y el de Hacienda, Pedro Azpiazu. Al otro lado de la mesa, parece asumido que continuará María Jesús Montero en Hacienda, y está por ver si lo hace Isabel Rodríguez en Política Territorial.