El chicle de la investidura de Alberto Núñez Feijóo se va a estirar un poco más por la decisión de la presidenta del Congreso de retrasar el debate hasta los días 26 y 27 de septiembre, con el propósito de evitar que una hipotética repetición de las elecciones generales coincida con las Navidades. La consecuencia de todo ello es que el PP podrá seguir alimentando durante un mes, largo y tendido, las opciones que cree que tiene de superar con éxito ese trance. Pero el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha vuelto a descartar este miércoles que su partido participe en cualquier combinación con la ultraderecha de Vox. Ha aclarado al candidato popular que solo participará por pura cortesía en la reunión a la que sea convocado a partir del lunes, que es cuando Feijóo comenzará a realizar llamadas. La reunión servirá para que Esteban y Feijóo se conozcan por fin personalmente, pero “nada más”. “No vamos a participar en una investidura de la mano de Vox”, resume.

Los jeltzales no se mueven un milímetro de su posición. Reconocen que la fecha tan tardía para la investidura es problemática, porque va a contribuir a dar alas, nuevamente, a las especulaciones sobre el respaldo del PNV, unas especulaciones que no tienen razón de ser pero que colocan de manera constante a Sabin Etxea en la tesitura de salir al paso. Comprenden que el PP insista en pedirles su apoyo porque es cierto que, desde un punto de vista estrictamente matemático, está muy cerca de la mayoría absoluta, a solo cuatro votos, pero desde el punto de vista político, el PNV no puede entrar en una operación con Vox.

En unas declaraciones difundidas a los medios de comunicación, Esteban reconoce que seguramente recibirá la llamada del PP y cree que, “por cortesía”, habrá que acudir a la cita, pero dejando claro que el PNV no puede entrar en “combinaciones con Vox”. El mes que queda por delante será una pausa larga para dar pie al marketing, la imagen y la especulación, pero a ninguna sorpresa, según el análisis jeltzale. Si no estuviera Vox, como aseguró en Cuatro, podría hablar con el PP de contenidos y detectar qué puntos chocan con el programa jeltzale, pero “no vamos a llegar a ese paso porque, inequívocamente, esta investidura pasa por el concurso de Vox, y no solo la investidura, sino también la legislatura”. Es un ejercicio de ficción. Se le preguntó por la decisión del PP de dejar la puerta abierta al diálogo con Junts, y dijo desconocer lo que puede dar de sí.

A partir de ahí, Esteban no entiende las prisas para proponer un candidato si, al mismo tiempo, la investidura se aplaza un mes, con todas las especulaciones que puede alimentar en los próximos días. 

El PP niega ahora que Vox sea socio preferente

El PSOE ha contactado ya con el PNV y es el primero que resta crédito a las voces que aventuran un acercamiento entre los jeltzales y el PP. Patxi López cree que el PNV ha dado una negativa clara, mientras que el PP trata de buscar en todas las esquinas los cuatro votos que le faltan para alcanzar la mayoría absoluta, no solo entre los escaños del PNV, sino también del propio PSOE y, en menor medida, de Junts, lo que supone también un cambio de discurso hacia el soberanismo catalán. El coordinador del PP, Elías Bendodo, trató de buscar un resquicio pidiendo abstenciones y no votos a favor (aunque, en este caso, el PNV no le serviría). En primera votación, es necesario reunir una mayoría absoluta, pero basta con una simple, más votos a favor que en contra, en una segunda votación. A este dato se aferra. 

Sin embargo, su discurso estuvo plagado de contradicciones y, cuando se le preguntó en cadena Ser si el PP no es consciente de que sus acuerdos con Vox alejan al resto, llegó a negar que la ultraderecha sea la socia preferente del PP. Lo negó, aunque gobiernen en coalición en cuatro comunidades autónomas, aunque las filas de Santiago Abascal vayan a ser el partido con más escaños que apoye a Feijóo, y aunque el propio Abascal haya celebrado en las últimas horas la apertura de una nueva etapa de colaboración al entender que no se le pondrá un cordón sanitario por mucho que Feijóo gobernara en solitario. Bendodo argumentó que el PP “tiene capacidad de pactar con más partidos” y avanzar por el centro como habría hecho, según enumeró, dando a los socialistas las alcaldías de Barcelona y Gasteiz, al PNV la Diputación de Gipuzkoa, o alcanzando acuerdos en otros territorios con Coalición Canaria y el regionalismo de Cantabria.

A Feijóo solo lo apoyan el PP, Vox, y los dos escaños de Coalición Canaria y UPN, lo que asciende a 172 votos y todos los demás en contra. El PP aspira a que surjan disensos en el PSOE, o que el PNV vire por su relación con Coalición Canaria, algo que no se contempla. “Hasta el rabo todo es toro” o “yo no veo nada imposible” fueron algunas de las expresiones que lanzó Bendodo para tratar de mantener viva la investidura.