El PNV dio un portazo en tan solo 24 horas a la investidura del popular Alberto Núñez Feijóo para disipar cualquier duda al respecto y cortarle el camino. Pero, a partir de ahí, quiere que el socialista Pedro Sánchez realice un esfuerzo negociador y renuncie a esta estrategia de dejar pasar el tiempo desde sus vacaciones en Lanzarote con la intención de que tome cuerpo la repetición electoral y sus socios potenciales bajen el precio de su apoyo por el temor al bloqueo político. Tras las primeras advertencias de Andoni Ortuzar como presidente del EBB, este viernes ha salido a escena el propio portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, para exigir a Pedro Sánchez que mueva ficha. Denunció que Sánchez está ganando tiempo para que la investidura le salga “barata”, incluso con la complicidad de algún grupo que podría darle su apoyo “gratis” (una alusión implícita a Bildu), y avisó de que la política, por el contrario, consiste en llegar a acuerdos. Esteban redujo esta situación al absurdo: recordó que el PNV se ha presentado a las elecciones con su propio programa y que, si ahora se trata de dar el apoyo sin nada a cambio, para este viaje no hacían falta tantas alforjas y la ciudadanía hubiera votado a Sánchez directamente.

En una entrevista en Euskadi Irratia, el diputado electo por Bizkaia criticó que Sánchez espere tumbado para que los demás piensen que “es él o nada”, con la intención de conseguir “una investidura lo más barata posible”. Esteban aseguró que es el grupo socialista en el Congreso el que está llevando a cabo las conversaciones con el resto de los partidos, en ausencia de Sánchez, y que por ahora solo se habla de cuestiones de operatividad parlamentaria como la presidencia de la Mesa. Confirmó que están hablando entre todos. Son todavía conversaciones preliminares sobre la constitución del Congreso y el Senado y sus respectivas mesas, las comisiones, los servicios adyacentes... El PSOE tiene que amarrar un acuerdo para asegurarse la presidencia del Congreso en la votación del 17 de agosto. En el caso de ERC y Junts, podría ofrecerles como contrapartida la obtención de un grupo propio para que no tengan que diluirse en el Mixto, lo que de manera inevitable va a provocar que se extraigan interpretaciones relacionadas con la investidura. Esteban, por su parte, no adelantó nada sobre la posición del PNV porque aún es “pronto”.

Acuerdos sin cámaras ni micrófonos

Sobre la investidura, Esteban se mostró partidario de alcanzar acuerdos “sin cámaras ni micrófonos”, desde la discreción. Recordó que “las posiciones están bastante claras”, porque el PP no tiene nada que hacer al lado de Vox. “Lo dijimos claramente durante la campaña, no es algo nuevo. Dijimos que, si estaba Vox, no había nada que hacer, ni siquiera hablar”, zanjó. Sobre Pedro Sánchez, admitió que aún quedan trámites por delante, pero de entrada le recriminó esta estrategia de esperar a que corra el tiempo, y lo avisó de que va a necesitar a todos los grupos. Por ahora, sin embargo, insistió en que el PSOE solo habla de la Mesa del Congreso.

En ese sentido, recordó que el PNV se presentó con un programa a las elecciones y se debe negociar. “El PSOE no tiene mayoría absoluta, y puede que otros quieran darle gratis sus votos, pero nosotros lo hemos dicho desde el principio. La política está para eso, para llegar a acuerdos y para que tus planteamientos, aunque no sean todos, se tengan en consideración”, recalcó.

Cuando se le preguntó si la protección del euskera va a estar en esa negociación, aseguró que es un asunto que ha tenido también protagonismo en la última legislatura, como cuando él mismo exigió al Gobierno español que destinara más dinero a la lengua vasca dentro del Perte de los fondos europeos.

Sin pacto con el PP

Sobre los resultados electorales, descartó que al PNV le haya pasado factura el respaldo del PP en Durango y Gipuzkoa, y repitió que no ha habido acuerdo, por mucho que EH Bildu haya insistido en ello. “Se ha visto que no era así y ha quedado probado, aunque han estado mintiendo una y otra vez durante toda la campaña”, denunció. Por otro lado, defendió la decisión de autorizar un recurso contra la Ley de Vivienda estatal porque los servicios jurídicos del Gobierno vasco así lo han indicado. “Si estamos pidiendo más competencias, no vamos a tirar a la basura un informe que pide defender las actuales”, zanjó.

También rechazó las críticas del PSE y EH Bildu, que acusan al PNV de estar del lado de los fondos buitre y los grandes propietarios. Esteban aseguró que esta ley está concebida para casos como el de Madrid o Barcelona, pero habrá que ver su aplicación en Euskadi y si se da la misma casuística. En cuanto a la carta que envió la consejera Garamendi al Gobierno español para apurar el diálogo antes de formalizar el recurso, Esteban se mostró pesimista sobre la actitud del Estado.