En el discurso de fin de año, el lehendakari apostó por reforzar la sanidad y la emancipación juvenil y alcanzar acuerdos de país en esos y otros ámbitos pero, al mismo tiempo, 2023 es un año electoral. ¿Tiene el PNV algún elemento de juicio o le llega alguna sensación desde la oposición que le haga pensar que hay margen y agua en la piscina?

Lo que hay es una voluntad férrea del Gobierno Vasco y del PNV de trabajar las políticas públicas desde el máximo acuerdo. A pesar de que contamos con mayoría absoluta, de 23 leyes que se han aprobado hasta ahora, 17 han sido con el concurso de algún o algunos grupos de la oposición. Es verdad que el último debate del Presupuesto ha demostrado que el año electoral ha condicionado a la oposición a la hora de buscar un acuerdo con el Gobierno; y lo que fue posible el año pasado con EH Bildu, este año, desde el principio, se descartó. Desde luego, nuestra voluntad es insistir. Creo que está bien encaminado un acuerdo de país lo más amplio posible para una nueva Ley de Educación. Espero que la Ley de Salud Pública también sea aprobada por el más amplio consenso. Yo soy optimista en algunos temas. En otros, no tanto.

¿En qué temas no es tan optimista?

En los temas de la gestión directa, que afectan a Osakidetza; en los temas en que la oposición cree que puede encontrar una vía de castigar y desgastar al Gobierno y hacer electoralismo. Otros temas trascienden y la ciudadanía en general comparte que deben ser acuerdos amplios, como la educación. La oposición se va a debatir entre colaborar, o hacer oposición mirando a las elecciones municipales y forales de mayo y a las generales previsiblemente de diciembre.

¿Hace falta algún gesto para reenganchar a Elkarrekin Podemos-IU a la futura Ley de Educación, o cree que ya tiene tomada la decisión de desmarcarse?

Pues no lo sé. Elkarrekin Podemos entró con muchísimo vértigo al acuerdo educativo, mirando de reojo a EH Bildu. Por una parte, no quería quedarse fuera y dejar ese campo solo a EH Bildu y, por otra parte, no se veía en el acuerdo, y quería mantener sus principios menos acordables. La sensación que transmite es la de estar sin estar. Habrá que ver, pero creo que Elkarrekin Podemos está también muy condicionada por la actitud beligerante de algunos sindicatos. Nuestra voluntad es una Ley de Educación con el mayor consenso posible, que siente las bases de nuestro sistema para un montón de años. No podemos andar como en el Estado español, cambiando la Ley de Educación cada legislatura. Vamos a hacer todos los esfuerzos para que estén todos los que hoy están. Si Elkarrekin Podemos está, mejor. Si no está, en todo caso el acuerdo se dará con una inmensa mayoría de los representantes de la ciudadanía.

La Ley de Salud está en fase de enmiendas hasta el 10 de febrero, si es que no se prorroga. La consejería dice que hay propuestas de EH Bildu. ¿El contenido de esas propuestas invita a pensar que puede haber un acuerdo?

Todavía es un poco pronto para hablar de contenidos, porque quedan dos posibles prórrogas del plazo de enmiendas de siete días. Por tanto, iríamos a finales de febrero y principios de marzo, porque la práctica que está manteniendo la oposición esta legislatura es agotar todas las prórrogas y dilatar la producción de leyes. Las sensaciones son positivas. Todavía no tenemos los contenidos concretos de las enmiendas pero hemos avanzado conversaciones. Por primera vez, este país va a tener una Ley de Salud Pública. La pandemia nos ha azotado de manera tremenda, y es importante responder con una buena ley. Es consciente la población en general y también la oposición, y yo soy optimista en que podamos alcanzar acuerdos. El proyecto de ley es un buen instrumento para trabajar en el Parlamento y lo reconoce parte de la oposición.

¿Realmente cree que se puede alcanzar un acuerdo en materia sanitaria, o se mantiene dentro de la pugna política? EH Bildu y Elkarrekin Podemos pidieron habilitar enero en el Parlamento para que comparecieran las cesadas de la OSI Donostialdea…

Cualquier problema que pueda presentar el sistema de salud resulta muy goloso para los grupos de la oposición para intentar dañar al Gobierno. Lo hemos vivido con el derrumbe del vertedero de Zaldibar; la pandemia, donde la crítica de EH Bildu fue feroz mientras el Gobierno se afanaba en dar respuesta a los problemas… Va a haber críticas, evidentemente, por parte de la oposición en materia de salud, pero creo que podremos separar, y que la Ley de Salud Pública vamos a poder blindarla y sacarla de una manera negociada. Vamos a seguir trabajando por fortalecer el sistema público de salud, a pesar de que muchos de los problemas son comunes a los sistemas de nuestro entorno: falta de médicos de atención primaria o profesionales de enfermería, falta de pediatras, el problema con los MIR, y hay algunas cosas que escapan de la competencia de la comunidad.

En su mensaje de fin de año, Urkullu dijo que el Gobierno Vasco no siempre ha acertado. ¿Es una manera de reconocer que existe un problema importante en Osakidetza?

Si algo caracteriza al lehendakari es que hace autocrítica de cada una de las políticas públicas que pone en marcha. Lo hizo con el derrumbe del vertedero de Zaldibar, en la pandemia y ahora en el conflicto de la OSI de Donostialdea. Reconoció que ha podido haber errores de comunicación interna. Es importante hacer autocrítica para poder mejorar los servicios públicos en un proceso de mejora continua. Eso refuerza la veracidad del compromiso del lehendakari con Osakidetza y el sistema público de salud.

La oposición dice que son palabras huecas, que la autocrítica no se traduce en hechos…

Los hechos están ahí: el fortalecimiento de las inversiones en infraestructuras para Osakidetza, mejoras de equipamiento, la mayor OPE de la historia está en marcha… La autocrítica es sincera y la voluntad de mejora es sincera.

¿Se ha enfriado la relación con EH Bildu? Fue el grupo al que menos enmiendas se le aceptaron en la negociación presupuestaria…

(Interrumpe) Porque no quisieron.

…EH Bildu se abstuvo también en la reforma de la RGI, y parece que queda como único islote para el acuerdo el pacto educativo.

Bueno, ha habido alguna cuestión más, y probablemente en un futuro cercano haya más acuerdos en los que participe EH Bildu. Es verdad que al que más se le nota que le ha impactado en su praxis política diaria la cercanía de las elecciones es a EH Bildu. Es a quien más está condicionando. Tras unos inicios de crítica demoledora, comprobó que ese camino no le lleva a ningún sitio y que necesita homologarse como partido responsable, y pasó a una actitud negociadora en la que pudimos incluso aprobar unos Presupuestos. Pero, con los primeros pasos electorales de designación de candidatos, EH Bildu viró otra vez y empezó a salirse de esa senda de búsqueda de acuerdos. Esperemos que no le dure mucho este sarampión electoral y que pueda vincularse más a los problemas de la ciudadanía, a los acuerdos para dar solución a los problemas de la ciudadanía que es a lo que le invitamos desde el Gobierno.

¿En qué leyes espera acuerdos con EH Bildu?

Confío en que la Ley de Salud Pública pueda aprobarse con el concurso de EH Bildu, la Ley de Memoria Histórica y Democrática sería importante que fuese con el máximo consenso y que también contase con la participación de EH Bildu, la futura Ley de Cooperación al Desarrollo de la que ya se ha hablado… Son temas que quedan fuera de la afectación diaria a la ciudadanía. En aquello en lo que EH Bildu cree que puede sacar rédito político, morder al Gobierno y hacer daño, va a buscar el enfrentamiento. En aquello en lo que cree que está más protegido de la preocupación diaria de los ciudadanos, es probable que haya más acuerdos.

En cuanto al PSE, Idoia Mendia ha respaldado la actuación de la consejera Sagardui en la OSI Donostialdea, pero Eneko Andueza ha evitado dar un respaldo tan expreso. ¿Ha sido su socio tan leal como cabía esperar?

Tanto la consejera Mendia como el grupo parlamentario socialista han actuado con lealtad y como cabe esperar no solo de un socio de gobierno, sino de un partido comprometido con los problemas, que no intenta utilizar partidariamente cualquier situación. Las formas de actuar de Eneko Andueza son de Eneko Andueza. Es verdad que es el secretario general del PSE, pero antes de serlo ya intentaba reivindicar su espacio frente al socio mayoritario. Lo importante es el compromiso del PSE con el acuerdo de gobierno, y no tenemos nada que reprochar.

¿El PNV tiene intención de no aplicar el impuesto a los ricos de Pedro Sánchez?

El PNV lo que ha conseguido es que ese impuesto sea concertado, se atenga a la Ley del Concierto, y las instituciones competentes de los territorios históricos están valorando de qué manera actuar, porque no hay que olvidar que el impuesto nace porque en territorio común, en algunas comunidades, había desaparecido el Impuesto de Patrimonio. Aquí no ha dejado de existir el Impuesto de Patrimonio. Habrá que ver de qué manera confrontan ambos tributos y si hay espacio para que aquello que no cubre el Impuesto de Patrimonio pueda hacerlo el de las grandes fortunas, pero no olvidemos que nosotros ya tenemos Impuesto de Patrimonio.

Andueza presiona porque, si no se aplica aquí, el PNV puede quedar identificado con las políticas de Ayuso o la defensa de los ricos. ¿Va a pesar en la decisión del PNV?

Eso es pura demagogia porque, repito, aquí tenemos Impuesto de Patrimonio. La gente ya paga. Sería bueno que Andueza hubiera reclamado desde el principio que se cumpliera la Ley del Concierto, y se ha cumplido gracias a la apuesta del PNV. En ese sentido, la primera parte de la ecuación ya está despejada, es un impuesto concertado. Las diputaciones verán, después de analizar qué espacio queda para la aplicación de este impuesto, cómo presentar los correspondientes proyectos de norma foral si es caso para la aprobación de este impuesto.

Ha resurgido una polémica ya conocida: Alfredo de Miguel sigue trabajando en la administración pública. El Gobierno Vasco repite que no lo puede apartar mientras no haya una condena firme porque tiene plaza fija, pero sus socios del PSE plantean que, al menos, no tenga funciones de representación de Euskadi en el exterior. ¿Es una propuesta sensata?

Esto es como el monstruo del Lago Ness, que aparece y desaparece cada cierto tiempo. Lo primero que tenemos que hacer es pedir que la justicia, aparte de ser justa, actúe con rapidez y resuelva los recursos pendientes desde hace ya mucho tiempo y dicte una sentencia definitiva que permita proceder como haya que proceder. El Gobierno Vasco y el PNV reclaman que de una vez por todas el Supremo dicte sentencia.

¿A qué se refiere?

Somos el primer interesado en que este tema quede zanjado, porque sirve periódicamente para que los partidos de la oposición utilicen eso para hacer daño al Gobierno o al PNV. Esta persona es empleado público, tiene unos derechos que solo se le pueden retirar por sentencia. Y eso es lo que va a hacer el Gobierno, cumplir fielmente las resoluciones judiciales. Eso de quitarle la representación… Lo que no puede hacer el Gobierno es quitarle sus funciones de empleado público porque estaría prevaricando, sería objeto de una demanda por parte del empleado y seguro que la perdería. A pesar de que la justicia dejó claro que era una actividad a título personal y no tuvo nada que ver el partido ni como beneficiario ni como conocedor de la situación, el PNV hizo autocrítica porque esa persona representaba al PNV en el momento en que presuntamente cometieron esos delitos.

EH Bildu critica las enmiendas del PNV en el Congreso para introducir el derecho a decidir en la Constitución porque serán vetadas, mientras pregunta en los plenos de control al lehendakari por este derecho. ¿EH Bildu pide a Urkullu lo que no le pide a Sánchez?

Por supuesto. Se está comportando con el Gobierno español con una sumisión con la que no se comporta ni por asomo ante el Gobierno Vasco. Hemos hecho lo mismo que en las pocas reformas que se han presentado antes. ¿Que la reforma constitucional era limitada? Sí, claro, también las anteriores, y el PNV presentó las mismas o parecidas enmiendas. Lo sorprendente es la transmutación de EH Bildu, que ha pasado de acusar al PNV de venderse por un plato de lentejas y de españolista por hacer política en Madrid, a hacer sumisión en Madrid. El PNV, además, tiene un acuerdo con Sánchez para avanzar en el reconocimiento de las identidades nacionales. Por tanto, nada extemporáneo.

En lo que queda de legislatura en el Parlamento Vasco, ¿se va a intentar recuperar la Ponencia de Autogobierno?

Nosotros vamos a intentarlo siempre que haya cierto recorrido para que no acabe en frustración ni tensione el clima político innecesariamente. Abrir ahora una Ponencia de Autogobierno es difícil si EH Bildu va a seguir en su maximalismo y el PSE va a estar enrocado.

¿Sánchez no tiene intención de realizar ninguna transferencia de competencias más, o el parón se debe solo al paréntesis electoral?

Algunas están a debate al pil-pil, como los ferrocarriles de cercanías o las autorizaciones de trabajo de las personas inmigradas. Sánchez ha cifrado en un 50% el cumplimiento del acuerdo de investidura con el PNV. Todavía tiene un margen importante de mejora si tiene voluntad.

¿La polémica en el Tribunal Constitucional, espoleada por el PP, aleja al PNV de Feijóo?

Nos aleja su alineamiento con la extrema derecha. Ningún acuerdo de gobierno en el que de manera directa o indirecta participe Vox contará con el PNV. Es imposible colaborar con eso y con políticas radicales mirando a Vox.