Como hace ya unos cuantos años, pero desde otra posición, Pedro Sánchez se lanza de nuevo a la carretera. Entonces lo hizo para seducir al afiliado de su partido en busca del trono de la Secretaría General del PSOE, y ahora se propone una estrategia similar para hacerse con otro tesoro perdido: el respaldo electoral. Mientras respira aliviado por haber sacado adelante el decreto de ahorro energético con la mayoría de la investidura, apoyado en su tradicionales socios de legislatura, y frente a un PP instalado en la “antipolítica”; el jefe del Ejecutivo español ha diseñado un recorrido por todo el Estado hasta finales del presente año en el que figuran hasta 30 actos con los que “reconectar con la gente” y defender su coalición de gobierno con Unidas Podemos. Principalmente, para fidelizar con ese voto socialista que en las últimas citas con las urnas detectan que se ha marchado a la abstención.

Sánchez quiere volcarse para hacer frente a las encuestas lanzando desde ya la precampaña de cara a un ciclo electoral que comenzará en mayo con los comicios autonómicos y municipales, y concluirá a finales de 2023, con las generales. Y cree que la mejor manera de hacerlo es pisar la calle y desquitarse del papel estrictamente institucional que le ha caracterizado en los últimos meses, sobre todo por la preponderancia de su figura a nivel internacional. “Viene a por todas, a recorrer todos los pueblos y las calles de España”, comentan en Ferraz. La Ejecutiva del PSOE aprobará este mismo lunes una nueva campaña, El Gobierno de la gente, justificada con la intención de llegar a “todos los rincones de España para explicar lo que estamos haciendo y lo que vamos a hacer”, con contacto directo con los ciudadanos, y demostrar que el Gabinete de coalición se encuentra gobernando “para el 95% de la sociedad”. Un propósito que puede chocar con el proceso de escucha de Yolanda Díaz para vertebrar su nuevo proyecto, Sumar, aunque Sánchez es sabedor de que necesita igualmente que a la vicepresidenta segunda le sonría la suerte en su próxima andadura a la hora de tejer de nuevo un Ejecutivo compartido.

El Gobierno, según el PSOE, “es consciente de la situación de los ciudadanos” y se muestra “empático” ante el cansancio acumulado primero por la pandemia y después por las consecuencias de la guerra en Ucrania, por eso quiere acercarse a ellos “para conocer sus problemas y escuchar lo que les tengan que decir”. Las viejas recetas vuelven a la palestra: no solo el hecho de coger el volante otra vez, sino que el PSOE haga suyo el lema de “a por todas” que ya usó Sánchez en el debate de política general en el Congreso, persiguiendo el contacto directo y “piel con piel” en este tipo de actos como vía para comunicar mejor sus políticas. “Que cada ciudadano tenga la posibilidad de tocar al presidente, de escucharle, sin la mediación de los poderes fácticos”, describen. La finalidad socialista consiste en destacar que Sánchez “es una persona cercana”, cualidad que será el eje de la citada precampaña.

Arranca en una semana

La gira de Sánchez arrancará el próximo sábado 3 de septiembre en Sevilla, feudo por antonomasia del partido hasta las últimas elecciones autonómicas que dieron la mayoría absoluta al popular Juanma Moreno en Andalucía, y proseguirá el día 9 en Toledo. Además, está previsto un gran acto el 28 de octubre coincidiendo con el 40 aniversario de la victoria de Felipe González en las generales de 1982. A esta treintena de eventos habrá que sumar los de los ministros socialistas, miembros de la Ejecutiva, diputados y senadores del partido, que aseguran estar muy motivados y con ganas de “dar la cara y presentar batalla”. La dirección socialista considera que “el PSOE, cuando se activa, es una máquina de ganar elecciones” y que, en ese camino, “todo el mundo del partido es imprescindible”. “El voto de la abstención no es un voto perdido, sino que toca activarlo”, ilustran. De momento, confían en que les impulse esa “mayoría suficiente” que les permite aprobar todas las normativas pendientes en las Cortes. El diagnóstico del PSOE es que el grueso de la ciudadanía sí respalda normas como el real decreto-ley de medidas de ahorro energético pero aún hacen falta esfuerzos comunicativos para poner en valor ésta y otras normas.

El PSOE proclama que “representa a la mayoría social del país”, donde la clase media y trabajadora es “el motor de la sociedad” y por eso es “una población absolutamente prioritaria” en su labor gubernamental. “Sabemos para quiénes gobernamos y tenemos propuestas”, señalan fuentes de la Ejecutiva federal del PSOE, que destacan el liderazgo internacional que transmite Sánchez en una coyuntura repleta de incertidumbre y donde se habla de un “invierno durísimo”. “Comprendemos el malestar que tiene la ciudadanía, por lo que hay redistribuir la carga” de todas esas vicisitudes “para que no paguen los de siempre”. En este escenario, la dirección socialista arremete duramente contra el obstruccionismo del PP y su “política de tierra quemada”. 

Tanto en el PSOE como en Moncloa perciben que Alberto Núñez Feijóo carece de “la talla política para poder dirigir este país e incluso el partido” y deja que sea Isabel Díaz Ayuso quien dicte las políticas en Génova. Sánchez vuelve a coger el coche “para vaciarse” en este curso final de la legislatura. Y más teniendo a la vista unas elecciones locales. No son unos comicios más puesto que el poder a nivel municipal es “la columna vertebral” del partido y supone su cara visible más directa y, en muchos casos, también la vara por la que se les mide.

La agenda de Sánchez


Primer acto. 3 de septiembre en Sevilla. El maratón de actos comienza el próximo sábado en la capital hispalense, antiguo reducto del socialismo, esquilmado en las últimas elecciones autonómicas en Andalucía. Allí aparecerá junto al alcalde de la ciudad, Antonio Muñoz Martínez, y seguirá el próximo 9 de septiembre en Toledo, con la alcaldesa, Milagros Tolón.


28 de octubre. Evocando el triunfo de 1982. La agenda cuenta con dos fechas relevantes. El 28-O se celebrará el 40º aniversario de la victoria de Felipe González en 1982, efeméride para la que se prepara un programa de actividades con las que poner en valor las transformaciones logradas por el socialismo desde entonces. Y del 24 al 27 de noviembre se celebrará el Congreso de la Internacional Socialista en Madrid.