Podemos criticó ayer que varios ministros del PSOE minimizaran la trascendencia del gesto de Felipe VI de permanecer sentado al paso de la espada de Simón Bolívar en la investidura de Gustavo Petro como presidente de Colombia el pasado domingo, y preguntó si esa decisión estaba refrendada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, también presente en la toma de posesión.

Tras la repercusión generada por la decisión del jefe del Estado de no levantarse al paso de la espada, los ministros de Presidencia y de Cultura, Félix Bolaños y Miquel Iceta, restaron importancia a la polémica. “Son detalles sin demasiada trascendencia y totalmente menores”, dijo Bolaños.

Esta reacción entre los ministros socialistas incrementó el enfado de Podemos, cuyo portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, publicó varios comentarios en redes insistiendo en saber si Albares fue quien tomó la decisión o la refrendó.

discrepancias en el gobierno

El dirigente morado recurrió al artículo 64 de la Constitución para demostrar que Felipe VI no puede tomar “la decisión personal de insultar al pueblo colombiano” sin consultarlo previamente con el ministro competente.

Y censura que la parte socialista del Ejecutivo español quiera hacer ver que “la falta de respeto” del monarca “no tiene trascendencia”, mientras que a los diputados de Vox les parece “algo importante y fantástico”.

La misma crítica hizo el fundador de Podemos y exvicepresidente del Gobierno central, Pablo Iglesias, que recordó que el gesto de José Luis Rodríguez Zapatero en 2003 permaneciendo sentado al paso de la bandera de Estados Unidos fue “un mensaje político”, igual que el de Felipe VI en Colombia.

Por ello, sostiene que la respuesta de Bolaños e Iceta quitando trascendencia al asunto es “una cobardía indigna que solo ayuda a la (ultra)derecha”.

Es más, Iglesias sostiene que Pedro Sánchez, debería llamar al orden al Rey y “exigirle respeto institucional”. “Felipe VI ha querido humillar la dignidad democrática de España y el honor de las naciones latinoamericanas”, censuró.

Unidas Podemos considera que ponerse de pie frente a la espada es una señal “de respeto a un símbolo solemne que representa la independencia y la soberanía de varios países hermanos de Latinoamérica”. Advierte que, ante la “extrema gravedad” del asunto, consultarán a Albares si el acto del Rey “estaba refrendado por el Gobierno como exige la Constitución Española”.

PP y Cs apoyan el gesto

Desde el PP, Jaime de Olano señaló que Felipe VI cumplió “estrictamente” el protocolo y afeó que Sánchez consienta que la mitad de su gabinete le “insulte” y “no diga ni media palabra” sobre las críticas por parte de la formación morada. “Esto es inadmisible, no se ha visto en ningún país del mundo civilizado”, denunció el portavoz adjunto de los populares en el Congreso.

Cuestionó de este modo que el presidente pida unidad al PP cuando dirige el Gobierno “más dividido de la democracia”.

En su opinión, “no es capaz de poner orden” en su Gobierno, especialmente entre los ministros de su socio. “Da igual lo que puedan hacer, incluso insultarnos a todos los españoles a través de los insultos al primero de los españoles”, apuntó el dirigente popular.

En la misma línea, Ciudadanos expresó que las críticas que ha generado entre “los enemigos de España” es suficiente para saber que hizo lo correcto. Según el partido liderado por Inés Arrimadas, “los enfados de los socios del Gobierno, que no mueven un dedo contra los homenajes a los asesinos de ETA, son los aciertos del jefe del Estado”.

Con este mensaje, Cs rectificó un comentario anterior en el que celebraba que Felipe VI hubiera enfadado a Podemos “por no plegarse a caprichos indigenistas que solo buscan ofender a nuestro país”. – NTM

El Post-it

  • Silencio de Casa Real. Zarzuela todavía no se ha pronunciado al respecto, ni parece que lo vaya a hacer, en un intento por evitar la polémica.
  • No estaba programado. Fuentes diplomáticas explicaron que la presencia de la espada de Bolívar no figuraba en el programa ni se había previsto el tratamiento protocolario. Fue el presidente Petro el que ordenó que la trajeran tras tomar posesión, lo que obligó a alargar la ceremonia, que se prolongó tres horas tras esperar su llegada unos 40 minutos.