Un encuentro casual en un ascensor el pasado domingo, el día del homenaje a Miguel Ángel Blanco, ha servido para que Andoni Ortuzar y Alberto Núñez Feijóo concreten por primera vez su compromiso de celebrar una reunión. En cualquier caso, el compromiso fue genérico, no se cerró una fecha concreta, y quedaron en verse a la vuelta del verano. 

El nuevo presidente del PP no ha ocultado estos días su evidente interés en reconducir la relación con el PNV, a sabiendas de que podría necesitar a este partido y a los grupos minoritarios del Congreso para llegar a La Moncloa tras las elecciones generales de finales de 2023 o principios de 2024. Lo acompañan en este propósito algunos ámbitos mediáticos que sobredimensionan cualquier declaración del expresidente gallego. 

La relación con el PNV se encuentra muy deteriorada desde la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy de La Moncloa con los votos de los jeltzales, como consecuencia de la demoledora sentencia del caso Gürtel que sacó los colores a los populares. Fuentes del Euzkadi Buru Batzar del PNV consultadas por este periódico se muestran dispuestas a reconducir la relación con el PP y enmarcan su reunión dentro de la normalidad, pero aclaran que su apuesta sigue siendo la actual mayoría y que funcione la legislatura del Gobierno español de Pedro Sánchez. “Queremos que funcione la legislatura y sacarle chispas hasta que dure”, recalcan las mismas fuentes.

Primer escollo: el PP sigue en brazos de Vox

En este sentido, desde el PNV ponen sobre la mesa tres argumentos. Por un lado, recuerdan que el PP sigue arrojándose en brazos de la ultraderecha de Vox, con todo lo que supone para el autogobierno, la memoria y los derechos sociales. Gobiernan juntos en Castilla y León, y la única razón por la cual no ha habido acuerdo entre ambos en Andalucía radica en que el PP ha logrado una mayoría absoluta. De hecho, Feijóo había dejado manos libres a Juanma Moreno antes de conocer los resultados y no le había fijado como línea roja que evitara el pacto con Vox. 

Por otro lado, en la primera ocasión que ha tenido Feijóo para lanzar un guiño hacia la singularidad vasca, se inclinó por sofocar unas declaraciones de Elías Bendodo sobre las nacionalidades del Estado y negó la plurinacionalidad.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo Joaquin Corchero/Europa Press

Villarejo y Cospedal

Como tercer argumento, los jeltzales se reafirman en el respaldo que dieron a la moción de censura contra Rajoy, frente a los mensajes que está lanzando el PP para tildarlo de error y asegurar que los vascos no comprendieron esa operación política. Los jeltzales creen que ha quedado acreditada la podredumbre del PP con las informaciones sobre los contactos de María Dolores de Cospedal y el excomisario Villarejo para tratar de impedir que saliera a la luz el escándalo de los papeles de Bárcenas y la financiación de los populares. Además, frente al mensaje de que los vascos no entendieron esa moción de censura, recuerdan que después de esa operación han tenido lugar varias convocatorias electorales y el PNV ha ratificado su hegemonía en todas ellas. El PP de la CAV se ha hundido. 

Ortuzar pidió claridad

El PNV está dispuesto a normalizar las relaciones, pero matiza el estado de las cosas ante quienes dan rienda suelta a la imaginación y llevan su análisis demasiado lejos. Desde que Feijóo fue proclamado como presidente del PP el pasado mes de abril, no se ha reunido con el líder del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ni han mantenido conversaciones. Ortuzar le envió un mensaje de felicitación por cortesía política, pero la cuestión no fue más allá. El presidente de la Ejecutiva jeltzale ya aclaró en una entrevista concedida a este periódico que el PNV nunca participará en una operación política en la que esté Vox. Ortuzar cree que Feijóo aún está ordenando su propia casa y le pide claridad antes de dialogar en profundidad.

Hay que reunirse con todo el mundo y estaremos con Feijóo, pero a nosotros nos gustaría, antes de reunirnos, ver qué PP viene. Lo que está pasando en Castilla y León nos preocupa muchísimo. Esa connivencia y compartir gobierno con Vox es muy, muy grave. Eso va a lastrar las relaciones con el PP. Si esa es la política de futuro de Feijóo, el margen con el PNV va a ser estrechito”, avisó Ortuzar. Lo que planteó en aquel momento el presidente del EBB fue un acuerdo de mínimos para dejar fuera de juego a Vox. Si se alcanzaran acuerdos de Estado entre el PSOE y el PP, sin Vox, el PNV podría analizarlo.

El PNV está centrado en la legislatura de Sánchez y en arañar compromisos para completar las transferencias del Estatuto de Gernika, y gestionar los fondos europeos. Hasta cierto punto le puede convenir que Sánchez sienta la presión de un hipotético acercamiento de Feijóo al PNV (porque puede provocar que el PSOE sea más generoso para amarrar a los de Sabin Etxea como socios), pero los jeltzales mantienen claro el rumbo.