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– Rosas blancas cubrieron ayer las placas que recordarán a partir de ahora en Donostia a Josu Leonet y José Ángel Santos, dos víctimas “colaterales” de ETA, que los asesinó al hacer estallar un coche bomba un 22 de febrero de hace 21 años en un atentado dirigido contra el concejal socialista Iñaki Dubreuil.

Justo cuando se cumplía un año del asesinato de otro socialista, Fernando Buesa, y de su escolta, Jorge Díez Elorza, la banda terrorista intentó acabar con la vida de Dubreuil cuando éste salía del apeadero del tren en el barrio donostiarra de Martutene, pero a quien mató fue a Leonet, de 31 años, y a Santos, de 40, trabajadores de la compañía Elektra.

Dos compañeros de esa empresa resultaron heridos de gravedad, al igual que Iñaki Dubreuil, edil en la localidad guipuzcoana de Ordizia, mientras que un empleado de otra empresa sufrió heridas leves.

En la acera, en el mismo lugar del atentado, el Ayuntamiento ha colocado las dos placas que recuerdan a Leonet y Santos, a quienes la corporación municipal rindió homenaje en un breve y emotivo acto al que asistieron familiares del primero, ya que los allegados del segundo solo estuvieron en la recepción privada que tuvo lugar previamente en el Consistorio.

A Martutene se desplazaron representantes de los grupos municipales del PNV, PSE, Elkarrekin Donostia y PP, ya que, como ha ocurrido con las anteriores placas, los concejales de EH Bildu participan únicamente en el acto de la casa consistorial.

Sobre las placas, Ana Tadeo, la viuda de Leonet, y su hija Naroa, que era una niña cuando mataron a su padre, depositaron sendos ramos de rosas blancas y tras ellas, los asistentes fueron dejando rosas también.

El subdelegado del Gobierno español en Gipuzkoa, Guillermo Echenique, el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación del Gobierno vasco, José Antonio Rodríguez Ranz, y el presidente del PSE en el herrialde, José Ignacio Asensio, participaron en la ofrenda floral.

También se sumó al homenaje Maixabel Lasa, viuda del exgobernador civil de Gipuzkoa Juan Mari Jáuregui, al que ETA asesinó en el año 2000, así como Igor Larrea, uno de los trabajadores de Elektra que resultaron con heridas graves y que fue sometido a varias operaciones quirúrgicas.

El alcade de Donostia, Eneko Goia, destacó que “con estas placas queremos mantener viva la memoria de Josu Leonet y José Ángel Santos, dos personas que faltan entre nosotros y que nunca deberían haber faltado”.

El regidor donostiarra dijo que en todos los atentados murieron víctimas inocentes, pero cada uno tuvo sus “características”, en este caso la de haber acabado con la vida de dos personas “que iban a trabajar y se encontraron con la muerte sin esperarlo, ni ellos ni sus familias”, dos víctimas “colaterales”. – NTM