- La Comisión Constitucional del Congreso aprobó ayer por amplia mayoría una reforma de la ley electoral que pone fin al llamado voto rogado, la obligación de pedir el voto con antelación que desde 2011 tienen los ciudadanos del Estado que viven en el extranjero. En su lugar se introducen modificaciones para facilitar que puedan votar en urna en las embajadas y consulados, además de por correo, y para asegurar que sus papeletas lleguen a tiempo para su escrutinio.
El resto de asuntos ajenos al voto rogado y que se habían planteado, como la rebaja de la edad de voto a 16 años o la revisión de la proporcionalidad del sistema electoral, se han excluido del debate y ya se verán en la subcomisión creada en el Congreso para explorar la posibilidad de una reforma más amplia de la ley electoral (LOREG). Al final, el dictamen se aprobó sin votos en contra y con el apoyo de PSOE, PP, Vox, Unidas Podemos, Ciudadanos y PNV, mientras que los independentistas de ERC, Bildu y Junts se abstuvieron. La proposición de ley se elevará ahora al Pleno del Congreso para su aprobación en junio y su posterior remisión al Senado, con lo que se calcula que estará en el BOE en otoño y que ya se aplicará en las próximas elecciones generales.
La nueva modalidad permitirá que los electores puedan descargarse las papeletas de Internet, además de adelantar el envío tradicional de la documentación electoral, con lo que tendrán abiertas las dos opciones. A su vez, se ampliarán los centros para votar en urna.