- El Parlamento Vasco acogerá el próximo miércoles un pleno centrado en el reto demográfico, una sesión monográfica, a petición de EH Bildu. Es un formato que parece abonado a la polémica si se tiene en cuenta el precedente más inmediato, el pleno que se celebró hace un mes, también a petición de EH Bildu, para impulsar medidas en el contexto de la guerra en Ucrania. Los calificativos que dedicó la coalición abertzale al lehendakari a punto estuvieron de dinamitar las relaciones, pero en esta ocasión se confía en que el debate no desemboque en una situación similar, sino en acuerdos.
Fuentes de Lehendakaritza confirman a este periódico que volverá a ser Iñigo Urkullu quien suba al atril de oradores para defender la posición del Gobierno Vasco. No puede ser de otra manera, en la medida en que la Secretaría de la Agenda 2030 que ocupa Jonan Fernández está adscrita a Lehendakaritza. Los consejeros implicados están trabajando en las propuestas, y la vocación es "acordar con todos los grupos". Desde el PNV explican que por ahora están cerrando las propuestas con sus socios del PSE y con los departamentos implicados.
Con esa misma intención había acudido Urkullu al pleno de las medidas anticrisis por la guerra de Ucrania, aunque finalmente el consenso se limitó a Elkarrekin Podemos-IU y PP tras el choque con EH Bildu. Todo parecía transcurrir con normalidad hasta que el parlamentario de la coalición abertzale Iker Casanova llamó paracaidista a Urkullu y lo acusó de dinamitar el debate por acudir con un paquete de medidas tasado en su importe económico, en 200 millones. El PNV lo recibió como una falta de respeto institucional a Urkullu, e interpretó que EH Bildu había perdido los papeles porque su intención era escenificar que el lehendakari no tiene iniciativa ni propuestas.
Los plenos monográficos de EH Bildu son una fuente de fricciones entre ambos partidos, en la medida en que el PNV ve un intento evidente de marcar la agenda al Gobierno y conseguir un escaparate en puertas de las elecciones municipales y forales de 2023, sin voluntad real de acuerdo, mientras que EH Bildu no tiene ninguna intención de renunciar a esa fórmula aunque es consciente de que tensiona la relación en un clima de acuerdos presupuestarios y educativos. Pero Lehendakaritza confía en que esta vez no habrá tensiones. Que el lehendakari acuda con propuestas ya no puede ser el detonante de ningún pulso porque no tomaría por sorpresa a EH Bildu y, además, la propia coalición plantea un pleno en un asunto donde ya existe un documento base del Gobierno Vasco, la Estrategia Demográfica 2030.
EH Bildu solicitó este pleno con el argumento de que, más allá del periodo de alegaciones y aportaciones abierto hasta el 31 de marzo por el Gobierno Vasco, es necesario un debate en mayor profundidad. Sobre el fondo del asunto, planteaba que los retos no se pueden limitar a elevar la tasa de nataliad. El Gobierno Vasco envió al Parlamento los contenidos de la estrategia como documento de trabajo abierto a mejoras, y recogía debates como las ayudas por hijo, la emancipación de los jóvenes o los cuidados. Los debates monográficos suelen concluir con el registro de propuestas de resolución por parte de los grupos.
En el pleno de Ucrania, el PNV sí constató que el PP había mostrado una actitud más pactista tras el ascenso de Alberto Núñez Feijóo a la dirección estatal, y está por ver si tiene continuidad en el pleno demográfico. El debate sobre la fiscalidad (con la rebaja de impuestos que exige el PP) sigue siendo un punto de discordia irresoluble. Los acuerdos sí han sido relativamente frecuentes con Elkarrekin Podemos-IU, con leyes como las de Juventud e Igualdad. En el caso de EH Bildu, los puentes no se han roto pese al choque en el anterior pleno monográfico y, de hecho, persiste en diálogo sobre las leyes de país, como la reforma de la Renta de Garantía de Ingresos. Siguen también en marcha las reuniones de seguimiento del acuerdo presupuestario sin que haya trascendido en público ningún desencuentro. l