- Cuando ya algunos en Gernika y Euskadi habían comenzado a no esperar ningún tipo de gesto para con las víctimas que hace 85 años fueron objeto de un terrible bombardeo a cargo de la Luftwaffe nazi y la Aviazione Legionaria italiana con la aquiescencia del bando franquista, Moncloa cambió ayer de raíz el guion de la jornada conmemorativa del aniversario del ataque. Mientras se sucedían los actos de todos los años -responso en el cementerio de Zallo, homenaje al entonces alcalde Labauria, premios Gernika por la Paz, sirenas ensordecedoras que paralizaron la actividad de la localidad...-, el Consejo de Ministros aprobó ayer una declaración institucional de "reconocimiento a las víctimas del bombardeo de Gernika y de condena de las acciones de guerra que tienen como objetivo la población civil". Las autoridades vascas, con el lehendakari, Iñigo Urkullu, a la cabeza valoraron positivamente el paso dado.
El Gobierno de Sánchez considera que el ataque aéreo sufrido por la localidad el 26 de abril de 1937 "merece una condena sin paliativos". Es, sin duda, un reconocimiento histórico pero algunos responsables institucionales vascos deslizaron que aún existen flecos pendientes. "Veníamos demandando desde hace mucho tiempo que un gobierno democrático, como el Ejecutivo español vigente, tuviera también un reconocimiento del sufrimiento de hace 85 años y condenara, al mismo tiempo, con su presencia aquí, la agresión de un gobierno injusto sublevado al legítimo de la República", estimó el lehendakari. El portavoz del Ejecutivo de Lakua, Bingen Zupiria, calificó el pronunciamiento como un hecho al que "concedemos mucha importancia". El consejero del Gobierno Vasco, de hecho, resaltó el valor de ponerse en la piel de las víctimas y reconocer el daño causado. "Son elementos indispensables en la convivencia democrática", profundizó. La declaración viene además a restar cierta tensión acumulada entre ambos gobiernos, quienes últimamente han tenido algún rifirrafe. Por su parte, el alcalde de la villa foral, José María Gorroño, afirmó que era una cuestión que quedaba "pendiente". Por fin se ha dado una consideración a las víctimas, para quienes ser resarcidos de alguna forma es "importante y gratificante", según remarcó.
Parece que las recientes declaraciones del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, sobre el bombardeo de Gernika, equiparando la situación a la que actualmente se da en su propio país, han espoleado a Moncloa a emitir esta condena. "En este aniversario resulta ineludible atender a los acontecimientos más recientes para expresar la condena del Gobierno por las masacres llevadas a cabo por el ejército ruso sobre la población ucraniana, que evocan el horror sufrido por los indefensos habitantes de Gernika, tal y como señaló el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, durante su intervención ante el Congreso de los Diputados, el pasado 5 de abril", expuso Félix Bolaños, portavoz del gabinete Sánchez. Es más, la declaración reafirma el "compromiso en la defensa de los principios de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición, así como en la construcción de una memoria común que contribuya al mantenimiento de la paz". Es decir, de alguna forma se abre una puerta a resarcimientos de cara al futuro con Gernika.
En otro de los apartados del comunicado del Ejecutivo de Sánchez, este reconoció que un buen número de localidades en el Estado -entre ellas Otxandio o Durango- habían sido objetivos militares durante la Guerra Civil, si bien " fue la masacre de Gernika la que alcanzó la mayor repercusión internacional". De hecho, la localidad "pasó a la historia como símbolo universal de la barbarie", especialmente gracias al icónico Guernica de Picasso. El texto aclara también que "en la historiografía nacional e internacional hay un consenso prácticamente unánime sobre la consideración del bombardeo de Gernika como preludio o ensayo general de este tipo de ofensivas aéreas generalizadas que se desplegarían durante la Segunda Guerra Mundial. Por eso, la villa de Gernika forma parte fundamental de la memoria vasca, española y europea. Representa la crueldad de la guerra contra la población civil". Y apunta, por último, que "el Gobierno renueva el reconocimiento de la sociedad española hacia las víctimas y sus familiares, que ha sido expresado anualmente en numerosos actos conmemorativos y de homenaje", además de que declara su "compromiso con la pervivencia de la memoria de todas las víctimas", y en tercer lugar reafirma su compromiso "en la defensa de los principios de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición, así como en la construcción de una memoria común que contribuya al mantenimiento de la paz".
"Obligación". La senadora Estefanía Beltrán de Heredia interpeló ayer directamente al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, al que animó a ser "más contundente en la condena y petición de perdón con el pueblo de Gernika como símbolo de tantos municipios bombardeados, incendiados y arrasado". "Es obligación asumir la responsabilidad de las tropas sublevadas y del Gobierno franquista. Es un ejercicio de verdad, de memoria y también de justicia que se hace de cara al pueblo de Gernika", citó.
"Hoy sigue habiendo mentira respecto a lo que fue la guerra de 1936 y el bombardeo"
Lehendakari