- En los comicios del 10 de febrero, Euspel subió a la tercera posición tras ErNE y ESAN con 10 representantes, tres más.
¿Era inevitable la desaparición de los sindicatos ‘de clase’ en los foros de decisión de la Ertzaintza?
-Sí, por la deriva que estaban llevando, todos lo preveíamos y así ha sido. CCOO desapareció y ELA ha conseguido representación pero no suficiente para estar en los órganos principales de la Ertzaintza.
Con la presencia solo de sindicatos corporativos, ¿cambiará la relación con el Departamento?
-El Departamento tendrá que entender que va a tener que entrar a negociar sí o sí, sin poner trabas. Estos sindicatos de clase tienen intereses en el resto del funcionariado, Ahora los sindicatos corporativos estamos centrados en el colectivo, en nuestros problemas, entonces ahí el Departamento va a tener difícil paralizar ciertas cosas.
¿Siguen en unidad de acción con la central mayoritaria, ErNE?
-Seguimos en unidad de acción, creemos firmemente en ella. Euspel nació con esas miras, es la única manera de poder sacar cosas fundamentadas con este Departamento.
¿Y por qué los ertzainas castigaron a ErNE en las urnas y premiaron en cambio a Euspel?
-Nosotros damos una calidad en el servicio al afiliado, al asociado, nos gusta llamarlo así porque somos una asociación profesional sindical. Cuando un afiliado nos llama siempre estamos ahí, les tratamos como a personas. Ellos lo valoran y siempre decimos que somos como una gran familia, están contentos y tenemos muy poquitas bajas. Siempre nos han premiado en las elecciones, en todas nos han votado más ertzainas que los socios que tenemos.
Euspel no es una escisión de ningún sindicato, sino que surgió de la nada en Berrozi.
-Allá por 2004 nos abrieron un expediente disciplinario por falta grave a 40 escoltas por un problema al recoger los casquillos en los entrenamientos. Los sindicatos nos dejaron vendidos, tuvimos que contratar un abogado particular y nos dijimos, “¿por qué no nos constituimos nosotros como asociación, como sindicato?”. A los cuatro años ya estábamos dando servicio al resto de unidades y comisarías con un equipo potente en los tres territorios.
¿Cuáles son los problemas más urgentes a abordar en el cuerpo?
-Lo más inmediato es el acuerdo regulador de las condiciones de trabajo, que está obsoleto desde 2013. Tiene un montón de lagunas que nos hacen estar continuamente recurriendo cosas del día a día. Todos los días estamos en los juzgados y eso es trabajo para el personal laboral de la Ertzaintza, que está al servicio de la administración. Nos da pena y rabia que tienen un volumen de trabajo brutal, no dan abasto pero es la propia dirección la que lo está generando por no negociar con los sindicatos y derivar todo a los juzgados. Claro, como a ellos les sale gratis... Pero nosotros no vamos a tener ningún problema en seguir.
¿Creen apropiada la estrategia de la confrontación y la judicialización continua?
-No nos queda otra, no negocian nada. La directora de Recursos Humanos nos lleva continuamente a que judicialicemos todo. No llega a ningún acuerdo y los que quiere alcanzar son siempre de mínimos. Dejan el acuerdo regulador lleno de lagunas a propósito para luego interpretarlas como les da la gana, y lo que tenemos que hacer es solucionar el día a día.
Otro caballo de batalla es la carrera profesional de los agentes, que acordó ESAN en solitario con el Departamento en junio de 2021.
-Estábamos con ErNE y con ESAN antes de la firma del decreto de carrera, pero ESAN, lo digo claramente, nos traicionó en el último momento. No sabemos a cambio de qué porque el acuerdo que ha conseguido es un fiasco. La gente se va a dar cuenta de la problemática que crea porque una vez superas el 10% de absentismo nos penaliza para cobrarla. Y eso solo nos pasa a los funcionarios de la Ertzaintza.
El sindicato Sipe vuelve a la Mesa de Negociación. ¿Cuál cree que va a ser su aportación?
-Ese sindicato ha estado cuatro años recorriendo el desierto. Ahora viene con la ayuda de Jusapol, que ya ha demostrado en varias ocasiones una forma de actuar que a nosotros no nos gusta nada. Mucho nos tememos que Sipe aparezca en las mesas junto con Jusapol, y eso ya veremos en qué se traduce.
“Los sindicatos nos dejaron vendidos y nos constituimos como asociación. A los cuatro años ya estábamos dando servicio al resto de unidades”