Urkullu defiende un acuerdo que servirá “para una generación”

Iñigo Urkullu garantizó que su Ejecutivo dará cumplida respuesta al pacto que alumbró la Cámara mostrando su “compromiso” personal. Pero era ahí precisamente, en el legislativo, donde se sustanciaba el debate ayer. Y, ante las dificultades surgidas al borde del límite del reloj, instó a todas las partes a poner las luces largas y hacer un esfuerzo que permita al País Vasco contar con una ley cuya vigencia se proyecte, no sobre una legislatura, sino sobre toda “una generación”.

Urkullu subrayó que dibujar el marco futuro de la Educación en Euskadi era un tema fundamental, por lo que reclamó a los partidos implicados en esta negociación, PNV, PSE, Elkarrekin Podemos y EH Bildu que trabajaran para encontrar “un mínimo común” que permitiera conformar un sistema educativo basado “en la equidad y la excelencia”, y en el que se reforzara la enseñanza para poder dotar a los alumnos de herramientas y valores con los que hacer frente a los “nuevos desafíos” que les presente la realidad de su presente y su futuro.

Desde un PP desmarcado de la forja de este acuerdo, Carlos Iturgaiz se mostró crítico con el fondo del acuerdo en ciernes y duro en el fondo de su crítica. Denunció el “fracaso” de un sistema educativo “sectario” alegando que se ha “demostrado” que Euskadi es una de las comunidades autónomas que presenta los “peores resultados académicos” cuando tiene el mayor gasto por alumno en educación de España y arremetiendo contra un modelo que, a su juicio, antepone la euskaldunización “y el nacionalismo” a la educación.

Urkullu respondió con datos, enumerando la serie de capítulos -nivel de ingles, de abandono escolar, formación en estudios superiores...- en los que Euskadi despunta. Y cerró su intervención con vocación de “sumar” pidiendo a los sindicatos que “reconsideren” su posición ante el acuerdo educativo pactado.