- Después de varios años de travesía en el desierto con idas y venidas a los juzgados, constantes reclamaciones de mantener secuestrado al partido o acusaciones recíprocas por la pérdida de peso de EA en EH Bildu, más de un centenar de compromisarios del sector crítico organizaron ayer una asamblea paralela al congreso oficial de este fin de semana en Gasteiz. Aún sin determinar quién ejercerá hoy de candidato a la secretaría general -que debe en enfrentarse a Eba Blanco- , o incluso si presentarán una candidatura toda vez que sus principales caras visibles están pendientes de expulsión a partir de mañana, el bando garaikoetxeista aspira a dar un giro de 180 grados al porvenir de EA “para sacarlo del oscuro pozo en el que lo han metido”.
Los críticos se mantienen en sus trece y seguirán plantando batalla por un partido que en sus buenos tiempos tuvo incluso la manija de la gobernabilidad en Euskadi. Su ahora líder, Maiorga Ramírez, señaló que el objetivo número uno debe de ser “redemocratizar” EA. “No vamos a cejar en ello”, manifestó el dirigente navarro, pendiente de una expulsión -junto a los coordinadores de Araba, Iratxe López de Aberasturi; de Navarra, Miren Aranoa; de Gipuzkoa, Mikel Goenaga, y Esther Korres- a apenas 24 horas. Llamó a trabajar para recuperar el espíritu de Eusko Alkartasuna como “formación abertzale, socialdemócrata y nítidamente comprometida con todos los derechos humanos”, con el fin de volver a situar a esta formación “en el lugar que le corresponde”.
La integración de EA en EH Bildu ha estado detrás de buena parte de las disputas que han rodeado a la formación los últimos años. Pero no han sido los únicos motivos de fricción. Aun así, Ramírez mantiene inalterable la fórmula que propugnan desde el bando que encabeza. “Mantener el espíritu de EA en EH Bildu” es la idea que apoyan. Y bien a las claras. En suma, “ser ella misma” y recuperar su propia “personalidad”, participando en EH Bildu a través de “una fórmula de coalición” y no de una especie de “absorción”.
Ello supondría que la coalición dispusiera de “una mayor amplitud ideológica”, alejada de la “imagen reduccionista” al estar “identificada exclusivamente con la izquierda abertzale”. Solo así, a juicio de Ramírez, lograría “nuevas adhesiones” para poder llegar a disputar la “hegemonía” política en Euskal Herria.
Como si nada hubiera pasado y tras la denunciada “expulsión” de sus compromisarios del congreso de EA de este fin de semana, el bando crítico se mantuvo reunido durante buena parte de la tarde, aunque portavoces consultados por este periódico negaron que hubiera peligro de “protagonizar cualquier tipo de escisión”. “Es algo que para nada se plantea, ya que nuestro primer objetivo es recuperar a la EA auténtica”, dicen. Tampoco quisieron desvelar si pondrán encima de la mesa a algún candidato a candidata alternativa a la de Eba Blanco, que tiene todo de cara para reeditar su puesto como secretaria general de la formación. Tampoco le vieron visos a que la formación socialdemócrata abandone EH Bildu. “Es una herramienta propicia, pero siempre manteniendo el espíritu propio, una personalidad propia de EA en el mismo”, explicaron.
Ramírez censuró además las “instrucciones directas” de la actual secretaria general para no dejar pasar a ningún miembro crítico al Palacio Europa de Gasteiz, lugar elegido para el cónclave. Acusó a la dirección de EA, que “deslegitima” el congreso y las decisiones que se puedan tomar en él. “No cabe participar [en el congreso oficial] en estas condiciones”, lamentó. Sobre los futuros pasos que el bando crítico vaya a dar en un futuro cercano, avanzó que recurrirán la “injusta” decisión de expulsarle -junto a otros cuatro miembros del bando garaikoetxeista- tanto en las instancias “internas” como en los tribunales de justicia ordinarios. “Quieren quitarnos de en medio”, tal y como ahondó.