- Han pasado casi dos años desde que el PNV acordó la transferencia del Ingreso Mínimo Vital con el Gobierno español, y ese traspaso tendría que haberse producido el 31 de octubre del año 2020. De ahí que el Gobierno Vasco no encare la reunión de la ponencia técnica de hoy como un encuentro más o con escasa ambición. Cree que, a la luz del calendario y de la paciencia que ha demostrado su gabinete, esta cita tiene que contribuir ya, de manera decisiva, a que se produzca el “acuerdo definitivo”. Fuentes del Ministerio consultadas por este periódico ven el acuerdo “encarrilado”.
La cita será telemática, a las 17.00 horas. Van a participar los equipos técnicos de ambos gobiernos en las áreas de hacienda, autogobierno y trabajo y empleo. Si se produjera un acuerdo, tendrían que ratificarlo a nivel político la consejera Olatz Garamendi y la ministra Isabel Rodríguez en una Comisión Mixta de Transferencias que tendría lugar en los próximos días, no necesariamente esta semana.
El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, aseguró ayer en la rueda de prensa posterior al Consejo semanal que la actitud del gabinete de Urkullu va a ser la misma que han mantenido desde la firma del pacto en 2020. Añadió que la consejera espera que la reunión “sirva para cerrar un acuerdo definitivo en esta cuestión”. Puntualizó que no hay fecha para Comisión Mixta.
El pacto sobre el IMV tiene valor político, en la medida en que el PNV había anunciado que rompería con Sánchez si no cumple su palabra. También ayudará a destensar las relaciones con el Gobierno Vasco, descontento con la parálisis del calendario de traspasos, que acumula treinta materias pendientes.
En el Ministerio de Isabel Rodríguez han defendido que la oferta tiene todos los ingredientes necesarios para propiciar un acuerdo. Que se haya convocado una ponencia técnica es señal de que se ha producido un acercamiento muy importante, pero esta cuestión lleva mucho tiempo enredada y nadie quiere vender la piel del oso antes de cazarlo. Lo que sí está resuelto, tal y como informó este periódico, es el apartado que deja claro que la transferencia no tendrá fecha de caducidad, frente a la pretensión inicial del ministro Escrivá de pactarla por diez años prorrogables.
Los últimos movimientos se habrían centrado, por tanto, en garantizar que sea íntegra. Este traspaso tiene muchas aristas porque el Gobierno español se empeñó en que esta ayuda social colgara del Ministerio de la Seguridad Social, lo que ha dado pie a que Escrivá plantee problemas técnicos con el proceso de reconocimiento de las altas. Pero el Gobierno Vasco espera dar un paso definitivo. Escrivá había planteado en un primer momento que la Seguridad Social fuera quien autorizara los pagos, en lugar de Lanbide, lo que supondría una mera encomienda de gestión.
El anuncio del acuerdo podría llegar en cuestión de horas, aunque para hacerlo oficial en la Comisión habrá que esperar unos días. El Gobierno español tiene la agenda plagada de citas, empezando por una Comisión Bilateral con Catalunya este mismo viernes por la tarde, donde espera avanzar en tres comisiones de transferencias sobre becas y ayudas al estudio, y otras materias como la justicia. Planteará cuestiones sobre las infraestructuras, la participación de la Generalitat en Turespaña, y su participación en el IMV, como desgranó Isabel Rodríguez en la rueda de prensa del Consejo de Ministros.
El Gobierno español necesita tener gestos con Catalunya en un contexto de aplazamiento reiterado de la mesa de diálogo político. Por otro lado, Sánchez celebrará la semana que viene la Conferencia de Presidentes a la que, como adelantó este periódico, acudirá Urkullu.