Da la sensación de que el lehendakari se ha mordido la lengua todo este tiempo con la reforma laboral, y que este viernes, ante la insistencia del Gobierno español en cerrar las puertas al debate, ha querido ser mucho más explícito que hace unos días tras su reunión con la patronal Confebask. Si Iñigo Urkullu expresaba en aquel momento su deseo de que la reforma se aprobara por consenso, este viernes ha confiado en que “puedan superarse los obstáculos en torno al decreto, mediante otros mecanismos vinculados a este real decreto u otros reales decretos ley”, con una vía que blinde la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales.
En las jornadas organizadas por DEIA bajo el título Retos Euskadi 2022: construir el futuro tras dos años de pandemia, ha lamentado que desde algunos “agentes sociales o partidos” se pretenda “no tocar una coma” de este decreto en el Congreso, que es la institución que debe ratificar el pacto entre la patronal estatal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT. “¿Cuál es el papel que corresponde a la representación de la ciudadanía?”, se ha preguntado en tono crítico.
Urkullu lidera un gobierno de coalición con el PSE, que prioriza la idea de convalidar ahora el decreto sin introducir cambios. La patronal presiona con el mensaje de que se borrará del acuerdo si se introduce el más mínimo matiz. La votación está prevista para el próximo jueves día 3 de febrero en el Congreso, y el PNV ya ha avisado de que votará en contra si no se blindan los convenios vascos. Se ha abierto a escuchar fórmulas creativas para blindarlos, pero con la condición de que sea por ley y ahora, sin fiarlo a negociaciones futuras. Desde el PNV no desprecian el acuerdo social y le conceden valor, pero exigen esta contrapartida que, además, es solo una y se debe a que el mapa sindical vasco es distinto con ELA y LAB, y las condiciones salariales son generalmente mejores.
"ESTA PETICIÓN EN NADA ALTERA LO PACTADO"
Preguntado por el director de DEIA, Iñaki González, sobre si le preocupa más el hecho de que no salga adelante la reforma laboral, o el hecho de que lo hiciera pero sin prevalencia de los convenios vascos, Urkullu ha aclarado que “las dos cosas están unidas”. “Es la oportunidad para que se respete el marco laboral vasco. Creo que es posible”, ha alentado. El lehendakari argumenta que la defensa del marco laboral vasco “en nada altera el contenido de lo acordado”. No contemplar fórmulas le parece “cerrarse las puertas a lo que es mejorable”. “Desde mi respeto institucional, aspiro a que en el proceso de reforma pueda abordarse el respeto al marco laboral vasco”, ha insistido.