El fantasma de la alianza de Pedro Sánchez con Ciudadanos para aprobar la reforma laboral comienza a hacerse carne. El PSOE confirmó este viernes su intención de sacar adelante sin cambios la reforma acordada con la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT, una opción que encaja como un guante en lo que pide Ciudadanos para convalidar el decreto el 3 de febrero en el Congreso. El PNV se reafirmó en que votará en contra si no recoge la prevalencia de los convenios vascos sobre los estatales. Si el Gobierno español no cede, la presidenta de la Ejecutiva vizcaina del PNV, Itxaso Atutxa, le invita a que “busque otras mayorías”.

A diferencia de lo que sucede con la transferencia del IMV, donde el PNV sí avisa de que su relación saltará por los aires en caso de incumplimiento porque tienen un acuerdo firmado, la reforma laboral no romperá su relación. Pero la jeltzale sí quiso poner sobre la mesa que, si busca a C’s en esta y otras votaciones, “va a tener un problema de estabilidad dentro de su propio gobierno”, dijo a Onda Vasca.

Atutxa se refería a las tensiones en el Consejo de Ministros, entre el PSOE y Unidas Podemos. Ha sido habitual que, en las negociaciones presupuestarias o de otras medidas sociales o económicas, Podemos trate de mantener los puentes con los socios de investidura (o, incluso, en algunos casos, más con EH Bildu y ERC que con el PNV). Los socialistas han mostrado más de una vez la tentación de virar hacia C’s, que por su situación de debilidad y descomposición interna lo pone ahora más fácil, pero que sigue siendo un partido en esencia liberal y con un modelo fuertemente centralista en lo territorial. Además, su futuro no está claro, con constantes deserciones que parecen incompatibles con ser un socio estable.

IRENE MONTERO SE REMITE A LOS SOCIOS

Estos movimientos vuelven ahora con la reforma laboral y las fricciones entre socialistas y morados crecen. La ministra de Igualdad, Irene Montero, de Unidas Podemos, apostó por “ser receptivos y escuchar” las propuestas de ERC, EH Bildu y PNV sobre la reforma laboral para poder aprobarla con sus votos, según dijo a Radio Euskadi en una jornada donde ha visitado también al lehendakari Urkullu y la consejera Beatriz Artolazabal. En cualquier caso, en los contactos con el PNV, la vicepresidenta Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, tampoco ha llegado a hacer movimientos lo suficientememte ambiciosos como para atraerse a los jeltzales. Montero abogó por la mayoría progresista y plurinacional, e incluso mantenerla “para la próxima década”.

EL PSOE INSISTE EN NO HACER CAMBIOS

El portavoz del PSOE en el Congreso, Héctor Gómez, insistió en aprobar la reforma en los “términos acordados” con los agentes, no “desvirtuarla”, y dejar para los próximos dos años otros cambios. Lo repitió tras mantener un encuentro con parlamentarios, diputados y senadores vascos en Gasteiz junto a Eneko Andueza, quien pidió a PNV y Bildu que no se pierdan en “peleas de patio”.

"INJERENCIAS EN EL AUTOGOBIERNO"

Atutxa previno a Sánchez de las tensiones que pueden surgir entre el PSOE y Unidas Podemos. Cuando se le preguntó si cree que Sánchez aguantará sin convocar elecciones hasta diciembre de 2023, recordó que tiene por delante leyes difíciles, y prevé “invasiones competenciales” en normas de cariz social.

“Quieren ocultar injerencias en el autogobierno vasco que no queremos dejar pasar”, dijo, para añadir después que Sánchez tiene que “mimar” a quienes dan estabilidad, y que las mayorías no pueden construirse con un “o lo tomas, o lo dejas”. Se temió que va a ser una mala práctica para los próximos dos años, le afeó la falta de acuerdo sobre la Ley Audiovisual, la uniformidad que prevén las leyes sanitarias y sociales de su plan para 2022 y el aroma electoralista que nota el PNV.

Sobre la vivienda, recordó que el bono de alquiler joven lo tiene la CAV desde hace tres años “y en mejores parámetros”. Sobre el IMV, rechazó las “excusas técnicas” y lo avisó de que su relación está con el “piloto muy en rojo”.