- No fue un arrebato de un día. El líder del PNV confirmó ayer lo que anunciaba el burukide Koldo Mediavilla: si el Gobierno español no cumple el acuerdo para que Euskadi gestione de principio a fin el pago del Ingreso Mínimo Vital, los jeltzales romperán con Pedro Sánchez. “Se va todo al carajo”, reforzó ayer de manera categórica el máximo representante del PNV, Andoni Ortuzar, en una entrevista concedida en Radio Euskadi. Esta transferencia es la manzana de la discordia, la bomba que puede hacer saltar por los aires toda vía de colaboración con Sánchez.

Mientras el PNV lleva días lanzando el mensaje de que aceptará con deportividad un desacuerdo sobre la reforma laboral porque no forma parte del acuerdo de investidura ni existía un compromiso previo, el IMV es harina de otro costal. Se trataría del incumplimiento flagrante de un pacto firmado en 2020 en el contexto de las prórrogas de alarma, firmado también a cambio de que el PNV no enmendara a la totalidad los Presupuestos estatales de este año, y reforzado igualmente en la tramitación del proyecto del IMV. Pero el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, “un ministro obstáculo no solo con el PNV sino con todos”, no deja de presentar pretextos.

“Ahora nos quieren meter de rondón que sea una cesión por diez años prorrogable. No es lo que habíamos pactado. El Gobierno Vasco ya ha mandado un documento y espero que se firme sin más sorpresas. Si esto lo incumplen, se va todo al carajo”, alertó. La consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, reveló a este periódico en la entrevista publicada el pasado domingo que ya había despejado el obstáculo del plazo y que la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, se compromete con un traspaso sin fecha de caducidad, por un plazo indefinido.

Fuentes de la consejería explicaron ayer a este periódico que estos días los equipos técnicos cruzan sus comentarios para intentar ir cerrando este traspaso. “A la propuesta que envió el Gobierno español se le hacen unas matizaciones u observaciones técnicas en algunas cuestiones. Todo esto, después de que la ministra de Política Territorial tras la conversación con la consejera haya aceptado que la transferencia es definitiva”, abundan.

El asunto volvió a estar sobre la mesa en el Senado, en la comisión de entidades locales. Respondió al jeltzale Juan Carlos Medina que “en relación al IMV hay un claro compromiso político; algunas veces, pasar al rigor jurídico es complicado, y hace que desesperemos cuando el punto, la coma o el plazo” impiden el acuerdo. Puso en valor su conversación con Garamendi, revelada por este periódico, y que otros gobiernos hicieron “cero” traspasos. Además, añadió que se va a empezar a abordar el trabajo técnico sobre otras tres materias, en una breve alusión a las tres cuestiones que ha puesto Garamendi de manera proactiva sobre la mesa para reanimar una negociación paralizada: meteorología, gestión del litoral y fondo de protección a la meteorología. Medina valoró que haya voluntad, pero pidió que se comprometa con un IMV “íntegro y permanente”.

Promesa de traspaso. Escrivá, en plena tensión con el PNV, prometió ayer al presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, la cogestión “en próximos meses” del IMV, con una “ventanilla única” e integración con la Renta de Inclusión Social gallega. Eso sí, el Estado será quien reconozca la prestación.