El president Pere Aragonès encabezará la representación de la Generalitat en la manifestación convocada para este sábado en Barcelona en favor de la inmersión lingüística en las escuelas de Catalunya. Esta marcha ha sido convocada por la plataforma Som Escola tras ratificar el Tribunal Supremo el mes pasado la sentencia que obliga a impartir el 25% de las clases en castellano, tumbando así un modelo catalán que hasta el momento siempre había gozado de un amplísimo consenso, y generando un embrollo educativo, político y social de dimensiones mayúsculas.
En este contexto, no solo el president secundará la convocatoria del sábado, sino que también estarán presentes todos los consellers de un Govern que hoy ha reclamado a la derecha unionista que abandone el “partidismo” en este ámbito y afronte desde el consenso la protección de la lengua catalana. Y es que partidos como PP, Vox y Ciudadanos han azuzado el debate lingüístico empleando términos como apartheid para referirse a la escuela de Canet donde una familia ha reclamado que se impartan en castellano el 25% de las materias.
Ante esto, toda la plana de la Generalitat ha optado por acudir a la protesta y el Govern anuncia también un plan de protección de la lengua catalana. Así lo ha expresado la portavoz del Ejecutivo, Patrícia Plaja, que en rueda de prensa ha declarado que el gabinete autonómico asume el “compromiso de trabajar” para proteger el catalán de los ataques externos allí donde haga falta”.
Ausencia del PSC
En la marcha del sábado en la capital catalana destaca la ausencia del PSC, que hasta el momento siempre había defendido con firmeza el modelo de inmersión lingüística en Catalunya. Sí acudirán en cambio sindicatos no soberanistas como UGT o CC.OO. Sobre la posición de los socialistas se ha pronunciado Plaja, que cree que a la ciudadanía “le costará entender y compartir” que no participen en la manifestación.
Por otra parte, la consellera portavoz ha anunciado que el Ejecutivo “impulsará un plan de protección de la lengua catalana, que sufre ataques constantes dentro y fuera del país”, y que irá “más allá de protegerla” ya que contempla “incentivar y promover su uso”. Para ello, Plaja ha indicado que es necesario “el máximo consenso político y ciudadano” con el fin de “salvar la lengua para las próximas generaciones”, un camino del que ninguna sentencia les “desviará”.
La portavoz, que no ha detallado en qué consistirá el nuevo plan de protección, sí emplaza a los acuerdos “entre fuerzas parlamentarias y entidades sociales y culturales” en la cumbre del jueves donde se estudiará “cómo dar respuesta a la sentencia del Tribunal Supremo y cómo promocionar el catalán en la escuela”.
Mensaje conjunto en el Congreso
Por su parte, las fuerzas soberanistas catalanas con representación en Madrid han lanzado esta mañana un mensaje conjunto en el Congreso de los Diputados para incidir en que el modelo de inmersión lingüística no representa “un conflicto real” en Catalunya, donde esta fórmula educativa ha garantizado durante décadas que los alumnos tengan dominio tanto del catalán como del castellano.
Así lo han subrayado en rueda de prensa en la Cámara los portavoces de ERC, JxCat, la CUP y el PDeCat, Gabriel Rufián, Míriam Nogueras, Mireia Vehí y Ferran Bel; que han querido dejar claro que el castellano “no está siendo perseguido” en Catalunya y aseguran que el caso concreto de Canet no permite hablar de un problema general con la lengua en el sistema educativo catalán.