El lehendakari Urkullu y el president Aragonès han reforzado los puentes que unen a Euskadi y Catalunya en la reunión que ambos han mantenido este lunes, unos puentes que habían pasado estos años por momentos de menor esplendor ya sea por la pandemia o por las diferencias a la hora de abordar la relación con el Estado. La relación fue gélida con el expresident Puigdemont, y también más distante con Torra.
Aunque las recetas que defienden en este momento en materia de autogobierno sean diferentes, con un nuevo estatus para Euskadi y un referéndum de independencia para Catalunya, ambos han valorado de manera "muy positiva" su encuentro en Alp, en Girona; han puesto sobre la mesa una agenda común en cuestiones más pegadas a la gestión del día a día, como el aumento de los contagios por coronavirus y el reparto de los fondos europeos desde el Estado; e incluso han sumado fuerzas para reclamar al Gobierno español de Pedro Sánchez que establezca un porcentaje para el uso del euskera, catalán y gallego en las plataformas audiovisuales.
Esta cuestión mantiene en vilo el apoyo de ERC a las Cuentas de Sánchez. Aunque el PNV ya ha cerrado un acuerdo con el Gobierno español, Urkullu ha evitado dar lecciones a ERC y se ha solidarizado con sus exigencias sobre la Ley Audiovisual. "Abogo por la aprobación de los Presupuestos, pero me hago solidario por la preocupación por la Ley Audiovisual. Espero que los aspectos más negativos, con las enmiendas de ERC, puedan ser solventados", ha dicho el lehendakari.
Iñigo Urkullu y Pere Aragonès se han emplazado a una nueva reunión en Euskadi. El tiempo dirá qué da de sí esta sintonía, pero se prevé que la próxima reunión sea pronto y la relación es muy buena entre ambos. Sobre el modelo territorial, Urkullu ha defendido que es necesario releer el modelo a través de una reflexión compartida. También sigue de cerca la reflexión sobre la financiación autonómica, aunque las haciendas forales tienen su propio modelo.
RECOMPONER LA RELACIÓN
Urkullu y Aragonès ya habían tenido encuentros telemáticos y por teléfono, y sus consejeros han trabajado estos meses en asuntos sectoriales, pero esta reunión es la primera de carácter presencial entre los máximos representantes de los gobiernos vasco y catalán, desde la que mantuvieron en 2018 Iñigo Urkullu y Quim Torra.
Mucho ha llovido desde entonces. En aquel momento, aún estaban frescas las consecuencias del referéndum de independencia catalán de 2017, y Urkullu y el expresident Puigdemont habían roto relaciones tras la mediación fallida del lehendakari, quien trató en todo momento de evitar la suspensión del autogobierno catalán. En la cita de 2018, el lehendakari proponía sin demasiado éxito a Torra que aprovecharan su fuerza en el Congreso de los Diputados para solucionar el conflicto territorial con el Estado por la vía de los acuerdos, lejos de la vía de confrontación que preconizaba Junts.
Tras las elecciones catalanas, la presidencia del Govern pasó a manos de ERC, que ha defendido una estrategia más pragmática en sintonía con la que practican Urkullu y el PNV. Ha acordado una mesa de diálogo con Pedro Sánchez a la que no da crédito Junts y, a pesar de las tiranteces sobre la Ley Audiovisual, está negociando los Presupuestos con Pedro Sánchez. En las últimas semanas, ha amarrado un acuerdo presupuestario en Catalunya con los comunes.
ARAGONÈS QUIERE DARLE CONTINUIDAD
La relación entre los gobiernos vasco y catalán está engrasada y se abre una nueva etapa que poco tiene que ver con el frío glacial entre Urkullu y Puigdemont. Las relaciones con el expresident quedaron rotas desde que desoyó el consejo de Urkullu de convocar elecciones en Catalunya tras el referéndum de independencia para evitar la suspensión del autogobierno por parte del Gobierno español de Rajoy. A nivel de partido, el PNV tiene la relación preferencial con el PDeCAT, también partidario del acuerdo.
En 2017, ERC presionó en contra de las elecciones, pero las tornas han cambiado y ahora aboga por el pragmatismo. Aragonès quiere dar continuidad a la relación con el Gobierno vasco.
URKULLU ASUME LA PRESIDENCIA DE LOS PIRINEOS
Urkullu y Aragonès habían coincidido ya en otras reuniones multilaterales y telemáticas, pero este lunes han mantenido su primer encuentro bilateral. Lo han hecho aprovechando el traspaso de poderes entre ambos en la presidencia de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, un órgano de cooperación transfronteriza que agrupa a siete territorios. Tras dos años de mandato catalán, ahora toma el relevo el lehendakari, quien ha puesto sobre la mesa diez prioridades.
Entre ellas, ha vuelto a reivindicar la creación de corredores seguros para los migrantes, ha puesto el acento en el reto del cambio climático y que la digitalización llegue también a las zonas rurales, y se ha propuesto trabajar en el plan Poctefa 2027, el Programa Interregional entre los estados español y francés y Andorra.
Urkullu se ha mostrado una vez más como un entusiasta de la cooperación transfronteriza, respetando las singularidades y promoviendo las lenguas propias. Apuesta por tener listas las primeras convocatorias de proyectos a finales de 2022.
¿QUIÉN FORMA PARTE DE ESTE ÓRGANO?
La Comunidad de Trabajo de los Pirineos la conforman la comunidad autónoma vasca, Nafarroa, Aragón, Catalunya, Andorra, Nueva Aquitania y Occitania. En el plenario ha participado también la consejera navarra Ana Ollo, quien ha lamentado que persista aún el cierre de cuatro pasos fronterizos desde el estallido de la pandemia. Este asunto y la gestión de los fondos europeos han estado muy presentes. Urkullu ha recordado que, durante la pandemia, ha permanecido cerrado el paso de Behobia, y ha pedido diálogo a los gobiernos español y francés.