- Aunque el conflicto por el control del PP de la Comunidad de Madrid sigue abierto y las posiciones permanecen inmóviles, los populares buscan dejar la crisis en un segundo plano y ayer el líder del partido, Pablo Casado, y la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se dejaron ver conversando en el acto por el aniversario de la Constitución.
A las puertas del Congreso, debido a la afección de la pandemia, esta celebración unió a Casado con varios presidentes autonómicos del PP, ya que además de Ayuso acudieron a la Carrera de San Jerónimo los presidentes de Galicia, Castilla y León y la Región de Murcia, Alberto Núñez Feijóo, Alfonso Fernández Mañueco y Fernando López Miras, respectivamente.
Casado y Díaz Ayuso estuvieron sentados juntos, con la distancia impuesta por las medidas sanitarias, y al finalizar el acto se les pudo ver conversando, muy cerca de Feijóo. La presidenta madrileña compartió también conversación con su homólogo de Murcia y recibió además un saludo afectuoso por parte del presidente de la Xunta.
El conflicto interno copó los corrillos, aunque tras meses de lucha interna los populares han optado por un perfil bajo, cuando los sondeos muestran un retroceso que coincide con esta pugna. El presidente del PP restó importancia a estas encuestas, que tras meses en los que vaticinaba una mayoría absoluta de PP y Vox aleja ahora esta posibilidad, al quedarse el PP con 126 escaños y la ultraderecha con 47, a tres de poder formar Gobierno.
Casado puso el acento en que su formación es la primera en intención de voto y adelanta en 20 escaños al PSOE, “algo que hace muy pocos meses nadie habría anticipado”. Consideró que el cambio es “imparable” y argumentó que el PP aspira a gobernar en solitario y “no depender de otros partidos”.
Al contrario que Casado, Isabel Díaz Ayuso sí se refirió al choque en el partido, al ser preguntada por los periodistas. Así, aseguró no saber si el retroceso en las encuestas se debe a esta lucha interna, pero en todo caso abogó por pasar “pronto página”.
El conflicto tiene sin embargo un nuevo capítulo en la posibilidad de que un adelanto electoral en Castilla y León o en Andalucía pueda obligar a posponer el congreso del PP madrileño, un escenario que no descarta Génova, que lo estudiará en caso de que se confirmen estas convocatorias de las urnas, aún en el aire.
La presidenta de la Comunidad madrileña fue ayer tajante al desvincular ambos procesos. “En principio no tendría una cosa que ver con la otra, se circunscribe a diferentes autonomías y órganos distintos. Cada uno llevará su propio calendario”, dijo.