- Asesor en la Unidad de Atención y Valoración a Afectados por Terrorismo (UAVAT), y víctima en la masacre de ETA en Hipercor, para Robert Manrique “lógicamente todo lo que sea que la banda terrorista ETA y sus miembros puedan ir reconociendo los errores que han cometido y dándose cuenta de que están haciendo cosas que duelen a la inmensa mayoría de víctimas, bienvenido sea”. Para Manrique, si este anuncio “nos lo hubieran dicho hace once años, no me lo habría creído, por lo tanto lo veo como algo positivo, solo faltaría”, aunque hay trecho pendiente. “El día que escuchemos que ETA diga que estuvo mal matar, esa será una gran fecha, y creo que eso llegará, lo que pasa es que siempre habrá gente que se seguirá quejando”. La aspiración de este superviviente es que “ETA no vuelva y nadie sufra lo que ya hemos sufrido nosotros”. Recuerda que si bien el colectivo de víctimas es plural, ETA no puede distinguir víctimas, “lleven o no uniforme, seamos o no civiles”. Recuerda al respecto unas declaraciones de Pernando Barrena en 2012. “La izquierda abertzale ya pidió perdón en Barcelona por los atentados cometidos, y no hizo ninguna distinción. Eso quedó un poco en el olvido, pero está publicado en la Universidad de Barcelona”.
Manrique se congratula de que ahora los presos “se dan cuenta del detalle molesto para la dignidad de mucha gente de que se ocupe la vía pública para hacer homenajes a gente que ha estado en la cárcel por ser terrorista. Muchas víctimas entendemos que es una falta de respeto. Si ya la han reconocido, y no se van a hacer más, pues perfecto”. Preguntado por el camino necesario por recorrer, Manrique cree que “para empezar”, se debe “dejar de politizar y utilizar al colectivo de víctimas del terrorismo”, “como si todas las víctimas fuéramos las mismas, pensáramos igual y votáramos lo mismo. También reclama a los miembros de ETA un reconocimiento de que “no tenían que haber iniciado el terrorismo”. Este barcelonés cree que con la progresiva salida de presos de las prisiones, “más de uno” se situará en esas coordenadas.
Robert Manrique tuvo un “encuentro reparador” en 2012 en la prisión de Zaballa, con Rafael Caride, uno de los autores del atentado en Hipercor. “Si no hubiera ido a aquella reunión, estaría cabreado conmigo mismo. Yo hice mi pregunta, y a partir de ahí las preguntas que me habían hecho otras víctimas. A mí me sirvió, y sé que sirvió a mucha gente. La palabra ‘arrepentimiento’ la repitió diez o quince veces mínimo, y además el director de la prisión, y los dos asistentes sociales de la cárcel me confirmaron su conversión absoluta”.