- El pasado febrero, aunque trató de esquivar la cuestión, la fiscal general del Estado, Dolores Delgado, tuvo que pronunciarse sobre los audios de una conversación mantenida entre un alto mando del Cesid y un capitán de la Guardia Civil, donde hablan de la posibilidad de que Mikel Zabalza muriera mientras era torturado en el cuartel de Intxaurrondo en 1985. Lo hizo, eso sí, pasando de puntillas, y señalando que si las informaciones publicadas “tuvieran alguna relevancia penal”, los compañeros fiscales las tendrían en cuenta. “Es un tema de valoración de los profesionales”, aventuró la exministra tras las preguntas formuladas por el senador del PNV, Imanol Landa, en la comparecencia de la fiscal en la Comisión de Justicia de la Cámara Alta. Tras aquella respuesta, la familia de Mikel Zabalza emplazó a la fiscal a “no mirar hacia otro lado”, instándola a que investigara el trato de las fuerzas de seguridad del Estado a los detenidos porque “las torturas no han sido una excepción”. Nueve meses después, nada ha cambiado en el horizonte de Delgado.
Otra vez en el Senado, y nuevamente interpelada ayer al respecto por el dirigente jeltzale, que le cuestionó si iba a adoptar alguna medida para desclasificar los archivos que permitan esclarecer el caso; la fiscal general del Estado echó balones fuera. “El Ministerio Fiscal llega donde puede llegar”, se limitó a decirle para completar la réplica que poco antes había dado al senador de Geroa Bai, Koldo Martínez, sobre el mismo asunto. “No le puedo decir si hay indicios, datos o pruebas. Si no los hay no se puede seguir adelante con un procedimiento”, justificó. Delgado se agarró a que a los fiscales “nos importan las víctimas. Las de todos los delitos. También aquellas de las que no se sabe si ha habido delito porque si algo nos caracteriza es la empatía con la sociedad”, zanjó. Previamente, Landa insistió en lamentar que “la causa sigue archivada y está pendiente la necesidad de verdad, justicia y reparación”.
El documento sonoro desvelado en su día por Público, que recoge la conversación entre quienes entonces eran coronel del Cesid, Alberto Perote, y el capitán del Instituto Armado, Pedro Gómez Nieto, apuntalaba la veracidad de la transcripción realizada por dos periodistas de El Mundo que fue aportada como prueba en el sumario que investigaba el caso Zabalza, pero cuya existencia fue negada por Gómez Nieto y que en su día el Juzgado desestimó finalmente como prueba. Tras esta revelación, el PNV preguntó a Delgado si otorgaba visos de verosimilitud a la conversación que contradice la versión oficial de la Guardia Civil, que sostiene que Zabalza murió ahogado en el río Bidasoa.
La conversación dura apenas minuto y medio y en ella toman parte Perote y Gómez Nieto. El primero admite que “el tema de Zabalza está muy feo”. El mando de la Guardia Civil contesta: “Un juicio así rápido mío de valores es que se les ha ido la mano, que se les ha quedado en el interrogatorio. Posiblemente fue una parada cardíaca, como consecuencia de la bolsa en la cabeza”, añade Gómez Nieto.
Defiende su nombramiento. La fiscal general del Estado defendió ayer su nombramiento y aseguró que “no supone una contaminación política” al no ser “comparable” con los cargos de magistrados del Tribunal Supremo, del Constitucional o del Consejo General del Poder Judicial. “Soy fiscal y es lo que quiero ser”, subrayó Dolores Delgado, para insistir en que como fiscal no desarrolla funciones jurisdiccionales, sino funciones ejecutivas destinadas a una política criminal. El PP le acusó de “sectaria”.