- Para el PNV, la relación con Pedro Sánchez ha vuelto al carril del que nunca debería haber salido. Tras negociar hasta el último minuto, el presidente español podrá superar finalmente el próximo jueves la votación de las enmiendas a la totalidad de sus Presupuestos. Lo hará después de haber realizado cesiones ante los jeltzales y ERC, sus dos socios de investidura, que habían amagado con presentar ese veto y cuya paciencia se estaba agotando por su tendencia a incumplir los acuerdos suscritos. Los jeltzales le arrancaron un compromiso político para desbloquear la transferencia íntegra del Ingreso Mínimo Vital, de manera que Lanbide pueda gestionar el pago de esta ayuda social de principio a fin sin la tutela de la Seguridad Social, y sin condenar a los vascos a un peregrinaje engorroso de ventanilla a ventanilla. El traspaso llevaba un año bloqueado.
A cambio, tal y como anunció ayer el portavoz jeltzale en el Congreso, Aitor Esteban, el PNV no registró una enmienda a la totalidad, aunque todavía no hay acuerdo presupuestario y se abrirá una segunda negociación sobre el soterramiento del Tren de Alta Velocidad y las inversiones a través de las enmiendas parciales. El plazo para registrarlas acaba el viernes 5. En este terreno, cada vez suena con mayor fuerza la opción de que el Gobierno español acepte la encomienda de gestión para que Euskadi asuma las obras en Bilbao y Gasteiz y puedan avanzar con rapidez. El peso de la negociación, según ha podido saber este diario, lo llevó Esteban con la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y en contacto con el Gobierno vasco. El cierre final corrió a cargo del presidente de la Ejecutiva jeltzale, Andoni Ortuzar, y el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, la mano derecha de Sánchez.
Ortuzar había participado a primera hora de la mañana en una conferencia de Sabino Arana Fundazioa, pero abandonó la sala de inmediato para dirigirse a su despacho en Sabin Etxea y remar desde ahí. Eran las 10.00 y quedaban cuatro horas para que se cerrara el plazo para registrar las enmiendas a la totalidad. El PNV aún tenía la suya sobre la mesa, redactada y lista. En esa conversación, se cerró un acuerdo que satisface al “100%” las demandas del PNV para la gestión del Ingreso Mínimo Vital. Esteban puso en valor el papel de la vicelehendakari segunda, la socialista Idoia Mendia, quien ha empujado a favor del traspaso íntegro y tendrá que gestionar el IMV.
El IMV permanecía varado por las resistencias del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, y necesitaba un impulso de alto nivel que ya se ha producido. No era una empresa fácil porque esta materia se ve como la antesala del traspaso de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social que abarca las pensiones, y se enfrenta a resistencias importantes desde un sector de los funcionarios estatales. Sin embargo, el IMV ya tendría que haberse transferido hace un año, el 31 de octubre de 2020, el PNV lo había firmado para la comunidad autónoma vasca y Nafarroa, y aparece en el decreto 20/2020. Esa percha es la que permitió ayer que la presidenta Chivite pudiera acogerse a la misma fórmula y anunciar que Nafarroa gestionará la ayuda.
Fuentes de la consejería de Autogobierno detallan un “acuerdo marco” con tres premisas que tendrán que desbrozar los equipos de Olatz Garamendi y el Ministerio de Política Territorial de Isabel Rodríguez. En concreto, el IMV tendrá que ser una transferencia y no una mera encomienda de gestión, es decir, que las instituciones vascas controlarán todo el proceso y no solo la recepción de las solicitudes ciudadanas. Además, se respetará la fórmula del Concierto Económico, y se calculará su importe con la referencia del Cupo que se paga anualmente al Estado (6,24%). Por último, se incluirá en los Presupuestos la disposición adicional quinta del decreto 20/2020 que alude a las haciendas forales y justifica su capacidad para gestionar esta ayuda, frente a la sentencia del Tribunal Constitucional que tumba esta opción en Catalunya.
Fuentes del Ministerio de Escrivá confirmaron que el trapaso será “íntegro” a falta de limar los detalles técnicos. La “función interventora” que se reserva la Seguridad Social solo se refiere a una comisión de seguimiento para que se cumpla la legislación sobre los requisitos para acogerse a la ayuda, que tienen que ser los mismos en todo el Estado. Nunca estuvo en cuestión y parece una forma de frenar las críticas que va a despertar este traspaso en los sectores centralistas. Se vendió como una fórmula novedosa, frente a la que se utilizó con las pensiones no contributivas. El Gobierno Vasco saluda este acuerdo a la espera de que el Ministerio de Política Territorial envíe su oferta. El traspaso llegará a finales de año o principios del próximo, como había prometido Isabel Rodríguez en su reunión con Garamendi, donde también habló de los trenes de cercanías.
Como ya adelantó este periódico, el PNV priorizó el IMV en la negociación de las enmiendas a la totalidad. Este compromiso restaura la confianza de los jeltzales en el Gobierno español de Sánchez, muy tocada por el incumplimiento de los pactos. Se genera un clima más proclive para negociar las enmiendas parciales.
Ahora el foco está situado en el soterramiento del Tren de Alta Velocidad en su entrada a Bilbao y Gasteiz, la incorporación de algunas partidas plurianuales sobre infraestructuras que misteriosamente han desaparecido de las Cuentas y se han aplazado hasta 2023, o los proyectos de digitalización en los fondos europeos. En el caso del TAV, el consejero de Transportes, el socialista Iñaki Arriola, puso en valor ayer que las estaciones en Bilbao y Gasteiz serán soterradas, que Euskadi se encargará de parte de las obras en el nudo de Arkaute y en Bilbao (el túnel de Zaratamo a Cantalojas) con una encomienda de gestión, y que, mientras tanto, podría haber “soluciones” provisionales que no cuestionarán lo pactado.
La secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, se había expresado en un sentido similar a falta de la próxima reunión con el Ayuntamiento de Bilbao. Ahí tendrá que constituirse la sociedad del soterramiento, que ya existe en Gasteiz. El Gobierno español, eso sí, ha evitado dar plazos sobre el TAV por las declaraciones de impacto ambiental que están pendientes. El PNV tratará de encauzar también algunas inversiones plurianuales desaparecidas, como los apeaderos en Gipuzkoa, la variante Ordizia-Beasain, el trayecto Aranguren-Balmaseda, la remodelación de Zorrotza y varios pasos a nivel. Reconducirá igualmente el descenso de la inversión en la CAV y Nafarroa.
PNV y ERC tuvieron en vilo a Sánchez hasta el último momento. EH Bildu fue la primera en confirmar a primera hora de la mañana que no presentará la enmienda a la totalidad, como dijo hace semanas, pero Sánchez necesitaba los seis votos de los jeltzales y los 13 de ERC, que lo exprimieron hasta el final y reforzaron su influencia. “Nosotros necesitábamos certezas sobre la voluntad del Gobierno de llevar los acuerdos adelante. Este acuerdo restablece la confianza. Nos permite contemplar la negociación de las enmiendas parciales con optimismo”, explicó Esteban.
“La disposición del PNV va a ser de diálogo”, zanjó. Sánchez ve más cerca unos Presupuestos clave para que la legislatura aguante hasta 2023. Para él era importante amarrar esos votos y dar una imagen de solidez tras el desencuentro con Unidas Podemos sobre la reforma laboral. El PNV gana tiempo para seguir completando los traspasos del Estatuto de Gernika, con cerca de 30 pendientes.
“Este acuerdo restablece la confianza y nos permite negociar las parciales con optimismo”
Portavoz del PNV en el Congreso