- Pedro Sánchez ha regresado de sus vacaciones en Lanzarote con la necesidad imperiosa de volcarse en la gestión de la crisis de Afganistán, los incendios en Ávila o la devolución de menores a Marruecos. Ha soportado el chaparrón del PP, que lo ha acusado de estar desaparecido y relajarse de manera indolente en su hamaca. Sánchez se ha centrado en darle la vuelta a esa imagen y lo está consiguiendo. Pero el presidente español también tiene sobre su mesa desde antes de las vacaciones la carpeta vasca. Es clave en sus relaciones institucionales con el Gobierno de Urkullu y en su relación política con el PNV, un socio necesario para que la legislatura aguante hasta 2024.
Una de las numerosas cartas enviadas por el lehendakari al presidente español le pedía ya cuentas en abril sobre el retraso en la transferencia del Ingreso Mínimo Vital o la falta de información en el reparto de fondos europeos. En paralelo, se espera que varios frentes abiertos entren en una fase resolutiva a finales de agosto o en septiembre: la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, intercambió mensajes con la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, para emplazarse a una primera reunión cara a cara y retomar la negociación de las 27 transferencias tras la remodelación del Gobierno español en julio; y el consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, espera concretar con María Jesús Montero de manera más intensa en septiembre la participación vasca en los fondos europeos tras haber amarrado ya la gestión de 500 millones.
Aunque son planos distintos, también confluyen los movimientos del PNV a nivel de partido: antes de abordar los Presupuestos estatales, exige dejar resueltos el traspaso del IMV y la licitación de las obras para soterrar el Tren de Alta Velocidad en su entrada en Bilbao y Gasteiz. También pone el foco en los fondos europeos.
La remodelación del Gobierno español afectó a áreas clave como la de Política Territorial y Transportes, aunque en ese último terreno se han producido ya algunas aproximaciones con la nueva ministra Raquel Sánchez, quien firmó el convenio para el soterramiento del tren en Zorrotza con el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, poco después de tomar posesión de su cargo en el Gobierno español. El diálogo área por área, de consejeros a ministros, está en marcha, y lo que falta es un impulso que podría concretarse por tres posibles vías.
Una de ellas consiste en que los propios ministros den un empujón a los compromisos. Ahí entraría, entre otras, la reunión con Rodríguez para cumplir el Estatuto de Gernika. Ya ha celebrado la Comisión Bilateral con Catalunya, ha perfilado el orden del día de dos reuniones con Canarias para tratar las discrepancias sobre el régimen fiscal; y antes de las vacaciones, en julio, sondeó al lehendakari sobre los compromisos pendientes y sobre su asistencia a la Conferencia de Presidentes. Finalmente hubo acuerdo para que Urkullu acudiera, a cambio de respetar la bilateralidad del Concierto Económico y de que la Comisión Mixta se reuniera para concertar nuevos impuestos y pactar las tasas de referencia de deuda y déficit vascas. La reunión con Garamendi está pendiente y es un asunto que tiene en mente, más allá de que este inicio de curso vaya a ser muy convulso para la ministra en su condición de portavoz del Gobierno. El gabinete celebrará su primer Consejo de Ministros mañana martes y se espera un aluvión de preguntas sobre Ceuta, la luz o el papel de Sánchez.
También queda pendiente que el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, mueva ficha tras haber mantenido bloqueado el traspaso del IMV. Debería haber llegado en octubre del año pasado y no lo ha hecho por su insistencia en que el Estado fiscalice el pago de esta ayuda. La parte socialista del Gobierno vasco, liderada por la vicelehendakari segunda, Idoia Mendia, coincide en defender un traspaso íntegro. Con la ministra Montero, por otro lado, queda pendiente una participación más intensa de Euskadi en los fondos europeos tras haber concretado 500 millones en tres años.
Como segundo carril para el desbloqueo, el PNV ha pedido a Sánchez un impulso político. Los jeltzales hicieron la lectura de que la remodelación de su gabinete arrojó un Ejecutivo de corte presidencialista donde todas las decisiones van a pasar por él. Ya antes de esos cambios, el PNV había exigido a Sánchez que moviera ficha ante sus ministros díscolos.
La tercera variable que entra en juego es una figura de coordinación. Hasta su salida del Ejecutivo español en la remodelación de julio, la entonces vicepresidenta Carmen Calvo, con el vicelehendakari Josu Erkoreka al otro lado de la mesa, se encargaba de hacer seguimiento de los compromisos abordados al máximo nivel entre el lehendakari y Sánchez en la reunión celebrada en enero. Esa figura quedó vacante con el cambio y parece que Rodríguez ha ejercido el papel de manera oficiosa con gestiones como su llamada al lehendakari en puertas de la Conferencia de Presidentes. Al mismo tiempo, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, está ejerciendo de interlocutor con los grupos y, en el caso vasco, ha llamado ya al PNV y EH Bildu para emplazarlos a sendas reuniones en septiembre.
En materia de educación, la nueva ministra Pilar Alegría se reunirá el miércoles con los consejeros autonómicos para repasar el protocolo de la vuelta a clase en un contexto marcado por el virus y la vacunación.
Ministra de Política Territorial
Le espera concretar las 27 transferencias pendientes. Iceta ofreció avanzar en cercanías, inmigración, ordenación del litoral e IMV.
Ministro de Seguridad Social
PNV y PSE le atribuyen el bloqueo en la transferencia del IMV porque quiere que la Seguridad Social fiscalice el pago.
Ministra de Hacienda
El consejero Azpiazu ha cerrado ya la gestión de 500 millones de los fondos europeos en tres años y espera avanzar en septiembre.
Ministra de Transportes
Firmó el convenio para el soterramiento del tren en Zorrotza y ahora tiene pendiente la entrada del TAV en Bilbao y Gasteiz.
Ministro de la Presidencia
Ejerce la interlocución y coordinación del diálogo con los grupos del Congreso y ha cerrado reuniones para septiembre.