- El Gobierno Vasco nunca ha esperado con especial fervor que se reúna la Conferencia de Presidentes autonómicos. La comunidad autónoma vasca tiene toda una nómina de órganos especiales de relación con el Estado, de tipo bilateral, que sí tienen soporte en el Estatuto de Autonomía, como la Comisión Mixta del Concierto Económico que regula las relaciones financieras, o la Junta de Seguridad, donde ambos gobiernos abordan la cooperación policial. En ese contexto, y en puertas de la cumbre convocada por el presidente español, Pedro Sánchez, este viernes en Salamanca, el portavoz del Ejecutivo vasco, Bingen Zupiria, leyó ayer los argumentos que está valorando el lehendakari para tomar su decisión, y entre ellos recuerda que el primer encuentro de este foro tuvo lugar en 1990 cuando era presidente Felipe González, “ha tenido altibajos, y momentos de aparición y de desaparición”; y, además, “es un órgano que no existe en el entramado jurídico institucional del Estado español, cuya existencia no se contempla ni en la Constitución ni en los estatutos de autonomía y, por lo tanto, es un órgano de cooperación de nueva creación”.
En segundo lugar, Zupiria argumentó que, según el punto de vista del lehendakari, la Conferencia de Presidentes “está definida como un órgano de cooperación que, a lo largo del tiempo, en muchas ocasiones sin presencia de lehendakaris vascos, ha ido adoptando una serie de acuerdos sobre su funcionamiento” y, para más señas, “no cumple ni el reglamento ni las funciones “ porque, por ejemplo, no se han producido reuniones preparatorias.
Por otro lado, el Gobierno español apeló ayer al president Aragonès para que acuda a la conferencia. Además, pusieron en valor que, por lo que parece, sí va a asistir a otro foro multilateral, al Consejo de Política Fiscal y Financiera que hoy fijará las tasas de referencia de deuda y déficit para las comunidades que no tienen autonomía financiera. Acudirá el conseller de Hacienda, algo celebrado por el Ejecutivo de Sánchez. Pero la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, insistió en no acudir a la cita del viernes porque la relación con Sánchez es “prioritariamente bilateral”.